lunes, 8 de diciembre de 2008

Ambientalistas mexicanos salvan a 111 mil crías de tortugas marinas

En el estado de Jalisco, México, hay un campamento tortuguero llamado La Gloria, allí cada año las tortugas marinas depositan miles de huevos, en miles de nidos. Cada año nacen unas 110 mil crías de tortuga, pero de cada 1000 tan sólo 4 o 5 llegan a adultas, sí, leyó bien, sin ceros. Pero este no es el problema, ya que es algo natural, tienen mucho depredadores. El problema principal para esta especie en peligro es que el ser humano se roba los huevos, antes incluso de que las crías puedan intentar llegar al mar. Esto es lo que ha puesto en tanto peligro a las tortugas marinas de México. Es por eso que el Programa de Protección y Conservación de la Tortuga Marina, dependiente del Centro Universitario de la Costa Sur de la UdeG, se valen de cuatro especialistas y voluntarios para patrullar la playa y evitar así que los “hueveros” hagan sus fechorías. El campamento tortuguero La Gloria está ubicado en el playón de Mismaloya, municipio de Tomatlán. Actualmente enfrenta un peligro, ya que por falta de recursos económicos, no pueden hacer una labor preventiva eficiente. Están a punto de quedarse sin una de las cuatrimotos con las que patrullan las playas por la noche. "Las motos ya están acabadas, son el corazón de nuestro trabajo, si no nos hacemos de una nueva cuanto antes, es probable que 70 por ciento de las colectas (de huevos) que hacemos regularmente, se pierda", dijo Antonio Trejo Robles, coordinador del Programa. La playa tiene 20 kilómetros y en una noche de trabajo puede colectar 35 nidos, pero los “hueveros” pueden llegar a saquear entre 20 y 25 nidos por noche. Luego venden los huevos a restaurantes y mercados de la zona. Cada nido puede llegar a tener 300 huevos. "Todos los días tenemos entre 15 y 20 personas a caballo tratando de llevarse los nidos, y pocos de ellos son castigados, de los que son aprehendidos casi todos salen libres con una fianza o por no estar bien integrada la averiguación previa", dijo Trejo Robles. También destaca que el trabajo que se realiza en la zona, ha rendido frutos en la población, que cada vez consume menos huevos. "En esto los niños han sido de gran ayuda, los traemos a los talleres de educación ambiental, y ellos mismos son los que están transmitiendo esto a sus papás, ellos están educando en sus casas", concluye. Via El Universal Staff Pezcalandia