viernes, 9 de enero de 2009

Pesca y devolucion

La esencia de la pesca no está en la diversión sino en el medio para obtener alimento (obviamente que también es fuente de felicidad). El hombre desde su aparición en esta maravilla que es el vivir, procuró por necesidad para sobrevivir obtener alimento de su entorno. La naturaleza le proveyó, y aún lo hace, de todo cuanto sea comestible y no perjudicial para la salud. Nuestro género fué perfeccionando los elementos que le servirían de armas.
El propósito: aumentar el poder ofensivo para que la captura le sea cada vez más fácil y efectiva. Debía alimentarse. El arma moderna hoy (entre otras) es básicamente un reel, una caña, varios metros de nailon y un anzuelo. De buscar un pez para hacerlo pescado se trata. El pescado es uno de los alimentos más importantes y primitivos con que el humano se nutrió. Hoy se trata de instalar en el mundo entero la pesca con devolución, desnaturalizando la esencia de una actividad sana, sustentable y ética, en pos de cuidar el recurso.
Recurso éste, el pez, cuya existencia en el tiempo depende de que seamos ecológicos en su consumo, sepamos reglamentar, controlar y amar lo que hacemos. Esta regla permite matar. Se mata al individuo no a la especie. La naturaleza existencial contempla la posibilidad de matar, por ello en la relación víctima - victimario hay una marcada superioridad en la cantidad de quienes representan las potenciales víctimas.
Observar la relación dorados-sábalos, sapos-insectos, etc. Un paradigma lo encontramos en la relación humanos-vacas. Se matan de estas últimas en cantidades increíbles, todas para consumos, sin embargo no se afecta el recurso, ni se prohíbe su matanza y "extracción". Se controla debidamente. Muerte-consumo-recurso sustentable se vuelven conceptos que no se excluyen. Al contrario, se complementan. Dios nos mata a todos, sin embargo no depreda, sólo sabe cuándo y cómo.
La especie no se extingue y todos nos alimentamos (aun de nosotros alguien lo hace cuando morimos). Tal vez la solución sea prohibir definitivamente la pesca comercial en aguas dulces.
En Pezcalandia, estamos convencidos que en algun momento lo vamos a terminar de aprender, difundamos el mensaje por nuestra pasion y nuestro futuro.