domingo, 25 de enero de 2009

Victoria, tesoros naturales

Victoria, la ciudad de las siete colinas, tiene una arquitectura que seduce, testimonio de épocas de esplendor y del trabajo laborioso de inmigrantes italianos, un buen tip de Pezcalandia para tenerlo en cuenta. Es la Capital provincial de carnaval y guarda en sus armoniosos rincones, lugares como el cerro de la Matanza, el antiguo Quinto cuartel, y sus pintorescos riachos donde se practica la pesca deportiva. Por la ruta provincial 11 se arriba a esta localidad entrerriana que también ofrece a los visitantes la Abadía de los monjes benedictinos, centro espiritual y de elaboración de productos alimenticios y artesanales, cuya congregación tiene su sede más reconocida en Montecasino (Italia). Entre otras riquezas naturales, la ciudad oferta sus canteras de fósiles de caracoles y peces marinos, testimonio de lo que fue el mar entrerriano; los corsos populares, el monte de ombúes; el cerro de la Matanza (sitio donde los blancos terminaron con la resistencia de los aborígenes locales). La actividad turística tiene un desarrollo incipiente aquí. Durante 2008 pasaron por la localidad 1.285.000 personas, provenientes de Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Córdoba, interior de Entre Ríos, y de países como España, Brasil, Alemania, Chile, Colombia, Venezuela y Uruguay, por nombrar algunos. Sus condiciones naturales ofrecen una flora y fauna exuberante, con cantidad de sitios para aventurarse y realizar verdaderos safaris. Caza y pesca son otras de las actividades predilectas del territorio. Y, para quien desea descansar, varios complejos turísticos ofrecen sus cómodas instalaciones con piscina, sauna o salas de relax. Bosques como el de ombués, al pie del cerro de la Matanza, cuya rareza biológica lo convierte en el segundo del mundo por sus características. Costas de arroyo; amplias zonas de camping; áreas deportivas; circuitos de supervivencia y aventura; paseos por el río, recorridos en sulky, avistamiento de aves, cabalgatas y caminatas interpretativas; contemplación y participación en fiestas tradicionales como el popular corso; entretenimiento, diversión, gastronomía y excelentes hoteles, componen la propuesta turística de Victoria que crece sin agotar su atractivo.
Fuente Sec de Turismo de Entre rios