miércoles, 15 de julio de 2009

40 días alucinantes, nómadas y sin parar

Nos llega a Pezcalandia un informe de Desnivel donde nos cuentan el relato de James Pearson, Gaz Parry. El dia 1 de abril emprendimos el viaje por carretera The North Face Summit Series. Esta travesía de 40 días en autocaravana nos llevaría por 14 países distintos, tras escalar 20 8as clásicas y dar más de 20 presentaciones.Ir a escalar a lugares exóticos como Chile, Borneo o Etiopía es alucinante, porque puedes visitar y vivir partes del mundo que si no nunca verías. Sin embargo, muchas veces ponemos la mirada en horizontes tan lejanos que no nos percatamos de lo que tenemos delante.
Por esa razón precisamente escogimos Europa como destino, además de porque existe un abanico de rocas de una diversidad increíble, en peñascos situados a un mero día de camino en coche unos de otros. Esa diversidad no se debe solamente a los tipos de roca, sino a que todos los peñascos europeos tienen su ambiente, su estilo y su ética propia y completamente distintos entre sí. En Europa tenemos una roca de alta calidad, y no hay que olvidar que aquí cualquiera puede acceder a la aventura de la escalada por un coste mínimo.Hay muchos sitios en Europa con escalada de alta calidad, pero sin la cantidad de roca o el buen tiempo que otros, y a esos sitios sólo acuden los de allí.
Inglaterra es un buen ejemplo, porque tenemos muy pocas rocas interesantes ¡y nos sobra el mal tiempo! Hyltebergen y Pfalz son lugares con vías estupendas, pero sólo las disfrutan los de allí, porque nadie se va a salir de los circuitos habituales por una sola vía que puede que ni siquiera esté seca. Hay toda una serie de sitios en Europa que entran dentro de esa categoría un tanto esotérica: lugares que puede que no estén entre los primeros de la lista de sitios a los que ir, pero que pueden proporcionar una escalada excelente si uno está dispuesto a incluir la aventura y la exploración entre sus prioridades.Como el itinerario de nuestro viaje por carretera había que realizarlo a marchas forzadas, pudimos ver lugares que normalmente no reciben la visita del escalador itinerante al uso.
Al planificar unas vacaciones de escalada, los factores que se suelen considerar son: calidad de la roca, cantidad de roca y buen tiempo, y por eso mucha gente elige España, ya que ofrece una mezcla de las tres cosas.
Allí, tras pasar por Bilbao, organizamos en Madrid junto con la gente de Barrabes y el Centro Espacio Acción, una interesante masterclass de boulder. Dos días más tarde llegábamos a Barcelona donde realizamos lo mismo con Vertic Outdoor en el centro FESS La Salle.Meter tantas cosas con calzador en tan poco tiempo fue un reto francamente considerable, pero nos recompensó con momentos de pura inspiración. Un área de la que habíamos oído decir cosas impresionantes era la arenisca de la zona de Decin, en la República Checa. No sabíamos mucho más, sólo que teníamos que llegar primero a un pueblo llamado Decin, y después conducir unos cuantos kilómetros hasta una aldea llamada Dolni Zleb. Allí pudimos contemplar rutas de arenisca en todo su esplendor, nos quedamos atónitos. La roca tenía una pinta alucinante y las vías parecían aún más impresionantes. ¡Jamás hubiera pensado que existiese algo así en Europa! Ante nosotros se abría un inmenso abanico de vías, todas con un aspecto genial. Al final tomamos la difícil decisión de escalar Skruti Beh.
La vía por la que optamos era una pared imponente, en extraplomo hasta arriba del todo y siguiendo en línea recta por una cara de 30 m ¡empleando únicamente 6 tornillos! El consejo que nos dieron con respecto a Skruti Beh fue andarnos con cuidado para no caer al chapar el segundo bolt (situado a unos 10 m), porque el desprendimiento de tierra sería casi inevitable.
Menos mal que Gaz y James se encuentran en su salsa en este tipo de situaciones, y se merendaron la vía sin problemas, segundo anclaje incluido, comentando luego que había sido sin duda la mejor ruta del viaje.
En muchas ocasiones del viaje, lo que parecían oportunidades o casualidades inverosímiles nos ayudaban indefectiblemente a alcanzar la meta. Mientras buscábamos la ubicación de la cueva de Baltzola en España, conseguimos convencer a la señora de la oficina de turismo para que nos dejara usar su conexión a internet, que Gaz utilizó entonces para conseguir indicaciones ¡a través de facebook! Probablemente el giro del destino más asombroso fue pasar 40 días atravesando el norte, el sur y el este de Europa y la lluvia no nos impidió escalar ninguna vía. En varios momentos amenazó con llover, ¡pero no empezó a arreciar hasta que Gaz y James ya habían chapado la cadena de la ruta de ese día!
Lo cierto es que en algunos momentos nos sentimos indestructibles...
Por Keith Bradbury
DifusiÓn Pezcalandia
Fuente Desnivel.com