viernes, 31 de julio de 2009

Pesca con mosca en los Esteros del Iberá

Un sueño "dorado" hecho realidad en las nacientes del río Corrientes, así llegó este contenido a la redacción de Pezcalandia, sin duda damos a difusión, pero siempre recuerden la pesca no importa donde, ni la especie, siempre debe ser con devolución. Una invitación irrechazable nos llegó para viajar rumbo a la ciudad de Mercedes, en la provincia de Corrientes, y de ahí unos 70 kilómetros más al pueblo de Boquerón, por lo que terminamos recorriendo desde La Plata unos 1.000 kilómetros en total.En este hermoso viaje de pesca y aventuras en esta zona tan lejana de La Plata nos acompañaron Roberto Pelozo, Horacio Palazzini, Daniel Formigo y su hijo Héctor, Walter Fileni, Roberto Kuligowski y Sebastián Tabela.El primer día el objetivo era pescar dorados en la naciente del río Corrientes.
En este zona de aguas tan claras no siempre es tan fácil pescar pero se nos complicó en demasía dar con la línea de hundimiento justa y aún más difícil se nos hizo dar con la mosca adecuada.Probamos líneas de hundimiento de 200 greins durante todo un día y más de 80 moscas de distintos tamaños, colores y profundidades, dado que el río se encuentra muy bajo sufriendo la sequía que azota a todo el país, pero tuvimos muy pocas respuestas.La actividad que vimos en algunos de los pozones pasadas las 15 nos animó para probar a flote y tampoco tomaban las moscas, por lo que volvimos a la línea de hundimiento pero los peces seguían esquivando nuestros engaños, por lo que pudimos concretar muy pocos piques y de tamaños muy chicos, pero al día siguiente tendríamos la revancha.
SEGUNDO DIADescifrar que era lo que estaban comiendo nos mantuvo más alertas que nunca. Por lo que el segundo día mientras vadeamos varios lugares con correderas y cascadas que parecían dibujadas vimos algunas gatas peludas, los que nos hizo pensar en utilizar alguna mosca parecida y nos inclinamos por probar con una wolly buggers, algo poco común para el ámbito en el que nos encontrábamos.
También decidimos cambiar nuevamente la línea por una más pesada aún, de 250 greins y empezamos nuestros lances con una color verde oliva, y en el segundo cast que hicimos tuvimos la primera captura y así se sucedieron los pique, rompiendo varias moscas y capturando unos diez ejemplares que fueron aumentando en su medida y peso.
Hasta pudimos capturar un hermoso ejemplar de dorado que acusó unos 5 kilos, lo que nos dejó más que conformes con los espectaculares saltos y corridas, esforzándonos para que no se zafara y poder fotografiarlo y devolverlo al medio sin lastimarlo lo más rápido posible.
LAS MEJORES MOSCAS
Las moscas más rendidoras fueron dos wolly baggers verde oliva, una color marrón lastrada y por último una negra, las cuales quedaron totalmente destrozadas y archivadas para el recuerdo.Luego de un día de pesca en este lugar único de nuestro país regresamos a la posada de Roberto Pelozo, donde la madre nos esperaba con un buen chivito al asador, para terminar de la mejor manera nuestro segundo día en los Esteros del Iberá.
Fuente El Dia.com