lunes, 12 de octubre de 2009

Navegar ya no es sólo cosa de ricos

El alquiler de embarcaciones permite echarse a la mar sin ser un potentado, lo dicen los que se dedican a alquilar barcos.
Ésto es como el esquí, que se mira como una cosa de ricos, pero en realidad hay opciones para practicarlo con presupuestos muy dispares. Y lo ratifica el gerente de la Estació Náutica, Joan Carbonell (abarca Salou, Cambrils , Mont-Roig, Miami Platja, Vandellòs y L’Hospitalet), quien asegura que con la opción del alquiler el tema de navegar se ha «socializado» en los últimos años.
Un ejemplo: salimos a navegar en un velero de 11,72 metros de eslora y con capacidad para ocho personas. Con este barco se puede realizar un paseo de unas cuatro horas saliendo desde Cambrils hacia Cap Salou con refrigerios incluidos por cincuenta euros por persona. No hace falta tener conocimientos previos, puesto que el patrón se encarga de llevar la nave... En el camino se puede realizar alguna parada para darse un chapuzón. Por estas fechas el agua invita, el termómetro de a bordo marcaba, a las siete de la tarde, 31 grados de temperatura en el mar.Esta misma embarcación, en temporada alta, se puede alquilar por unos 450 euros al día con patrón. Recomiendan, por ejemplo, un viaje a las Islas Columbretes, a unos 56 Km del cabo de Oropesa (Castellón). Es un paraje de gran belleza ubicado sobre un archipiélago de origen volcánico.
Una excursión como ésta se puede realizar en unos cuatro días. Vanessa Castilla, de la empresa Vente a navegar, explica que ir en un barco como éste es como viajar dentro del hotel. Tiene cuatro camarotes completamente equipados, cocina, horno, microondas, televisor...Plan ‘a medida’David Bono, de Cambrils Charter, quien se dedica al negocio desde hace quince años, explica que se puede salir a navegar un día «por menos de lo que cuesta ir a un parque temático», pero la mayoría de la gente no lo sabe. Se trata de intentar averiguar cuáles son las ideas que tiene el cliente. Ellos gestionan una veintena de barcos, con lo que pueden adaptarse a las necesidades y los bolsillos de cada uno, desde los más sencillos hasta los más encumbrados.
Para estos últimos tienen yates de gran lujo que se pasan el verano en las costas de Tarragona y el resto del año trabajando en México.El hecho de navegar se emplea cada vez más como regalo o para celebrar momentos especiales. Castilla explica que organizan despedidas de soltero/a, paquetes que incluyen spa y navegación, regalos de aniversario de boda y hasta pedidas de mano.
«Es muy romántico. Ponemos las rosas, el cava...».Y desde Cambrils Charter explican que también está muy en auge la idea de salir a pescar. En su caso cuentan con una embarcación americana de pesca. En este barco a motor se puede salir a pescar durante unas cinco horas por unos 50 euros si se tiene el equipo de pesca. Si lo que se desea es que nos pongan hasta el cebo, el paquete cuesta 85 euros.
Los más predispuestos a probar la experiencia de la navegación son, sin duda, los turistas, explica Carbonell, de la Estació Náutica. Señala que a pesar de que vivimos en la costa, no vemos más allá de la playa y nos parece que navegar es cosa de ricos. «Muchas personas cuando les explicas el precio de lo que cuesta salir en un barco no se lo creen», relata.
Las actividades náuticas tienen, sin duda, un interés en alza. De hecho, en la estación este año ya han superado las reservas de todo 2008. La crisis, de momento, no se ceba con el sector. Lo mismo dicen los empresarios consultados, quienes aseguran que, si bien es cierto que hay un poco menos de gente, tienen muchos clientes que repiten. Aquí, claro está, también se incluye un grupo selecto de clientes que sabe muy bien lo que busca. Entre ellos, muchos extranjeros: rusos, alemanes, ingleses, que no escatiman gastos y que suelen navegar en familia. Para ellos también hay una amplia oferta en la Costa Daurada.En resumen, si de lo que se trata es de probar la experiencia de la navegación, las opciones son muchas y variadas y el bolsillo puede llevarse alguna grata sorpresa.
Por Norián Muñoz
Fuente desconocida