viernes, 7 de mayo de 2010

Alerta máxima en Florida, catástrofe ecológica

En Pezcalandia queremos dar a difusión esta catástrofe mundial, pese a que estemos muy alejados de la zona del desastre. "Pesca duro, muere rico". El capitán Peace Marvel, un tipo optimista por naturaleza, empieza a tener dudas. Lo de pescar está mal y lo otro, aún peor.
TRES MESES PARA CONTROLAR LA CATÁSTROFE
El secretario del Interior de Estados Unidos, Ken Salazar, afirmó que se calcula que se tardará al menos tres meses en controlar la catástrofe ecológica causada por un derrame de petróleo en el Golfo de México. Dos semanas después del hundimiento en una plataforma de la petrolera británica BP y la rotura de un ducto, el derrame se sigue extendiendo y ya tiene una extensión de 80 kilómetros de ancho y 130 de largo, indicó el almirante Thad Allen, que lidera las labores de protección y limpieza.
Allen agregó sin embargo que BP comenzó a implementar una medida nunca aplicada antes y que dio buenos resultados. La empresa vierte un químico a través de un tubo cerca del ducto roto para evitar que el petróleo suba a la superficie.
Hasta ahora esta sustancia había sido usada en accidentes de petróleo en la superficie para romper la alfombra de crudo, indicó un experto al canal MSNBC. BP anunció además que asumirá todos los costos económicos de la tragedia.
Entre tanto, las autoridades estadounidenses decretaron la prohibición de pescar en algunas regiones costeras del sur del país, desde Louisiana hasta Florida. "Si los pescadores locales no pueden trabajar, entonces ésa es una pérdida económica que BP tendrá que pagar", dijo este lunes el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. "Los daños económicos son parte de los costos de este incidente".BP considera "un paso en falso" su intento legal de impedir que pescadores de Alabama le denuncien por el vertido Florida se prepara para evitar un desastre ecológico en sus costas BP tomará "todas las medidas" para controlar el vertido de petróleo y pagará por los daños provocados Barack Obama afirma que BP "pagará la factura" del vertido de crudo Enlace: HagoClic.com: Marea negra en el Golfo de México El destino se pinta de negro aquí, en Venice, al sur de Luisiana, a pesar de que persiste el suspense. Tanto, que los reporteros empiezan a moverse, en busca de algo, con rumbo al estado de Misisipi, o de Alabama o de Florida. El capitán Marvel acepta llevar con su barca a unos periodistas.
Es el viaje a la mancha, pero a la del golfo de México, esa amenaza que se mueve por el mar, que se la espera en la costa con temor, aunque no llega. Y no hay manera de predecir cuál será su destino, como si, aliada con el viento, quisiera añadir desconcierto al miedo que genera. Potencialmente, según el presidente Obama, "un desastre medioambiental sin precedentes".
Ayer saltó la máxima alerta en Florida. Se prepara la declaración de emergencia ante la posibilidad –unos dicen que es inminente, y ya son varias las inminencias anunciadas– de que el petróleo se haga chapapote en la costa de ese estado. "No creo que vaya para ahí, el viento la trae hacía esta playa", replica Marvel.
El gobernador de Florida opina lo contrario. Al acceder a su embarcación, de 8,5 metros de eslora, deja caer una advertencia: "Cuando entremos al río, poneos detrás". Aclara que, tal como está la meteorología, resultará imposible llegar hasta la misma mancha. "Veremos los tentáculos, los dedos de aceite que alcanzan el litoral". También se comprobará la ineficacia de las barreras de contención, convertidas en un amasijo, sin tapar lo que deberían tapar. A la salida del puerto destacan las casas flotantes. El capitán vive en una de ellas. "Con el Katrina quedó todo destruido. Antes del huracán nos aseguraban las viviendas, después no". Masca tabaco a lo John Wayne.
El viento azota sin descanso. En el delta, el barco empieza a rebotar contra el oleaje y se entiende la advertencia del inicio. En el mapa del navegador sobresalen unas cuantas X en rojo. "Son las zonas donde voy a pescar". Va, pero el no es del gremio específico.
Se gana la vida trasladando a gente de todo el mundo, gente de posibles, a esos lugares donde practicar la pesca deportiva. Una de las zonas señaladas es junto a la plataforma de BP que se hundió el 20 de abril con un reguero de sangre y petróleo. Hay once trabajadores desaparecidos y una fuga de 5.000 barriles diarios del crudo. A este paso, todos apuntan que superará a la catástrofe de Exxon Valdez, en 1989.
La última esperanza pasa por las cúpulas de taponamiento que se espera empezar a instalar en los próximo días. La compañía se mostró ayer más optimista en el esfuerzo de contención. "Tres días antes de la explosión, yo estaba pescando al lado de la plataforma. Era un sitio magnífico". Cosas que pasan. Una estructura tan poco natural y nada ecológica, se había convertido en una de las grandes cunas para los habitantes marinos. Por la ruta se ven carteles en los que se prohíbe amarrar. "Tuberías de gas", rezan. Se suceden enormes embarcaciones.
Son barcos almacén, estructuras enormes vinculadas a la explotación petrolífera en medio de 12.000 km2 de vida natural, de brazos de superficie en los que conviven más de 400 especies. Millones de aves migratorias sobrevuelan a diario este corredor. Aseguran que esta es la peor época para un accidente de este tipo al ser el periodo de cría. La amenaza se cierne sobre los atunes, las truchas, las ostras, las gambas o los cangrejos, criaturas tan estimadas en las buenas mesas.
"Esta es una zona muy rica, por eso Luisiana tiene una de las legislaciones menos restrictivas en las vedas", explica Peace Marvel, que lamenta la situación porque se está a las puertas de los tres meses de temporada alta en su ocupación. Es el momento de cruzar el río cuando se conecta con el mar. Tremenda montaña rusa. Enfrente queda el golfo de México, una imagen impresionante. El oleaje está muy bravo. El capitán asegura que, con estas condiciones, sería una temeridad seguir avanzando. Atrás quedan 40 millas (25 kilómetros) de recorrido. Hasta la plataforma aún falta el doble del trayecto. Lo que decían de que el viento había destrozado las barreras se hace palpable. En la superficie relucen las lenguas de aceite. Son destellos brillantes en medio de unas aguas amarronadas y espumosas. Hay una torre petrolífera. "Es una de las pequeñas", aclara. "Si el día estuviera más despejado, se verían muchas más". Aquí sí que huele a petróleo. Mirando al horizonte, el capitán Marvel hace sus comentarios. "Este hábitat no es sólo importante para la pesca o las aves. Si el petróleo mata estos humedales, la tierra se deshace y retrocede. Cuando era niño, el brazo de tierra salía dos millas más. He visto como se perdían.
Estas marismas protegen a Nueva Orleans y a la ciudades del norte de los huracanes. Sin ellas el Katrina todavía habría sido peor". Como sus vecinos, no sabe qué daños puede causar la marea negra. Pero añade que "estos humedales son frágiles y, a su vez, resistentes". De regreso, la flota de la gamba permanece amarrada.
Por FRANCESC PEIRÓN Venice (Luisiana)
Fuente La Vanguardia