miércoles, 16 de febrero de 2011

La relajante satisfacción de pescar

En Pezcalandia afirmamos éste título, compartimos esta pasión, y por ello damos difusión a estos contenidos recibidos de algunos amigos de la ciudad de San Rafael - Mendoza Cuando hablamos de pesca en Mendoza, es inevitable que el primer nombre que surja sea el de San Rafael. Y esto se debe a que esta zona cuenta con un sistema de alojamiento reconocida entre las mejores de la hotelería en Mendoza, una seducción extra que se suma a las posibilidades de practicar pesca deportiva, que por cierto son muchas y variadas. Las estrellas indiscutidas del circuito ictícola en San Rafael son los embalses de El Nihuil y Valle Grande. Ambos atraen con la promesa de truchas y pejerreyes de buen porte, y una gran propuesta de servicios para quienes gustan de la pesca: excursiones de pesca embarcada, amplios muelles, bien equipada campings y confortables cabañas son sólo algunos de ellos.
El Club de de Pescadores de El Nihuil es reconocido a nivel nacional por el importante trabajo que hace en pos de la conservación y reproducción de la fauna ictícola de los embalses.El Parque Provincial Diamante, que se encuentra tan sólo a 60 km. de San Rafael, es hogar de morada de mojarras, truchas de arroyo, bagres, percas y truchas marrones de buen tamaño. En las aguas de la Laguna del Diamante se permite, además, la pesca con embarcaciones de motor. Lo único difícil es tal vez concentrarse en la pesca y no en la increíble belleza del paisaje que la rodea, mitad volcánico, mitad glacial. Una maravilla que agrega un encanto extra a la tradicional foto del pescador y su presa.
El departamento de Malargüe, al sur de la provincia, nos lleva inmediatamente a la nieve por encontrarse allí el conocido centro de ski de Las Leñas. O quizá, a los exquisitos y no menos famosos chivitos al asador de Malargüe, considerados los mejores de la provincia.
Pero Malargüe es además uno de los destinos obligados para los fanáticos de la pesca que eligen visitar Mendoza. ¿La razón? Más de 100 cursos de agua, entre arroyos caudalosos e impetuosos ríos, en los que la pesca se multiplica en abundancia, sobresaliendo sobre todo la presencia de truchas. El Tordillo, el Malargüe, el Salado y especialmente el Atuel son algunos de los cursos que garantizan horas de relajante actividad y pesca variada.
El río Atuel resulta además ideal para la práctica del rafting, ese emocionante recorrido en bote que alterna intensos rápidos con suaves remansos en el marco de un paisaje inolvidable.Porque combinar relax y aventura es, sin lugar a dudas, uno de los mayores atractivos del turismo en Mendoza.
Por Jorge Alberto Guiñazu
Fuente desconocida
Photo Archivo Pablo "Tuna" Labarta