jueves, 10 de noviembre de 2011

Estudio en el Nahuel Huapi y la cuenca del Limay.

Desde Pezcalandia, queremos difundir que mientras se multiplican reclamos por el acortamiento de la temporada de pesca deportiva, dispuesto por el gobierno neuquino y fundado en una potencia lafectación del recurso por la caída de cenizas del volcán chileno, un informe técnico difundido ayer por Parques Nacionales afirma que no hay evidencias de impactos gravosos, conforme se avanza desde el punto de emisión de partículas hacia las distintas cuencas y sus ambientes pesqueros.
No hay una mortandad masiva de peces, ni elementos que permitan suponer una afectación para el desove, da a entender el estudio que estuvo a cargo de Leonardo Buria por la Administración de Parques Nacionales y Pablo Vigliano por la Universidad Nacional del Comahue. El documento surgió a partir de reuniones con miembros de Parques Nacionales en el área Nahuel Huapi, UNC, Inibioma, Asociación de Pescay Caza y Asociación de Guías de Pesca, y lleva por título "Mitos y Realidades del Efecto de las Cenizas Volcánicas sobre los Peces en la Patagonia Norte".
Si bien el estudio no tiene relación alguna con el anunciado acortamiento de la temporada, sino que fue concebido como una investigación sobre los impactos de corto, mediano y largo plazo en los ambientes pesqueros deportivos del área Nahuel Huapi y cuenca del Limay, por carácter extensivo sus conclusiones ponen en entredicho la decisión del gobierno nequino.
Concluyen los expertos que "los efectos de esta erupción sobre las poblaciones de peces, no representan un fenómeno puntual en la región y, si bien se pueden extender en el tiempo, no se puede predecir en este momento el impacto global -positivo o negativo- para la conservación y las pesquerías".
"Es por eso -añade- que no se deberían implementar supuestas medidas de recuperación de las poblaciones de peces sin que se completen estudios pertinentes sobre el estado actual y evolución futura de las poblaciones".
Los especialistas puntualizan que en los múltiples análisis de las muestras de agua tomadas desde el inicio de la caída de cenizas, "no se registraron cambios significativos en los principales parámetro squímicos y físicos que puedan afectar a los peces".
En consecuencia, interpretan que los efectos negativos de las cenizas deberían limitarse a su presencia física, todo lo cual "apoya los resultados de las prospecciones que no han demostrado la existencia de mortandad es masivas que se podrían asociar a cambios bruscos de las condiciones del agua".
Sin embargo, aclaran que esa situación "difiere de lo observado en varios ríos de Chile cercanos al volcán, donde se produjo un gran incremento de la temperatura del agua -más de 20º en algunos casos-que provocó importantes mortalidades de peces".
Según el trabajo, la potencialidad de los efectos sobre los peces y cursos de agua está en relación con el material volcánico expelido y precipitado en cada zona.
Los cursos de agua más próximos al punto de erupción, conforme la influencia de los vientos, recibieron mayor cantidad de partículas que aquellos más alejados.
Esa apreciación está en plena sintonía con lo que miembros de la Cámara de Guías de Pesca del Neuquen' habían advertido ya en setiembre pasado, al considerar que, por su alejamiento del punto de emisión, no había razones para suponer inconvenientes en los principales pesqueros de la región que abarca a San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Aluminé".
Sin embargo, ríos como el Chimehuín, Aluminé, Malleo, Collón Cura, entre otros, fueron incluidos en la postergación de la apertura de la temporada, para el 12 de noviembre.
En sus estudios, los expertos sostienen que "si consideramos la cabecera de la gran cuenca del río Limay y la ceniza caída en sus distintos sectores, vemos que los ambientes cercanos al volcán (Brazo Rincón del Lago Nahuel Huapi y Lago Espejo) han sido más afectados que otros sectores y ambientes cercanos.
Este patrón se ve claramente también en los arroyos, donde el efecto de las cenizas disminuye rápidamente hacia el Este y Sur de la cuenca". Luego, la alta movilidad de los peces también señala que se desplazan desde los sitios más comprometidos a aquellos más alejados y, por tanto, menos riesgosos para su supervivencia.
Fuente Neuquen informa