
La PARD fue creada en 1986 y, desde entonces, ha trabajado en colaboración con las comunidades ribereñas locales, con el objetivo de asegurar la supervivencia del delfín rosado de río. La PARD también ayudó a organizar una cooperativa entre 10 poblaciones locales, con el fin de vender artesanías autóctonas. Asegurando beneficios para las poblaciones del lugar, provenientes de los turistas y de los investigadores, los delfines rosados se han convertido en un recurso valorado, al cual la población está ansiosa por proteger. La PARD también ofrece servicios comunitarios como la asistencia médica y ha mejorado el sistema de desagües.
La PARD ha creado la primera reserva de delfines rosados de río, y también un santuario de animales dentro de una zona protegida de 16 kilómetros. Esta organización trabaja conjuntamente con las autoridades gubernamentales para detener la tala ilegal, y patrullar el río para evitar la pesca indiscriminada.
Nadie sabe a ciencia cierta cuál es el número de delfines rosados que aún existen. Sin embargo, a través del Programa de Conservación de la PARD, la cantidad de estos animales se ha incrementado de 8 a 45 delfines, durante los últimos dieciocho años.