jueves, 27 de marzo de 2008

Río Futaleufú

Fue bautizado en el idioma de la cultura que lo vio virgen e inmaculado. Hoy dominado por necesidades energéticas se lo nombra, en Argentina, por la traducción del nombre indígena a su interpretación en castellano: Río Grande. Futaleufú es la represa, es el nombre original, es el lago que le da origen y es una comuna de la provincia de Palena en la X región de los lagos en Chile. En Argentina, este importante río es nombrado como el Río Grande. Lo alimenta el lago Amutui Quimei ("Belleza Perdida", por los lagos 1, 2, 3 y Situación que quedaron bajo el agua con la represa) y en su naciente se realizó la represa hidroeléctrica que provee de energía a la empresa Aluar en Puerto Madryn. No es agradable ver las enormes torres de electricidad deformando el bello paisaje que se forma al paso de sus aguas azules. Alteraciones del hombre en nombre del progreso que debemos pagar, generación tras generación, en pos de cubrir necesidades comunes a un mundo raro y cruel con la naturaleza. En el futuro, Chile lo embalsará antes de su desembocadura en el lago Yelcho, y nuevamente habrá un cambio a su fuerza original. Las truchas no saben de geografía económica y siguen estando, a pesar de todo.
Un pesquero cercano
Es muy fácil llegar a sus orillas. Un par de torres gigantescas tiene sus bases y su presencia a escasa distancia de la ciudad de Trevelin. Es uno de los pesqueros más cómodos para la gente que vive en esta ciudad, y es un río que recibe bastante presión de pesca durante la temporada turística. En el lugar donde nuestro guía bajo su embarcación – hay una pequeña playa para poder hacerlo – es posible cada atardecer encontrar a pescadores con mosca, generalmente del lugar, probando suerte en la corriente principal del río. Sus aguas corren por los senderos de su cauce que van rodeando islas y pedreros a su paso. El paisaje que lo entorna en el corto espacio en que lo pescamos tiene un bosque tupido en sus costas de ñires y coníferas. Por la baja altura del río en el momento de pescarlo, podíamos vadearlo por el centro de su ancho, donde algunas puntas, daban lugar a preciosos sitios para buscar el pique.
Futaleufú. Río Grande
El guía bajo la lancha y nos cruzó casi perpendicular al recorrido hacia la otra costa. El agua - quizás solo sea una sensación personal -me pareció mucho más azul que la de otros ríos. Por lo tanto: agua de color azul intenso corriendo por sus cauces naturales en niveles disminuidos, rodeado de árboles secos cuyos troncos ramosos se acostaban paralelos a su recorrido, señalando la fuerza de la corriente cuando corre en su máxima potencia, playas con vegetación y mallines verdes pintando de verde flúo el suelo por su centro, mas el marco de variados verdes y sombras del bosque, nos mostraba, a pesar de las antinaturales torres, uno de los ríos mas grandes y hermosos de la Patagonia.
Hombres y equipos
Los días anteriores a esta salida habíamos pescado solo con ninfas y secas. Cometimos el error de no llevar líneas de fondo en nuestros chalecos. Quizás nos dejamos llevar por haber escuchado en la hostería que el río estaba bajo y que algunos pescadores, unos días antes a nuestra llegada, habían hecho buena pesca con líneas de flote. De cualquier manera nos comportamos negligentemente. Solo llevamos nuestras cañas para línea 6 preparadas para pescar con ninfas o buscar espacios para disfrutar con moscas de flote. Ni bien empezamos a pescar nos dimos cuenta que la línea de fondo con ninfas grandes de patas de goma usadas como streamers y los streamers propiamente, podrían habernos permitido una mejor pesca. Digo esto porque los piques se dieron con este tipo de ninfas al derivar o al recogerlas. El veril caudaloso del río estaba cercano, con posibilidades de pescarlo sin esfuerzos usando líneas de fondo. Todos llevamos cañas 6 y 7 y todos, menos uno de los hijos del guía, teníamos líneas de flote.
La pesca posible
Los piques fueron varios pero truchas solo una en el corto lapso de tiempo que lo pescamos. Cuando alcancé con mi tiro el veril del río, al detenerse la deriva de la ninfa y comenzar a recogerla, obtuve la primera y única trucha de esa tarde. Por eso nuestro lamento. Picó en una imitación de “stone fly”” de abdomen de cordón de Antron marrón arriba y amarillo fluo por debajo, caja de alas de Antron marrón con el tórax de dubbing artificial verde con brillos y cruzada por patas de goma marrón. Esta mosca pescó una trucha y sostuvo por lo menos seis piques antes de perder las dos que tenía atadas. Julio, luego de consultarme, usó otra mosca parecida y tuvo éxito en los piques pero no en las capturas. Nuestro guía se movía por todos los lugares que el río le permitía vadear pero no obtuvo piques. Su comentario nos alentó un poco ya que nos decía que esto hacía mucho que no le pasaba. Nosotros afirmábamos que no nos sorprendía. La pesca es también fracasar en las capturas. Su hijo, un muchachito de unos quince años, pescaba con línea de fondo pero sin resultados. Julio le ofreció una ninfa de su propio diseño de color negro con patas de goma en anzuelo 6 y en su primer tiro obtuvo pique. Ya nos íbamos y no pudo seguir probándola pero era un hecho que de haber tenido las líneas de fondo, usando este tipo de moscas, hubiésemos tenido mejores resultados.
Conclusión
La época no es la mejor para pescar los ríos, por que casi todos están en el máximo déficit de su caudal. Esta reflexión incluye al Río Grande porque no tuvimos una buena tarde de pesca, pero si hay que pescar algún río en estas fechas deficitarias del caudal de los ríos, este es uno de los que debemos probar.
Pescar con ninfas con líneas de flote es algo más complejo para las capturas, pero igual fueron muchos los piques perdidos, por lo que hay que pensar que el factor humano en estas circunstancias dejó bastante que desear.
En fin, estuvimos bastantes torpes a la hora de clavar. A pesar de tener claro la forma de pescar el río ese día, no teníamos todas las herramientas que hubiésemos necesitado, por lo tanto, lo de torpe, se multiplica. Hay que reconocer que todos disfrutamos de varias oportunidades y que los resultados no tuvieron equivalencia con la generosidad de las truchas. El pescador no llora, observa y se prepara para la próxima incursión. El año que viene, tal vez pueda escribir una nota mas nutrida de truchas que esta. Ojala.
Agradecimiento a la Fuente Hugo Gallo
Por Enrique Gómez y Julio Rossotti