Cumbre y tragedia de Christian Vitry y Darío Bracali. Al publicar esta nota, esperábamos las noticias de la expedición de argentinos al Dhaulagiri. En pocos días los hechos se fueron sucediendo y las noticias desencadenando como se resume a continuación, con el más imprevisto desenlace.
El mes próximo desarrollaremos lo acontecido con más espacio y elaboración. El jueves 1º de mayo a las 16 horas de Nepal, el salteño Christian Vitry coronó la cima del Dhaulagiri (8.167m), haciendo realidad un sueño largamente acariciado. Darío Bracali, al mediodía había desistido de su intento al no sentirse bien y retornó desde los 7.800 m al campamento 3, a 7.400 m junto con dos catalanes, que también habían optado por bajar. Darío y Christian casi no habían dormido las dos noches anteriores. Los otros dos integrantes de la expedición, Sebastián Cura y Guillermo Glass, no sintiéndose en condiciones para el ataque final, habían bajado antes. Un quinto integrante, el español Pablo Solsona, había acordado con ellos durante una visita en Buenos Aires, sumarse al grupo en la escala que harían en Madrid en vuelo a Nepal, para acompañarlos en toda la aproximación hasta el campamento base, y a la fecha se encontraba ya de vuelta en su casa en España. Christian fue parte del tercero de los grupos que ese día concurrieron en la cumbre aprovechando la anunciada ventana de buen tiempo, junto con la escaladora aragonesa, Marta Alejandre, la polaca, Kinga Baranowska y el catalán Jesús Morales. A partir de las 14.00 hs el primer grupo en llegar fue el de "Al Filo de lo Imposible" con Iván Vallejo (Ecuador, primer sudamericano en completar los 14 ochomiles, 14º en el mundo y 7º sin oxígeno suplementario), Ferrán Latorre (España), Nacho Orviz (España) y Fernando Gonzalez-Rubio (Colombia).
Media hora después llegó Edurne Pasabán (España, 10º ochomil) con Asier Izaguirre, Alex Txicon y Muptu Sherpa. También llegaron Carlos Pauner (8° ochomil ), Gerlinde Kaltenbrunner (Austria, 11º ochomil), con David Göttler y los checos Radek Jaros y Zdenek Hruby. También dos rusos, Valery Babanov y Nickolay Totmyanin, que abrieron una ruta nueva por la cara oeste. El buen tiempo duró poco y al atardecer los vientos eran de 40km/h con amenazantes destellos en el cielo. El viernes 2 Darío descansó todo el día mientras las demás expediciones bajaban.
Las distintas expediciones que se encontraban en el Campo Base del Dhaulagiri habían comparado sus partes meteorológicos. Todos coincidían: el 2 de Mayo por la tarde entraría un fuerte frente en la zona, y duraría unos diez días. El sábado 3 por la mañana bien temprano Darío decidió lanzarse de nuevo en busca de la cumbre, solo, con mal tiempo, y desoyendo las recomendaciones de su compañero, pero habiendo reconocido que con la cumbre de Christian la expedición ya había triunfado. A las diez de la noche hora de Nepal, 13.00 hs de Argentina, Christian no quitaba su vista en dirección a la cumbre, esperando el regreso de Darío. En una breve llamada (para no consumir la batería del teléfono satelital) a su padre, el montañista Roberto Vitry, Christian manifestó: “Estoy bien, aunque cansado y con pocas fuerzas. En la carpa vecina estuvo hasta ayer (viernes) el ecuatoriano Iván Vallejo, que consiguió completar los 14 ochomiles, y bajó al campamento base. Tuvimos buen tiempo al llegar a la cumbre con la española Marta Alejandre, con una polaca de nombre Kinga (Baranowska), y con un catalán de nombre Jesús (Morales).
Todos gozamos de la conquista y emprendimos el descenso. Después se nubló. Carlos Pauner, compañero de equipo de Marta Alejandre, la alertó del cambio de tiempo y le dijo que renunciara a la cumbre, pero seguimos adelante y nos acompañó el buen tiempo. Arribamos de vuelta al campamento 3 a la una de la mañana del viernes. En estos momentos cae nieve.” El domingo 4 seguía el mal tiempo y Darío no había aparecido. Christian empieza a subir a ver si lo ve, pero la nieve había borrado los rastros y el tiempo empeoraba. Un día y medio, 36 horas lo esperó Christian, solo, en el C3 a 7.400 m. A esa altura y con las bajas temperaturas las energías físicas no se reponen sino que se siguen consumiendo.
Se acabaron los alimentos y si él no bajaba ahora era su vida la que estaba en serio riesgo. Hizo otra llamada a su padre en Salta explicando la situación y la decisión de bajar. Dejó la carpa armada, un termo con té y el teléfono satelital. Y solo en la montaña, con mal tiempo, Christian empezó el descenso desde los 7.300 m. Darío no había vuelto. En Argentina a partir de ese momento el festejo por la cumbre alcanzada tuvo un abrupto cambio de ánimo. Subido ese reporte al sitio web Noticam.com con los informes de Roberto Vitry, se convirtió en el sitio argentino en Internet con información actualizada y en comunicación directa con lo que estaba pasando en la montaña. Desde el domingo a la noche de Argentina, los mails y llamados telefónicos empezaron a circular con las preocupantes noticias. Buscando información empezamos a prestar mucha más atención a los sitios en Internet de los españoles que, auque no nombrasen a los argentinos, daban una idea del contexto climático y de la situación de las demás expediciones que habían estado en la cumbre y campamentos de altura. Coincidían en las descripciones de lo difícil que estaba la montaña, por el mal tiempo, y por las pendientes pronunciadas en las que no se habían puesto cuerdas fijas comprometidas, según un reporte de Edurne Pasabán.
También leíamos la trágica noticia del catalán: Rafael Guillén y David Ferrer habían pegado la vuelta con Darío Bracali a 7.600 m el día del primer intento de cumbre. Ambos habían bajado hasta el Campamento Base y después Rafael volvió a subir para ayudar a su compañero Jesús Morales que estaba en problemas. David recibió una llamada de Rafael que precisó ayuda al ver que Morales mostraba síntomas de congelación y subiendo David se topó con el cuerpo de Rafael que bajó deslizándose sin vida. David se ocupó de terminar de rescatar a Jesús, y de dar la mala noticia de Rafael al resto de la expedición. Jesús había hecho cumbre junto con Christian Vitry. Luego comenzó el descenso, pero lo que iba a ser un festejo terminó con un triste desenlace.
A la vez recibíamos la noticia de que Sebastián Cura estaba siendo evacuado en helicóptero con congelaciones para recibir atención médica en España. De Guillermo Glass nada sabíamos, pero se deducía que estaría bien, esperando abajo. Luego supimos que las congelaciones de Sebastián fueron en los tres dedos menores de la mano derecha, y se le produjeron bajando desde el campo 3, donde se les habría roto una carpa y habían mal dormido los cuatro en una de dos. Abajo Sebastián fue asistido y evacuado por los españoles de “Al filo de lo imposible”. El lunes 5 no llegaban noticias ni de Darío ni de Christian. Pablo Solsona, el quinto integrante a quien habían conocido a fin del año pasado y que compartió con ellos la parte más amena de la expedición, aflora a partir de ahora como una pieza clave como enlace en las comunicaciones y como base de apoyo en Madrid.
Luego nos enteramos que en el campo 1, en conversación con el jefe de la expedición italiana, los lituanos organizan salir a la búsqueda de los argentinos que estarían en el C3. En el campo 1 tres serpas de la expedición italiana se presentan y negocian con los italianos durante una hora una recompensa de 500 euros por subir por los argentinos, pero hasta el campo 2. Acordada ésta inician el ascenso. En la mañana en el campo 2 los lituanos notan que alguien viene bajando del campo 3, en mal estado y en dirección equivocada, en una peligrosa pendiente de nieve. Dos se ellos, Ernestas Marksaitis y Egidijus Mockus suben a asistirlo y lo ayudan a llegar al campo 2. A la vez el jefe lituano ubicado en el campo 1, sabía el número del teléfono satelital e intenta llamar a Darío, sin obtener respuesta. Los lituanos dejan a Christian a cargo de los sherpas que habían subido, que le explican el costo por el rescate.
Rápidamente lo bajan al campo 1, donde también los polacos lo atienden. A la noche de este día finalmente Noticam.com publicaba: “Recién luego de casi 40 horas de incomunicación y de la lógica inquietud que el silencio produjo entre sus familiares, a las 14.00 hs de Argentina se logró saber que Christian se encontraba bien, pero deshidratado y con un principio de congelamiento en los dedos, aunque el estado de salud en general era bueno. La razón de su incomunicación obedeció a que su teléfono satelital había quedado sin batería. Podía recibir llamadas, pero no llamar. Quien logró comunicarse con él fue Pablo Solsona desde Madrid. A través de una comunicación telefónica con Solsona éste respondió a la familia de Christian que ‘hacía dos horas había hablado con él, quien se encontraba bien en general y de buen ánimo. Estaba acompañado por dos sherpas enviados en su busca y que el martes llegaría al campamento base, desde donde será evacuado en helicóptero hacia Katmandú para un control médico integral.
n el campamento base lo espera Guillermo Glass, y juntos viajarán a esa capital. En una comunicación con la doctora Silvina de Glass, esposa de Guillermo, ella expresó que la razón de transportarlo en helicóptero ‘no es por problemas de salud, sino de cansancio. Viajará junto a mi esposo’. Y Mounteverest.net informaba: “El tiempo fue empeorando y luego de 36 horas Darío Bracali no arribó al Campo 3. A este punto, su compañero decidió bajar. Completar el descenso hasta el Campo 2 desde el Campo 3, le tomó dos interminables días. Tuvo que pasar una noche dentro de una grieta para poder sobrevivir a la tormenta.” Por último en contacto telefónico de Salta con Bernardo Cura, el hermano de Sebastián, manifestó:”Mi hermano tiene congelamiento en los pies y será transportado a Zaragoza, España, a una clínica especializada para su curación”.
De Darío Bracali no hubo más noticias, y medios españoles empezaban a informar su desaparición. Paula, la mujer de Darío, empezó a pensar en viajar a Nepal. A la fecha no quedaban expediciones que intentaran cumbre en esos días. El martes 6 llegó Christian Vitry finalmente al Campamento Base, bien, con las manos algo congeladas. Luego supimos que fue bajado desde el C1 bastante desorientado, teniendo que atarlo en algunos tramos para guiarlo. En el base fue atendido por un médico polaco. Habló por teléfono con Pablo Solsona a las cinco de la tarde, hora argentina. A esa hora Paula, la mujer de Darío, se embarcó en un vuelo a Katmandú, vía Madrid, acompañada por su propia hermana y Christian Alvariñas, amigo personal de él. El miércoles 7 se espera que el a las 09.30 hs de Nepal (media noche del martes de Argentina) un helicóptero baje, desde el Campo Base a Christian y también a Guillermo Glass, siempre que el clima lo permita, hasta Katmandú, donde se quedarán uno o dos días.
Según el informe de la expedición lituana, fueron ellos los que llamaron a Katmandú y consiguieron que los incluyeran en el helicóptero, junto con otros pasajeros nepalíes en buenas condiciones. Una vez en Katmandú se encontrarían Alvariñas, amigo y uno de los socios de Darío en la agencia de turismo que compartían. La familia Bracali hizo los trámites en Cancillería para traer el cuerpo en caso de que lo encuentren. Familiares y amigos han contratado a Global Rescue para el rescate, y subirían cuatro sherpas a buscarlo. En Madrid Pablo Solsona llevará a Sebastián Cura a Zaragoza para comenzar la atención de sus dedos, tratamiento que concluirá en Argentina. Recopilación hecha por Santiago Storni con la especial colaboración de Marcelo Espejo, y Guillermo Almaraz, además de Guillermo Martin y las fuentes Noticam.com, MountEverest.Net, y los sitios web de Edurne Pasabán, Carlos Pauner y otros.
REGISTROS
Con las recientes noticias el Dhaulagiri se convierte en la montaña que tiene tantas cumbres exitosas como víctimas fatales de argentinos. Y Christian Vitry es el segundo salteño en coronar un ochomil. Esta expedición originalmente iba a ir al Shisha Pagma, pero por la rebelión en el Tibet tuvieron que reorientarse al Dhaulagiri quince días antes de partir. Darío Bracali (35), de Buenos Aires, era el único del grupo con experiencia previa en ochomiles, habiendo coronado el Cho-Oyu y el Gasherbrum II. Con Guillermo Glass, de Esquel, crearon la productora “Arista Sur”, y un documental estaba siendo filmado desde el inicio de este viaje; juntos habían subido varias montañas de los altos andes dentro de un importante proyecto documental. Christian Vitry, de Salta, se dedica a la arqueología y ha ascendido varias de las montañas más altas de los Andes. Sebastián Cura fue presentado al grupo por un amigo, y ha estado en la Cordillera Blanca de Perú. El Dhaulagiri es el ochomil históricamente más concurrido por argentinos: En 1954 la primera expedición argentina a un ochomil, fue dirigida por el Teniente Ibáñez, por la Ruta de la Pera, y aunque no alcanzaron la cima tuvo repercusión mundial. Iban Watzl, Magnani y otros. En 1955/56 dirigida por el Teniente Emiliano Huerta volvieron a intentar la Ruta de la Pera. Estando allá cayó Perón y tuvieron que quedarse todo el invierno sin poder volver hasta el año siguiente. En 1981 dirigida por el Comandante Mario Serrano nuevamente una expedición por la Ruta de la Pera. En 1989 dirigida por Raúl Uranga, por la Ruta Normal, con los hermanos Aguilar. En 2004 dirigida por Damián Redmond con “Argentinos al Himalaya”, aunque esta es argentino-catalana. Planeaban ir por la Ruta de La Pera, pero optaron por la normal.
Como intentos individuales están:
* 1990 “Lito” Sánchez. Primera cumbre de un argentino en un ochomil. Ruta Normal.
* 1990 Carlos Mon. Ruta Normal.
* 1990 Manuel Montoya. Ruta Normal.
* 2002 Tommy Heinrich. Ruta Normal.
Adicionalmente, el Dhaulagiri tiene dos de las tres muertes de argentinos en ochomiles: Ibáñez en el 54 (aunque no murió en la montaña sino en Katmandú) y Serrano en el 81. “Lito” Sánchez en 1990 y Víctor Herrera en el 2004 eran hasta ahora los únicos argentinos que alcanzaron la cumbre.
Fuente: Marcelo Espejo