Orientacion y Navegacion Terrestre
Recuerdo un artículo de que publiqué sobre “Orientación y Navegación Terrestre”, expuse que ambas palabras obedecen a técnicas y métodos que son aplicados a partir de la lectura e interpretación de la información provista en una carta topográfica, plano que está conformado en las escalas de 1:25.000 y 50.000, entre otras menores. Ambas medidas de escalas son generalmente utilizadas por aquellos usuarios (técnicamente hablando, por personas que se desempeñan como orientadores y navegantes terrestres en un ambiente natural), que realizan actividades deportivas, exploratorias o de otra índole, en diferentes ambientes naturales, por medio de disciplinas deportivas como carreras de aventuras, montañismo, trekking, campamentismo, etc.. Las dos escalas son las que mejor se adaptan al uso de ese tipo de actividades, por la información técnica que poseen ambas.
Como bien expliqué a los participantes del último curso que dicté sobre técnicas de Orientación y Navegación Terrestre en el mes de mayo pasado, existen dos temas fundamentales que una persona debe saber y me refiero a lo siguiente: que no sol se trata de solo aplicar (usar) una “brújula” y una “carta topográfica” en forma combinada, como elementos artificiales de navegación sino que, se trata de “dominar estas técnicas”.
Teniendo en claro esos conceptos, quien desee iniciarse en el uso de la Orientación (con fines deportivos u otros), solo debe saber la importancia que requiere el uso de ambos elementos básicos de navegación, y si desea iniciarse en su estudio y posterior aplicación, nosotros les brindamos las herramientas necesarias por medio de cursos afines que pueden realizar sobre “Cartografía, Orientación y Navegación Terrestre” en nuestro Centro.
Coordenadas Geográficas, Latitud, Longitud, Puntos Cardinales, Topografía, Planimetría, Altimetría, Norte Geográfico, de Cuadrícula y Magnético, Declinación Magnética, Brújula, Mapas, Cartas Topográficas, Rumbo, Distancia, Intersección, Triangulación, Orientación y Navegación Artificial y Natural, Diurna y Nocturna, Tiempo, Pasos Dobles, etc., forma parte del lenguaje universal del estudio propio de estas técnicas que tanto valor poseen su aprendizaje y posterior práctica en el terreno.
Desde que me inicié como Instructor en técnicas de Orientación y Navegación Terrestre, dictando distintos cursos en Pezcalandia de Cartografía, Orientación y Navegación Terrestre precisamente, he notado en el desempeño individual de algunos ex alumnos que, si bien asistían con la mejor predisposición para iniciar el aprendizaje, ellos creían que con haber realizado un curso de estas características, ya se encontrarían aptos y en condiciones de orientarse y realizar una navegación terrestre (una travesía en terrenos llanos o con altitud) donde no encontrarían oposición natural alguna en realizar una marcha en el terreno, para llegar a diferentes destinos comprendido por muchos kilómetros, usando la brújula y la carta sin inconvenientes. En realidad no es así. Porqué?, porque al finalizar un curso, el participante ya ha adquirido su primer aprendizaje por medio del contacto con el instructor en el aula (clase) y en la práctica (terreno), guiado siempre por el profesor y ayudado con el soporte de un didáctico manual de curso que queda para el mismo.
Durante el último curso de Orientación que dicté en abril pude evidenciar que algunos alumnos tenían cierta dificultad para entender algunos temas finales del curso, precisamente cuando se abordaron algunos con base matemática de la cual, no todos se acuerdan de algunos cálculos matemáticos, precisamente porque ya se ha finalizado la secundaria y quizás, la universidad hace tiempo. Es entendible que esas dificultades de interpretación se presenten (me sucedió a mi cuando era alumno de los cursos de Orientación hace ya muchos años) pero con esfuerzo, con un buen sistema de comunicación instructor-alumnos, se pudo superar esa pequeña barrera.
Esa misma comunicación, ese “trabajo en equipo” debe llevarse a cabo cuando un grupo de personas, un equipo de corredores de carrera de aventuras, unos montañista, etc, se encuentren desorientados y necesiten aplicar la técnicas abordadas en este nota, para salir con éxito de esa situación.
Gabriel Esquivel
Instructor en Supervivencia
Staff Pezcalandia -Northaltitude
Recuerdo un artículo de que publiqué sobre “Orientación y Navegación Terrestre”, expuse que ambas palabras obedecen a técnicas y métodos que son aplicados a partir de la lectura e interpretación de la información provista en una carta topográfica, plano que está conformado en las escalas de 1:25.000 y 50.000, entre otras menores. Ambas medidas de escalas son generalmente utilizadas por aquellos usuarios (técnicamente hablando, por personas que se desempeñan como orientadores y navegantes terrestres en un ambiente natural), que realizan actividades deportivas, exploratorias o de otra índole, en diferentes ambientes naturales, por medio de disciplinas deportivas como carreras de aventuras, montañismo, trekking, campamentismo, etc.. Las dos escalas son las que mejor se adaptan al uso de ese tipo de actividades, por la información técnica que poseen ambas.
Como bien expliqué a los participantes del último curso que dicté sobre técnicas de Orientación y Navegación Terrestre en el mes de mayo pasado, existen dos temas fundamentales que una persona debe saber y me refiero a lo siguiente: que no sol se trata de solo aplicar (usar) una “brújula” y una “carta topográfica” en forma combinada, como elementos artificiales de navegación sino que, se trata de “dominar estas técnicas”.
Teniendo en claro esos conceptos, quien desee iniciarse en el uso de la Orientación (con fines deportivos u otros), solo debe saber la importancia que requiere el uso de ambos elementos básicos de navegación, y si desea iniciarse en su estudio y posterior aplicación, nosotros les brindamos las herramientas necesarias por medio de cursos afines que pueden realizar sobre “Cartografía, Orientación y Navegación Terrestre” en nuestro Centro.
Coordenadas Geográficas, Latitud, Longitud, Puntos Cardinales, Topografía, Planimetría, Altimetría, Norte Geográfico, de Cuadrícula y Magnético, Declinación Magnética, Brújula, Mapas, Cartas Topográficas, Rumbo, Distancia, Intersección, Triangulación, Orientación y Navegación Artificial y Natural, Diurna y Nocturna, Tiempo, Pasos Dobles, etc., forma parte del lenguaje universal del estudio propio de estas técnicas que tanto valor poseen su aprendizaje y posterior práctica en el terreno.
Desde que me inicié como Instructor en técnicas de Orientación y Navegación Terrestre, dictando distintos cursos en Pezcalandia de Cartografía, Orientación y Navegación Terrestre precisamente, he notado en el desempeño individual de algunos ex alumnos que, si bien asistían con la mejor predisposición para iniciar el aprendizaje, ellos creían que con haber realizado un curso de estas características, ya se encontrarían aptos y en condiciones de orientarse y realizar una navegación terrestre (una travesía en terrenos llanos o con altitud) donde no encontrarían oposición natural alguna en realizar una marcha en el terreno, para llegar a diferentes destinos comprendido por muchos kilómetros, usando la brújula y la carta sin inconvenientes. En realidad no es así. Porqué?, porque al finalizar un curso, el participante ya ha adquirido su primer aprendizaje por medio del contacto con el instructor en el aula (clase) y en la práctica (terreno), guiado siempre por el profesor y ayudado con el soporte de un didáctico manual de curso que queda para el mismo.
Durante el último curso de Orientación que dicté en abril pude evidenciar que algunos alumnos tenían cierta dificultad para entender algunos temas finales del curso, precisamente cuando se abordaron algunos con base matemática de la cual, no todos se acuerdan de algunos cálculos matemáticos, precisamente porque ya se ha finalizado la secundaria y quizás, la universidad hace tiempo. Es entendible que esas dificultades de interpretación se presenten (me sucedió a mi cuando era alumno de los cursos de Orientación hace ya muchos años) pero con esfuerzo, con un buen sistema de comunicación instructor-alumnos, se pudo superar esa pequeña barrera.
Esa misma comunicación, ese “trabajo en equipo” debe llevarse a cabo cuando un grupo de personas, un equipo de corredores de carrera de aventuras, unos montañista, etc, se encuentren desorientados y necesiten aplicar la técnicas abordadas en este nota, para salir con éxito de esa situación.
Gabriel Esquivel
Instructor en Supervivencia
Staff Pezcalandia -Northaltitude
