Traje de neoprene: nos va a proporcionar protección contra los golpes y raspaduras, una gran flotabilidad y sobre todo, aislamiento térmico. Se compone de dos piezas: peto y chaqueta. Suelen tener grosores de entre 3 a 5 mm. Para garantizar una mayor protección a los golpes, se ponen refuerzos en codos y rodillas.
El calzado: el calzado ideal es aquel que nos sujeta el tobillo, su tejido debe ser resistente al agua, que no se pudra con facilidada, tenga una suela muy adherente y sea lo suficientemente confortable en las marchas de acceso y retorno. Por lo general, unas botas de treking con buena suela, suelen hacer un buen papel.
El casco: es un elemento de seguridad, nos va a proteger de caídas de piedras, habituales en los cañones; también de posibles golpes en la cabeza provocados por resbalones, desequilibrios en los rápeles, o caídas.
El arnés + descensor: proporciona un soporte seguro y nos va a permitir descender verticales por medio de la técnica de rapel. Es el elemento técnico que posibilita fijar la unión de la cuerda de descenso a nuestro cuerpo y bajar de una forma controlada.
La mochila: sirve para llevar todo nuestro material y es especial, puesto que se construyen con mallas o agujeros, por los que se pueda evacuar el agua que entra cuando nos sumergimos; está fabricada con materiales resistentes a la abrasión.
Bidón estanco: es un complemento indispensable puesto que en este recipiente llevaremos alimentos, botiquín, linterna frontal, manta térmica de emergencia y todo aquello que nos permita acometer el descenso en mejores condiciones.
Cuerdas hidrófugas: elemento imprescindible puesto que ellas nos permitirán hacer rápeles, instalar pasamanos, hacer tirolinas, asegurar a compañeros, etc…Sus características hacen que no absorban el agua, con lo que su peso no aumentará cuando estén mojadas y no se podrán hundir.
Fuente Los Pirineos