jueves, 24 de julio de 2008
Nadar con tiburones blancos-azules.
No todos quieren tumbarse al sol y dejar pasar las horas con un buen libro bajo la sombrilla. Otros prefieren las emociones fuertes para vivir esos días de descanso y “cargar pilas” a base de cataratas de adrenalina.
Para éstos últimos turistas hiperkinéticos y valerosos, les prepongo una experiencia única: compartir el habitat natural y llegar a mirarse a los ojos con una de las criaturas más voraces del mundo: el tiburón blanco-azul.
Este simpático bichito que puede medir hasta 5 metros, es el predador marino más grande de los océanos. Una vez que muerde a supresa la deja ir, esperando a la distancia a que se desangre lentamente. No tiene apuro para consumar su cacería. Sabe esperar y acecha.
Sus principales presas son las focas o lobos marinos. Cuando se ha registrado un ataque a humanos ha sido a causa de un error, cuando el incauto fue confundido con uno de esos animales en un lugar habitual de caza. Pero por las dudas, o me pondría a nadar cerca de su “espacio”.
Sin embargo, para aquellos turistas con valor suficiente, hay una posibilidad en Sudáfrica. Este país, ubicado entre dos océanos, es famoso por la presencia de tiburones blancos. Para vivir esa experiencia hay que trasladarse hasta el pueblo de Gansaii un poco al sur de Ciudad del Cabo.
Desde aquí salen barcos de observación de tiburones en altamar con una cubierta especialmente protegida para aquellos que quieran ver a los escualos desde arriba y ofrecen la posibilidad de inmersión en una jaula de seguridad para buscar un “encuentro cercano”.
La visita incluye el traslado hasta alta mar, el desayuno abordo, el almuerzo, comidas y snacks durante el día, equipo de buceo, etc.
Toma un día completo y cuesta unos 120 euros (1.400 rands sudafricanos)
La mejor época para sumergirse en esas aguas con altas probabilidades de encontrase con un tiburón de frente como en la foto del inicio (eso sí, nosotros siempre dentro de una jaula) es entre los meses de abril y diciembre (el invierno austral).
La pesca de Tiburón desde hace un año esta restringida en nuestro país, la republica Argentina es únicamente pesca con devolucion.
Esta modalidad de pesca para la especie es tarea un poco difícil de realizar, ya que desprender el anzuelo de su boca, no utilizar un bichero para poder reintegrarlo a su hábitat es todo una tarea y aunque no lo crean es una tarea por demás riesgosa, un tiburón puede estar inmóvil fuera del agua por 2 horas y de golpe un solo tarascón atacar lo que tenga al alcance de su boca.
Por Maria Victoria Rodríguez de Viajeros.com.
Fuentes White Shark Diving, Shark Booking, Shark Cage Diving, http://www.pezcalandia.com.ar/