martes, 29 de julio de 2008

Pesca en Bella Vista

El fin de semana del 12 y 13 de Julio, visitamos la localidad correntina de Bella Vista, una ciudad hermosa con la que la naturaleza le ha sido muy generosa, a la que se le suma la sencillez de su gente lo que hace un lugar único.
Previamente habíamos entrado en contacto con quien sería nuestro guía, el carismático Hugo Viccini, y nos había dicho: “Vengan tranquilos, hay dorados y pacúes”. Así fue que arribamos a Bella Vista el sábado bien temprano, Gonzalo Moneo Rosas, Javier Barandiarán, Mariano Echeverria y Cesar Gomez, y a las 7:45 estábamos entrando al río partiendo desde “El Viejo Muelle”, uno de los embarcaderos de la ciudad. El día se presentaba despejado y cálido, lo que animaba aún más nuestras expectativas. Las primeras pasadas las hicimos al dorado, teniendo en cuenta que en la pesca es con devolución obligatoria. Primero pescamos a la deriva y luego hicimos una pasada al golpe con morena sobre unas correderas pegadas a la costa donde tuvimos las primeras respuestas casi inmediatamente, pinchando dos ejemplares antes de la 8:30. Pero la idea de nuestro guía era probar el mayor tiempo posible al Pacú que según el, por las condiciones climáticas, altura del río y época del año, estaban en inmejorables condiciones, difícil de repetirse. Así que tipo 9:30 después de navegar hacia la zona conocida como “La Raigonada”, enfrente del arroyo “El Mortero”, comenzamos con los primeros lances. El viento impedía probar al golpe, motivo por el cual anclamos amarrados a los árboles caídos al río. La carnada, una masa “mágica” que desarrolla Hugo con ingredientes celosamente guardados. El pique no se hizo esperar, y Javier tiene un pique excelente que exige al máximo el equipo, pero lamentablemente el pez se metió debajo de unos palos y cortó el nailon. Nos movimos unos 300 metros río abajo, y Gonzalo acusa otro espectacular pique que le saca todo el multifilamento del reel y lo corta sin darle la posibilidad de recuperar una vuelta de manivela. Con la adrenalina a full, se hizo la hora de comer, para lo cual salimos para la isla donde éramos esperado por “Chocolate” un isleño callado y servicial que nos hizo disfrutar de unas delicias culinarias. El entorno hace que no podamos dejar de asombrarnos con lo que ofrece a nuestra vista, monos aulladores, yacaré, cardenales y demás especies abundan en la zona y nos transportan. Después de comer y un descanso reparador partimos nuevamente en busca del pacú, esperando que la temperatura sea la propicia, hasta que finalmente, fuimos recompensados con un ejemplar de 4,5 kg., el cual fue clavado por Gonzalo en un remanso cercano al arroyo “El Mortero”. A última hora volvimos a intentar con el dorado, obteniendo 3 ejemplares más, aunque chicos. El domingo nuevamente salimos en busca del río. A las 7:15 estábamos entrando a puro chamamé. Hicimos unas pasadas al dorado en unas correderas obteniendo rápidamente 4 ejemplares medianos, y un hermoso pique que Javier no pudo concretar, pero que hacia parecer un gran ejemplar. Pero como las fichas estaban puestas en la revancha con los piques de Pacú errados el día anterior, a las 9:30 estábamos otra vez intentando. Varios piques que no pudieron ser concretados, hasta que finalmente tipo 10:30, Javier acusa un pique y simultanemente Gonzalo otro, clava y parecía que un submarino había enganchado la línea. Comienza la corrida, imparable, sacando nailon sin cesar. Hugo, pone en marcha la lancha y comienza a ganar terreno para el centro del río, y así evitar que el pez vuelva a meterse debajo de los palos de la costa. Luego de una pelea inolvidable, el pez fue vencido y subido al bote. ¡Era un pacú de 16 kilos!. Nos miramos y no podíamos creer que existieran esos bichos. La verdadera dimensión del logro la comenzamos a entender cuando arribamos al puerto. Nos esperaba la prensa de Bella Vista y los pueblerinos miraban atónitos el ejemplar pescado. Se sacaban fotos con sus celulares. Era algo increíble, y el hecho de haber estado ahí es indescriptible. Nuestro más sincero agradecimiento a nuestro guía Hugo Viccini, el que además de ser un profesional cuando las líneas tocan el agua, es un Showman el resto del tiempo, siempre atento a cada detalle, conocedor del río como pocos y un apasionado de lo que hace. En síntesis, Bella Vista ofrece buena pesca, ejemplares únicos, hospitalidad al máximo exponente, rodeadas de una naturaleza inigualable para los que amamos este deporte. Fuente: Wilmar Merino - Viva la Pesca- Diario Popular