Después de más de 8 meses de entrenamiento para participar en LA MISION, llego el día de partir hacia Villa Pehuenia, arribando el lunes por la mañana a un lugar maravilloso de la Patagonia Argentina.
Lunes, martes y miércoles por la mañana, acreditación, entrega del kit, pasaportes, mapas, charla técnica y por supuesto compartiendo siempre con amigos y haciendo nuevos amigos.
Miércoles al mediodía, Arco de largada, Helicóptero, cuenta regresiva…y a caminar, en un día soleado y caluroso, largamos los 350 corredores, todos con la misma ilusión de cruzar el arco de llegada antes de las 16 hs del día sábado.
La primer sorpresa fue la trepada al Volcán Batea Mahuida (1.865 msm), por lo empinada y alcanzando la cumbre, el viento soplaba con fuerza, llegando, con mi compañero Horacio Molino al 1er puesto de control obligatorio (Hito XXIII), a las 17:50, de acuerdo a lo previsto. Seguimos al Cerro Piñenue (1.914msm) el viento y el frío se empiezan a sentir, el tiempo transcurre rápidamente y se hace de noche al arribar al el PC1 (Ruinas), 21:33 hs.
Con un grupo de amigos cruzamos el arroyo, para emprender la gran subida a la meseta del Arco, a través de un bosque de araucarias, aquí nos unimos con otro grupo, donde se encontraba la que luego fue mi compañera de carrera, Irene Mezzaluna.
Era una noche con luna nueva y la poca visibilidad no nos permitía encontrar el puesto y la senda hacia el Puesto de Control 2, así fue que decidimos hacer lo que nos pareció más sensato, refugiarnos del viento y el intenso frío, pasar la noche y continuar con la primera luz del día. Llegamos a ser más de veinte corredores apiñados junto a un surco de agua mínimo en el oscuro páramo de la meseta a 1.500msm
Ciertamente, por la mañana encontramos el camino rápidamente, y en poco más de dos horas cruzamos el PC2 (Río Litrán). Teníamos unas horas de atraso pero no era tan terrible hasta tomar conciencia de lo lejos e inalcanzable que resultaba ser el cerro Pedregoso (1.997msm) luego de alcanzar la cumbre del cerro Quirinco (1.700msm), por error, decayó la moral de mi compañero y otros corredores con los que compartía la jornada, y así fue como se inició una segunda etapa de carrera contra el tiempo, en la que me acompañaron unos pocos, con el solo objetivo de llegar.
Al Pedregoso le sucedieron el Cerro Lonco Loan (1.777msm), el PC3, cruzar la Pampa de Lonco Loan (meseta a unos 1.600msm). Cuando creía que faltaba muy poco para llegar al siguiente PC, se hizo de noche al encontrar el paso entre el risco pronunciado para descender desde la meseta hacia la naciente del río Aluminé. Gracias a mi nueva compañera logre descender semejante obstáculo, sin dificultad y así conseguimos llegar al PC4 (Escuelita), sin inconvenientes pero mucho mas tarde de lo esperado, y siendo las 00:00 hs, decidimos dormir para reiniciar la marcha a las 04:00 hs.
A la hora señalada, ya repuestos y desayunados encaramos hacia el rió Relem (unos 20km hasta el PC5), bajo la lluvia que no nos abandonó en todo lo que quedaba de recorrido hasta finalizar la carrera.
El ascenso a los filos estuvo cerrado durante la noche, lo que de algún modo agrupo a corredores que hicieron una parada en ese punto y a otros más rezagados que siguieron sin descanso. A la vez, las condiciones del clima, el no encontrar el rumbo, y el cansancio abatieron a muchos corredores que decidieron abandonar en esa instancia
Luego de almorzar y abrigarnos en el PC 5, a las 12 hs, encaramos el recorrido hacia el PC 6 “Moquehue”. Lo que recomendaba la organización era que este tramo debía hacerse de un solo tirón, alcanzamos cumbres de 2.000 msm, zonas nevadas, ráfagas de viento que nos hacían salir de las sendas, y la llovizna se convirtió en nevisca. Siendo las 15:30 hs y luego de un descenso en carrera, quede solo, ya que mi compañera siguió corriendo para mejorar su tiempo y lograr un lugar en el podio (2do Puesto en Damas individual).
Arribe al PC 6, a las 17 hs, me sentía muy descompuesto, pero como solo me quedaban 23 km, para la meta, decidí continuar, antes cargue un poco de combustible, completé las caramañolas y seguí. Fue la parte más dura de la carrera, solo por la ruta, primero de ripio y cuando se hizo la noche ya de pavimento, pero con las ayuda de mis dos hijos, (Adriel y Ayelén) y amigos que me llamaban por celular para darme las fuerzas que ya no tenía, logre arribar a la LLEGADA a las 23 hs. “MISION CUMPLIDA”.
150km - Tiempo: 58hs 33min, puesto 68 en Caballeros y 107 en la General.
Agradezco a mi entrenadora Gaby Castillo, por ponerme en las mejores condiciones físicas para afrontar sin dificultades semejante esfuerzo.
A mis hijos que siempre me apoyan en todo lo que hago.
Y a la cantidad de amigos con los que compartí jornadas que quedaran en mi memoria para siempre.
Por Pedro Bonessa
Para Pezcalandia