viernes, 12 de diciembre de 2008

Piques en Punta Alta

Hola amigos, queria comentarles todas las vivencias de esta salida de pesca que realizamos en Punta Alta. Pero no nos adelantemos y vayamos al principio de la misma que tuvo sus comienzos los primeros días de noviembre cuando llame a Carlos “Negro” Aramayo para saludarlo y preguntarle como venia la temporada; su respuesta me tomó con la guardia baja, ya que me dijo: "¿Qué haces todavía en Buenos Aires? estamos pescando como en las mejores épocas, VENITE YA!". El teléfono me temblaba en la mano, quede mudo por un instante, y luego solo atiné a responderle: “después te llamo”. Los días siguientes al llamado fueron difíciles de sobrellevar, ya que compromisos y trabajo ocupaban toda posibilidad de pesca, pero por suerte arreglos con amigos para que me cubrieran obraron con el milagro, y así pude confirmar nuestra visita para el sábado 22.
Súper entusiasmado con la salida, se me ocurrió que si viajaba un día antes podía acercarme hasta la laguna de Chasicó y probar cómo se encontraban los piques de los pejerreyes para después también contarles lo que pasaba. Pero uno propone y el destino dispone, ya que luego de viajar todo el jueves 19 junto a mi señora Susana y mi nieto Haziel, cuando por la noche llegamos a Chapalcó Ray, un temporal con gran intensidad castigaba toda la zona, nos comentaron en el complejo que en esos momentos las ráfagas de viento superaban los 80 Km.Con este feo panorama nos retiramos a descansar, y al levantarnos por la mañana lamentablemente todo continuaba igual, esperamos en vano que cambiara el clima, fue así que pasado el mediodía y luego de almorzar con Ariel Rule decidimos ponernos en camino a Punta Alta. Punta Alta se encuentra sobre la ruta Nac. Nº 3 a 80 Km. de Bahía Blanca, tomando por la ruta 229 y es conocida por la base naval que allí se encuentra.Al llegar por la tarde a la ciudad la encontramos envuelta en una gran nube de tierra, rápidamente llamamos a Aramayo con el temor que también se nos frustrara esta salida. Su respuesta nos dio algo de tranquilidad, ya que la gente de su tripulación en esos momentos estaba pescando sin ningún tipo de problemas.Tratamos de no pensar, y luego de cenar en el centro nos fuimos a descansar ya que teníamos que levantarnos a las 6 para estar en Puerto Rosales a las 7 de la mañana. La mañana del día esperado, nos recibió sin cambios, el informe de prefectura anunciaba que las ráfagas de viento se mantendrían durante todo el día en los 60 Km. No miramos más el pronóstico y pusimos rumbo al puerto, ahí nos encontramos con los demás pescadores y luego de los saludos y la bienvenida nos preparamos para embarcarnos en el Paky.Una vez, cómodamente instalados, nos dedicamos a desayunar y disfrutar del viaje mientras el “Conejo” guiaba la embarcación hasta el veril del canal a la altura de la boya par 17. Llegar al punto elegido no nos llevo más de una hora, y luego de anclar el Paky en el punto exacto que marcaba el GPS nos preparamos para comenzar con los intentos. Para los mismos nosotros empleamos cañas de 2 metros, relees rotativos Spinit Excutive 4000, cargados con multifilamento Spinit del 0.15 y unas líneas de un metro con nylon del 60 igual que las brazoladas, donde colgaban unos filosos anzuelos corvineros 0.5, el peso de las plomadas lo fuimos adaptando con el correr de la jornada y según las fuerzas de las mareas, pero estuvo entre los 200 y 300 gramos ya con todo listo encarnamos unas frescas anchoas y dio comienzo a una pesca inolvidable, pues no pasaron muchos minutos, cuando de todos lados de la embarcación me llamaban para que les sacara la foto con las capturas, pasaba el tiempo y los piques no decrecían. Los de Pezcalandia usamos otro material, cañas muy similares marca Gibsons y algunos Vhon Housen con un reel muy particular, con traba de liberacion de nylon desde su cuerpo, tambien teniamos reel gibsons essential con monofilamento del 0.40 y 0.50 son distintas modalidades o formas de atender esta pasion que tanto nos une Y entre foto y foto algo me llamo la atención, los que ya pescaron de embarcado seguro que lo saben y los que no, se enterarán en este momento, según la teoría dice que la popa del barco es el lugar con las mejores capturas, la explicación es que todos los pescadores al derredor de la embarcación entre piques fallidos y carnadas desechadas van formando una ceba que se deposita atrás del barco, motivo para mas capturas, pero en este día, cualquier sector era igual, sean las bandas de estribor o babor, una muestra de esto fue el matrimonio que estaba ubicado en la proa, no solo capturaban pescadillas, fueron también los primeros en levantar unas buenas corvinas. A media mañana cuando llegaron los sándwiches creo que pasaron de largo, ya que todos tenían las manos ocupadas encarnado o desprendiendo una pieza; a esta altura de la pesca ya nadie se acordaba del viento, que continuaba soplando con la misma fuerza de la mañana pero en la embarcación eso no se notaba. Y entre pique y pique, llego la hora del almuerzo, decir que estos fideos son un manjar, seria caer en la redundancia, pues el que visitó Punta Alta sabe de lo que le estoy hablando. Pero nuevamente algo llamo mi atención, y era que las sobremesas no eran tan largas, claro había una explicación, desde cubierta llegaban los comentarios de las nuevas capturas y además porque se había incrementado el pique enormemente, hacia muchas temporadas que no veíamos dobletes de pescadillas. En años anteriores, al anzuelo de arriba, casi no era necesario encarnarlo, pues ningún pez lo tomaba, en este día, hasta eso cambió. Pues era común levantar dobletes, y además, era tan feroz en algunos casos el pique, que se prendían de los anzuelos, mucho antes que la plomada llegara al fondo. Por eso había que estar muy atentos, a las sensaciones provenientes de la caña y que llegan a nuestro cerebro, para iniciar la clavada, sino lo hacíamos con justeza el pez seguro nos ganaba la pulseada. Sólo se corto el pique cuando a las cinco de la tarde mientras levantábamos unas buenas piezas, nos sorprendió el ruido del motor del Paky, que nos marcaba la hora del regreso a casa. Por Rodolfo González Textos Carlos Rodríguez Fuente Pescanet