Aqui tenemos un relato que llego a Pezcalandia gracias a la familia Urquiza, para nosotros la imagen corresponde a un pez vela.
En Pezcalandia solo estamos dando difusion a contenidos recibidos, es posible que denominen espada en otras latitudes al que nosotros conocemos como pez vela.
Desde El Salvador, tierra escondida para no poder ser invadida por la tristeza. Sin importar las duras pruebas que la vida ha impuesto en los corazones de su gente, basta con mirar a la ventana para desfallecer ante el imponente coloso que yace custodiando a su amado pueblo sembrado sobre sus faldas, y que guarda en sus entrañas el fuego soberano que mantiene cálida la esperanza.
El tibio mar que baña nuestras costas, de nuevo como cada año, está por atestiguar las épicas batallas de los peces y los hombres, que dejando a un lado diferencias de casta y viejas rencillas, están unidos por el rugir del fiero mar y su místico color azul negruzco.
Ésta noche de viernes hemos de reunirnos, charlaremos al son de los brindis y entre el humo del cigarro, los bohemios narraremos días y noches de aventuras de caza y pesca además de improvisar uno que otro poema, para los curiosos oídos de las damas que estén presentes. También, siendo lo más importante, fraguaremos alegres bebiendo ron y cerveza, nuestros futuros días en alta mar en busca del Dorado y el Pez Espada.
Espero pronto poder llevarles, las fotos de lo que acontezca, por ahora solo esta pequeña prosa, que espero os apetezca... si Dios quiere...
Por Miguel Angel Amador Flores.