El amigo y colega Pepe ha enviado a los usuarios y lectores de Pezcalandia un relato de su día de pesca inolvidable para él.
Como en una nota anterior a principios de temporada me quedé con las ganas de ir a pescar a Junín de los Andes, gracias al mal comportamiento de algunos "amigos" o "compañeros de pesca"; por lo tanto este viaje se fue postergando y formando otro grupo, que aprendieron esta técnica de pesca conmigo, y ya me lo venían pidiendo (Luisisto Milesi, Luis Nardi y Pablo Barletta, estos dos últimos de la ciudad de Pergamino).
Nos pusimos de acuerdo para salir desde Junín (B.A.); se imaginarán la ansiedad, completar la caja de moscas, preparar equipos (que seguro están listos, pero igual desarmamos todo y lo volvemos a armar), averiguar cuáles andan mejor en esta época del año, y al final hasta las previsiones climáticas, que aunque se pronosticara mal tiempo igual teníamos que ir en esa fecha.
El día llegó, subimos a la ruta y destino final Junín de los Andes. Al llegar a esta arribamos a la cabaña de nuestra anfitriona y amiga, Estela quien nos estaba esperando con una picada. Sacamos las licencias, armamos equipos a las 4 o 5 de la tarde ya estábamos en la curva del manzano en el río Chimehuín.
Por mas que practicamos todo el año (en aguas quietas) y al hacerlo en el río el cual tiene una fuerte correntada, comienzan las puestas a punto, no del equipo sino nuestra; algunas galletas, nudos de viento, malas correcciones de líneas o mends, cambios de moscas hasta que le tomamos nuevamente la mano a la presentación de estas.
Allí comenzamos a clavar algunas arco iris chicas; volver a la cabaña cenar, comentar pormenores y defectos.
Al día siguiente desayunar temprano y rumbo al Malleo, allí ya puestos a punto desde el día anterior, comenzamos los lances y se sucedieron varias capturas de arco iris y fontinalis chicas, luego del mediodía, descanso obligado por el calor, el cual nos acompañó toda la semana incluso uno de los días llegó a los 34 grados, para retornar a la actividad y seguir hasta la puesta del sol. En ese momento, se sucedieron algunas capturas interesantes, de truchas arco iris de mas de 1 Kg. lo cual nos dejó satisfechos en lo que a pesca se refiere.
Los días van pasando, visitas al Chimehuín, río abajo del Quilquihue, o hacia arriba antes de la boca, siempre la misma situación, muchas capturas de truchas chicas y algunas superaban el kg, con varias presas de mas de 2 Kg como la capturada por Luis Nardi que creo mas de 2,5 Kg en el río Malleo con caña Echo classic #3.
Casi todas con moscas secas, donde las mas efectivas fueron las emergentes, Adams, royal coachman, humpy, ninfas como las prince y copper jhon; y el último día en el río Chimehuín Luisisto Milesi sacó una arco iris que por su tamaño pesaba alrededor de los 2 Kg con una hormiguita en anzuelo # 18 que en realidad era para pescar en los ríos Córdoba. Visitamos también el río Caleufú cerca de su naciente obteniendo mas de 20 presas cada uno. Quiero recordar que el peso que doy de los peces es estimado, ya que ninguno fue pesado, ya que se devolvieron a su elemento lo mas rápido posible para evitar que estos sufran las consecuencias del stress.
En realidad pescamos cerca de 100 a 120 truchas cada uno de nosotros, todas fueron devueltas.
El último día de pesca fuimos a un sector del Chimehuín, y en un remanso veo un par de truchas comiendo en superficie, me arrime por detrás de ellas y luego de un para de lances veo como una de ellas toma mi mosca y desencadena una lucha espectacular, con caña Rise Z # 3 y un mosquito en # 18, un pique de los que se describen en todos los libros, algo hermoso. yo a los grito para que alguien me saque una foto, y así fue. Pablo Barletta quien sacó esas fotos se arrimó y luego de dejar tranquilizar el lugar volvió a hacer unos tiros y también tuvo su premio, otra de mas o menos 1,5 Kg también.
Fue un viaje sensacional lleno de anécdotas y compartir vivencias de pesca que todos ansiábamos desde hacía ya un tiempo. Además destacar que estos muchachos practicaron durante el invierno, o sea aprendieron a pescar antes de ir, muchos pescadores se acuerdan de aprender un par de semanas antes y eso es muy difícil hacerlo cuando uno ya está en el lugar de pesca y no se dispone de tanto tiempo; por lo que aconsejo comenzar ahora, para llegar a la temporada con conocimiento y práctica, lo que se traducirá en capturas inolvidables, no en frustraciones tan comunes por ver los peces, y otros que pescan y no llegar ni siquiera a lanzar, menos aún presentar bien una mosca para engañar tan astuto y caprichoso contrincante. Arrímese a alguna asociación, club, o instructores que lo asesorarán.
Un abrazo
Por Pepe Perrone
Para Pezcalandia