Llegó a la redacción de Pezcalandia que en la Isla del Coco (Costa Rica) para controlar la pesca ilegal, grupos ambientalistas instalarán dos nuevas cámaras de vigilancia con visión nocturna.
La Isla del Coco, esta ubicada en medio del océano Pacífico a unos 535 kilómetros de Costa Rica, es constantemente asediada por barcos pesqueros a pesar de ser un Parque Nacional.
La Isla del Coco, ubicada en medio del océano Pacífico a unos 535 kilómetros de Costa Rica, es constantemente asediada por barcos pesqueros a pesar de ser un Parque Nacional y un territorio declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
Por esta razón, la organización no gubernamental MarViva, que colabora con las patrullas en la zona, donará a la isla las dos cámaras especiales para vigilar por la noches.Luis Carlos Montero, técnico de MarViva, indicó hoy a Efe que se planea que las cámaras empiecen a funcionar en un plazo máximo de tres meses.
Montero explicó que una de las cámaras se colocará en una antena de unos 20 metros de altura y servirá para controlar una de las bahías de la Isla, donde usualmente los pesqueros ilegales se aproximan a intimidar a las embarcaciones de la ONG y de los guarparques locales.La otra se situará dentro del barco que MarViva utiliza en sus patrullas, y ambas estarán conectadas con la central de la ONG en San José, desde donde se registrarán vídeos, detalló."Esto permitirá grabar a tiempo real lo que está sucediendo, además de agilizar las denuncias, pues que tendremos el material al momento y no será necesario esperar a que alguien vuelva de la Isla del Coco para presentar las pruebas" ante los tribunales, subrayó Montero.
A pesar de que la Isla es un Parque Nacional desde 1978, por lo que no se puede pescar en los 19,2 kilómetros de mar alrededor de ella, los pescadores, principalmente nacionales, acuden a esta zona en busca de atún y tiburones.El guardacostas Mario González dijo a Efe que los pescadores van al Coco "por los limitados recursos" con los que trabajan los funcionarios y la dificultad para obtener sentencias contra los que cometen la infracción."Esto ha propiciado que los pescadores se apoderen de la zona, imponiéndose con fuerza y violencia", alertó González.El año pasado, los guardacostas y MarViva detuvieron una embarcación panameña que estaba pescando en aguas protegidas y en sus bodegas tenían 280 toneladas de atún.
A pesar de que el caso fue presentado ante las autoridades, los pescadores no fueron condenados. Solo debieron pagar una multa de 668.000 dólares y el barco fue devuelto a sus propietarios, aunque perdió su licencia de pesca.El guardacostas denunció que tanto él como sus compañeros y familiares "han sido amenazados de muerte".Para González, el problema principal para controlar la pesca ilegal "es que tienes que sorprender a los pescadores con las manos en la masa", es decir, con las redes de pesca en el mar."No obstante ellos tienen equipos más potentes que los nuestros y cuando detectan nuestras embarcaciones cortan las líneas de pesca, por lo que ya no hay motivos para detenerlos", reconoció.En los dos últimos meses, se han decomisado más de cien sacos con cuerdas de pesca, once cajas con anzuelos e innumerables boyas.
La Isla del Coco es uno de los tesoros naturales de Costa Rica, principalmente por su fauna marina, y actualmente está compitiendo en un concurso internacional para ser una de las siete maravillas naturales del mundo.
Fuente Soitu.es