El aficionado a la pesca deportiva es muy reacio a admitir la derrota a manos de sus ocasionales oponentes (los peces).
Busca excusas en la influencia lunar, en el viento, en las corrientes, en la presencia de algas, en el ruido, en la temperatura, etc. En los últimos días (algo más de una quincena, ya) la pesca deportiva ha visto muy disminuido el rendimiento y es común ver en toda la costa deambular vehículos de un lado para el otro buscando "ese" lugar en el que se "esconden" los peces. Las lagunas también están padeciendo un proceso similar. Hace ya más de medio siglo, un especialista en el tema decía: "el error del pescador deportivo radica en que pretende que los peces actúen de la misma manera en que lo hacen los humanos". Por eso hay que diferenciar las maneras de ser de cada uno; el ser humano piensa, razona (en el mejor de los casos) y los peces (y otros animales) actúan por instinto, pura y exclusivamente por instinto. Tratar de interpretar a los peces con mentalidad y principios humanos es un despropósito. Únicamente los biólogos especializados en el tema pueden brindarnos una somera orientación con respecto al comportamiento de la fauna íctica; muchas veces se ha oído decir que los peces forman cardúmenes para así morigerar los efectos de los ataques de predadores naturales. Ellos nunca "pensaron" en actuar de esa manera con ese fin, actúan así por instinto. La creación los ha dotado de ese recurso natural para preservar la especie y seleccionar a los más aptos.
No por nada los seres más expuestos a la depredación son los más prolíficos (cornalitos, mojarritas, conejos, etc.). Los que no se adaptaron a las reglas de juego de la naturaleza se extinguieron.
La tecnología ha puesto en manos del pescador deportivo sofisticados elementos para desarrollar la actividad (varas de grafito, multifilamento, ecosonda) y la naturaleza responde a su manera. Cuando la cantidad de peces en existencia sea suficiente, los vamos a tener al alcance de las cañas. Mientras tanto habrá que esperar y estar atentos; la pesca deportiva hay que tomarla como tal: deportiva, recreativa y de esparcimiento.
Capitalizar experiencias y conocimientos, pero sin desesperar, tratando siempre de comprender a la naturaleza, tarea nada fácil porque ella habla un idioma diferente al nuestro.
Via Tandil
Por Teodoro Penoff
Fuente La vos de Tandil