lunes, 19 de octubre de 2009

En Pezcalandia les contamos sobre la exportación de sábalo

La Comisión de Pesca Continental, dependiente del Consejo Federal Agropecuario, realizó una nueva reunión que contó con la presencia de los representantes de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, y Misiones, de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, de Senasa, y de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación. Como resultado de las deliberaciones, se acordó que el cupo de exportación de sábalo y otras especies para el año 2010, se establezca en función de los resultados surgidos del Taller Técnico coordinado por la Dirección de Pesca Continental que se realizará el 22 y el 23 de octubre.
Se decidió en forma unánime que se establezca un volumen máximo de extracción global para la especie sábalo, que no supere el límite inferior sugerido por los estudios de evaluación del recurso. En función del mismo, se fije el cupo destinado a exportación y el cupo destinado a mercado interno. Asimismo, se recomendó fijar la prohibición de la exportación del resto de las especies fluviales, con excepción de carpa y pejerrey.
Pezcalandia, desde su lugar sólo difunde y dá apoyo a todo lo que sea protección de la fauna en toda la cuenca, se suma a la fundación Proteger y sigue cooperando estrechamente con la Sectur sobre el tema del cuidado de las especies, dirigida por la Lic Ángela Ayala y un grupo de colaboradores como el Bioquímico Nicolás Moreno, Carlos Smith entre otro extraordinario grupo de entusiastas por un seguro sustentable.
En este sentido, cabe señalar el valor proteccionista del sábalo, porque “es una especie clave en el sistema, ya que cumple una función ecológica: come materia orgánica particulada que está contenida en los sedimentos y, a su vez, es alimento de otros peces, ya que los juveniles de surubí y dorado se alimentan de los huevos y las larvas de sábalo. En la base de la pirámide trófica está este vertebrado, algo que no sucede en los demás ríos del continente‘, explicó el biólogo Norberto Oldani en un informe de la ONG “Proteger”.
Fuente El Litoral