En Pezcalandia, y luego de un invierno lleno de pejerrey, ya sea de río o laguna y como consecuencia de veda bonaerense de la especie, le pusimos garra al spining, en esta modalidad son muchos en Pezcalandia y bajaron la bandera de largada. Lo ponemos en éstos terminos por nuestro jefe, otro enfermito de los chirimbolos de colores en busca de las tarariras.
La captura sería muy complicada, lagunas secas o espejos de muy poca agua.
Sin ninguna duda tenemos donde empezar y ahí fuimos, se debía poner énfasis en la búsqueda y fundamentalmente en el rastreo dentro de la cuenca del Plata.
Un anticipo fue las altas temperaturas sobre el final de agosto, mas la llamada de Matías Jalil al King, me puso en alerta, temperaturas de 35° en territorio bonaerense, activo las primeras tarariras de la temporada, que salieron en los bajos del temor, esto es exactamente en la desembocadura del Paraná de las Palmas en el Río de la Plata y también en Rincón de Nogoyá, Entre Ríos.
Tras el alerta, preparamos una salida de captura y siempre devolución con los chirimbolos de colores para la semana siguiente.
Un día antes de la salida, tras un pequeño intercambio de opiniones con el King pensando en su Amazonas, este es nuestro momento, decidimos salir rumbo al Rincón de Nogoyá.
Allí fuimos al encuentro de "Willou" Gómez" con un par de clientes de Pezcalandia, todos ha full para testear los nuevos señuelos Sumax, alguna caña de IM 8 y los frontales, un arsenal de la marca, nadie podrá decir que no chequeamos lo que vendemos.
Llegamos a destino recorriendo desde Buenos Aires el camino de Zárate Brazo Largo por ruta 12 hasta Ceibas y doblando allí a la izquierda por ruta 11 con rumbo a Gualeguay. Una vez en ésta ciudad seguimos viaje unos 60 km.hasta el cruce del arroyo Nogoyá (km, 154.5).
Allí hay que cruzar el arroyo y bajar a la izquierda para costear el caminito que nos lleva a un pequeño puerto a unos 400 metros de la ruta. Deberemos transportar lo necesario (bebidas y repelente son todo un tip), caminar unos 3 km.costeando el arroyo a la derecha hasta la zona donde se encuentran (de la orilla de enfrente) las ruinas de una arrocera, con su visible chimenea como punto de referencia. En ese tramo el arroyo, tiene un poco de profundidad y en un recodo que hace que el agua se aquiete, por eso se concentran las taruchas.
La lentitud con que discurren las aguas genera que el sedimento decante, otorgando asi una claridad magnífica para pescar con señuelos. Esto produce manchones de agua turbia esos puntos de encuentro de aguas terminaron resultando por demás interesantes tentar a la especie.
Preparamos los equipos de spinning y de bait casting, ya que teníamos el ok para probar todo.
Willou se lució probando un equipo de ultraliviano que maximizó la lucha de tarariras que oscilaban entre los 800 gramos y el kilo, la vedete una Fire Flag de Sumax (8-17 lbs.) y 5,6 pies de Carbono IM11 con pasahilos de tugsteno y reel Sumax Suveran SV 300 con 5 rulemanes de doble bolliero de alta fricción blindado.
Las taruchas solo tocaban los nuevos artificiales Sumax, en relación a señuelos ya tradicionales. La tarucha toma el señuelo y una vez clavada tarda en reaccionar.
A media mañana la clave fue combinar una cuchara ruidosa con gomas negras y las ranitas de Sumax que obtuvieron una amplia ventaja.
Recién después de las 15 hs., con una temperatura ambiente que había pasado los 20 grados, empezamos a cobrar varias usando crankbaits (señuelos de cuerpo duro). Allí se lucieron los Oscar de Strike Pro articulados, un Sumax 5208 de media agua, los Hotn'Tot chicos con paleta doblada, pero sin duda lo destacable las ranas de cuerpo duro de Sumax.
Con el correr de los días y el aumento de la temperatura, sadrán a relucir en ámbitos como este, señuelos de superficie, como es el caso de los Poppers, y la irritante acción de hélices y cucharas. Con mas de 10 tarariras por pescador, dimos por terminado el relevamiento.
Por Roberto "Poppers" Fernández
Staff Pezcalandia
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