viernes, 22 de enero de 2010

Pesca en kayak

Basilio de Gesell, nos envía este excelente tip a la redacción de Pezcalandia, por si les es de utilidad para los que quieran comenzar a pescar en kayak en el mar.
Cuando podamos elegir el color del kayak, del salvavidas, del traje de neoprene y del remo, recordemos siempre que los colores más visibles en el mar, son: el rojo, el naranja y el amarillo fluo; y los menos visibles, que se mimetizan a la distancia, y por tanto los más peligrosos en un accidente: azul, gris, celeste y verde. En el mar, el motor de nuestro kayak, es nuestra capacidad y resistencia para remar. Lo ideal es que lleguemos a ser una máquina de palear con un ritmo constante y haciendo cada vez mayores distancias. Cuando por limitaciones de trabajo o clima, no podemos salir frecuentemente, conviene que hagamos ejercicios periódicos con pesas y aeróbicos para no peder la fuerza, el aire y la resistencia muscular. Los que nos acostumbrados a remar en botes, tendemos a recostarnos en algún respaldo hacia atrás, poniendo las piernas estiradas y haciendo fuerza con los brazos solamente, tirando del remo hacia atrás. Pero la posición en el kayak es diferente, pues tenemos que poner las piernas medio flexionadas y los pies apoyados en un tope, con los talones juntos. La posición para remar, es inclinado hacia delante para hundir la pala, tan lejos como podamos llegar, a fin de comenzar una remada larga y que termine lo más atrás posible. Con el remo hacemos largas brazadas como de crol, impulsando el kayak hacia delante con la parte de abajo del cuerpo. La tracción de la pala en cada brazada se transforma en avance, solamente a través del cuerpo. La espalda no cuenta, pues la misma tracción tiende a alejarla del respaldo. Si el kayak no tiene apoya-pies, para el largo justo de nuestras piernas medio flexionadas, hay que poner uno, a fin de afirmar los pies, para que como dijimos antes, nuestros talones queden juntos y los pies en v. Hemos de quedar calzados dentro de kayak, para poder equilibrarlo y dirigirlo con la cintura y el balanceo de nuestro cuerpo. El remo debe ser empuñado de tal forma que las manos queden levemente más apartadas que el ancho de los hombros. Si empuñamos el remo más cerca de las palas, tendremos mayor empuje, pero resultará más cansador. Es bueno que podamos reconocer fácilmente cual es la posición ideal para tomar el remo, poniendo en el medio de éste, una marca, etiqueta o pintado, para reconocer de inmediato como tomarlo bien, sin tener que estar mirando las palas. Cada remada debe ser efectuada con ambas manos: una mano tira hacia atrás, mientras la otra simultáneamente empuja hacia delante. El brazo que empuja hacia adelante ha de quedar casi completamente estirado. Se emplea la fuerza de los dos brazos juntos, y se hace la remada tan larga como sea posible, acompañando con un movimiento de cintura de giro del cuerpo hacia atrás. La pala se sumerge de forma que la superficie del agua apenas la cubra y el mango de remo ha de pasarse rozando los costados.
Levantar el remo tipo molinete, empleando golpes rápidos y cortos, resulta ineficaz y puede dañar los músculos de los brazos. Mejor es la remada lenta, rítmica y más larga, hecha con todo el cuerpo, de la cintura para arriba y balanceándose con cada remada. En el mar abierto al entrar y salir, no somos pocos los que llevamos el remo atado del extremo derecho al lado de la pala, con una pita resorte corta , que aseguramos con un velcro a la muñeca derecha. Otros atan el remo de la misma manera, con la diferencia que a la otra punta la enganchan con un mosquetón al kayak. Si la atamos la pita al medio del remo, al ser arrastrada por la rompiente las paletas hacen una fuerza increíble, y en la revolcada puede pegarnos un palo o un cachetazo. Un remo suelto arrastrado por la rompiente, puede provocar daños impensados a los bañistas, que generalmente no lo ven venir. Muchos kayakistas están contra el uso de pitas, por los enredos que pueden causar cuando somos revolcados por una gran rompiente tubo. Pero en mi caso yo voy a navegar y a pescar, y no me dedico a surfear grandes olas, con todo el equipo de pesca y la carga de pescados. Consultar www.windguru.com/es para ver la velocidad y dirección del viento, y la altura y dirección de las olas en la localidad en que estamos parando. No es del todo exacto, pero nos advierte de situaciones que pueden ser peligrosas, por cambios súbitos de fuertes vientos que pueden llevarnos mar adentro, o paralelamente a la costa, o que nos impidan avanzar remando hacia la costa. Para conocer las mareas en esa localidad, podes imprimir las tablas que están en www.hidro.gov.ar/ Para tener un paneo geográfico general de la costa en la que estás, desde el satélite, podes buscar en Google Earth. No es aconsejable navegar el kayak con vientos superiores a 25 kilómetros, ni con olas de más de 1 metro de alto. En tierra podemos calcular la velocidad del viento por su efecto: 10 km sólo se mueven las hojas de los árboles; a los 25 km se sacuden las ramas; a los 35 km se sacuden los arbolitos; a los 50 km se sacuden los árboles hay riesgo de naufragio aún con embarcaciones mayores. Cuando estamos en el kayak en el mar, podemos calcular la velocidad del viento: Si no pasa 1 km el mar esta planchado. De 1 a 5 km comienza a rizarse pero sin espuma. De 6 a 11 km, hay olitas pequeñas que no rompen. De 12 a 19 km, las olas con crestas aisladas que rompen. De 20 a 28 km, olas que se inflan, alargan y corderitos abundantes. De 39 a 49 km, olas grandes agudas, con crestas de espuma blanca. En aguas profundas, las ondas suelen ser redondeadas y aunque a veces son altas, no rompen y se presentan en largos intervalos, éstas no constituyen peligro de vuelco. Pero cuando las olas se vuelven más cortas, frecuentes y agudas, y cada vez más altas y la cresta se curva hacia delante formando espumones, nos pueden volcar, o sacarnos del rumbo mientras estamos remando. Con marea en bajante hay que tener mayor cuidado, pues las olas de mar adentro, pueden comenzar a inflarse y elevarse cada vez más, llegando a formar corderitos en sus crestas y volviéndose peligrosas para mantener la estabilidad. Y en bajante también, las olas se enrollan en forma de tubo, (aquí se las llama “olas chupadas”) se levantan en el escalón (donde comienza el segundo canal), rompen sobre el banco donde hay poco nivel de agua, cayendo como guillotina, estallando con gran ruido y salpicando fuerte, lo cual al salir con el kayak nos puede producir, vuelcos violentos y clavadas de punta. Son lo opuesto a las “olas gordas” que se inflan suavemente y van rompiendo como desparramándose en espumones. A 300 a 600 metros de distancia de la costa es donde por lo general, encontramos la mejor pesca en kayak, en nuestras costas de mar abierto y arena. Podemos calcular la distancia que tenemos con la costa: a los 70 o 60 metros se ven la boca y los dos ojos a los 150 metros se ven los ojos como sombra o mancha a los 300 metros vemos las manos y el óvalo de la cara; a los 600 metros vemos las cabezas como un punto; a los 800 metros vemos las siluetas de la personas pero no se les destaca la cabeza. Las distancias parecen mayores cuando está muy nublado, hay bruma, o cuando hay mucha luz y mucho calor. La mejor modalidad para localizar un cardumen, sino se tiene un ecosonda, es garetear lentamente con el paragüa del ancla cerrada, hasta encontrar un lugar con pique sostenido, entonces recién abrimos el ancla para quedar fijos. Pescamos allí hasta que dejen de picar, entonces nuevamente volvemos a garetear. El uso de salvavidas es indispensable y obligatorio. No navegue en kayak sin salvavidas. Sólo se aconseja salir a mar abierto en grupo. Un remero solitario en mar agitado demuestra su imprudencia y pone en riesgo su vida y la de quieran ayudarlo en una emergencia. Al salir al mar con el kayak conviene que avisemos a personas que estén en el lugar de partida, diciéndole hacia donde vamos y a la hora aproximada que volveremos. Si hay personas que están en la playa vigilando que nadie se ahogue, avísales como son las señales de pedido de socorro desde un kayak con el pito: tres silbidos cortos y fuertes; o con el remo tomándolo con las dos manos y levantando una de sus palas como una bandera en alto. El remo queda erguido, perpendicularmente al kayak y haciendo un movimiento giratorio y rápido. Además llevo el número de celular de los del balneario de ese lugar y de los guardavidas para llamarlos en caso de necesidad. Si practica kayak no tome. Es peligroso consumir alcohol u otras drogas, porque al mezclarse con la adrenalina que nos produce el kayak en el mar, se hace un cóctel de falsa confianza, temeridad y falta de reflejos. En las primeras salidas es inevitable la excesiva adrenalina, estado de agitación e hiperlucidez, que pueden persistir aún después de la excursión. Pero al salir varias veces, tomando todos los cuidados, vamos ganando en calma, prudencia y relajación, y podemos disfrutar cada vez más de la navegación y de la pesca. ACCESORIOS PARA PESCAR CON EL KAYAK 1) Llevar atada a la proa un ancla paragüa de 2 kilos y medio, con 2 metros de cadena gruesa cromada y 20 metros de soga de nylon que va en la proa, recubierta con una red de tensores (araña). La soga tiene que ser puesta en círculos iguales (en forma de lazo con brazadas largas) comenzando abajo con la soga atada a la proa, y arriba queda la cadena y el ancla desarmada, haciendo peso sobre el rollo. Este paquete nos hace de contrapeso sobre la proa. La red de tensores va pasado por los dos primeros imbornales para que no se caiga el ancla y la soga en caso de vuelco. Al llegar al lugar elegido, el paquete de soga, cadena y ancla, se saca siempre de los tensores que lo sujetan, hacia la proa, nunca hacia la popa, para que el kayak no quede dando el costado a las olas y al viento. En la soga que va atada al ancla, a los 3 metros (con ancla y cadena incluida), le puse un empatillado hecho con un nudo corredizo de soguita de nylon amarillo, y a los 5 metros otro de color naranja, para poder calcular rápidamente cuando bajo el ancla, cuál es la profundidad de ese lugar (recordemos que en nuestras playas de arena y suave declive a los 500 metros tenemos generalmente 5 metros de profundidad) También es necesario agregar un tensor doble grueso entre la soga que viene del ancla y donde esta se ata a la proa, como amortiguador, para que cuando estemos mar adentro, las grandes ondas o cambios de dirección de las olas, no nos peguen tirones bruscos que nos hagan perder el equilibrio y puedan volcarnos. Se puede agregar una soguita de nylon de color, atada a metro y medio del cabo que va al ancla y está atado a la proa, para tirar de esa soguita cuando queremos comenzar a levantar el ancla. Esto puede parecer innecesario, hasta que nos tengamos que inclinarnos hacia la proa y estirar el brazo hasta llegar al comienzo del cabo, un día de viento y olas con fuertes subidas y bajadas, donde cualquier pérdida de equilibrio nos produce un vuelco mar adentro. Con tantas sogas, pitas y soguitas cualquiera puede pensar que terminaremos hechos un matambre, pero vuelvo a repetir que somos tranquilos pescadores en kayak y no arriesgados pirueteros entre las olas. 2) Salvavidas especial para kayak de colores bien visibles en el mar, con bolsillo delantero cerrado con velcro, o cierre de plástico reforzado, en el que va adentro, atada con soguita extensible una tijera Rapala, que sirve para cortar rápidamente el multifilamento, y también la garganta de los peces que se tragan el anzuelo. La tijera debe ser de acero inoxidable, fuerte y sin punta. Durante un tiempo me resistí a llevar un cuchillo afilado de punta hasta que pesque grandes melgachos y cazones que no entraban en la pequeña cubierta del K1. Ahora siempre tengo el cuchillo en el tambucho bien enfundado, sólo para trozar los grandes peces que quiero llevar. Últimamente estoy experimentando llevar atada con una soguita elástica y enfundada, una tijera Mundial Punto rojo brasilera que es desarmable, y que se puede usar también como cuchillo, pinza, descamador y destornillador. En el bolsillo delantero del salvavidas también llevamos un silbato náutico con brújula atado con otra soguita de nylon, o mejor aún con un resorte de nylon de esos que vienen para celulares. Cuando comencé usaba un salvavidas que cuando cerraba las presillas los cintos me apretaban las costillas impidiéndome respirar con libertad en la remada. Si aflojaba las presillas, cuando flotaba en aguas profundas se me subía hasta el rostro. Por eso ahora uso un salvavidas poncho de esos naranjas con reflejantes, que no presentan esos inconvenientes, pero tienen la desventaja que quita algunos ángulos de visión cuando miramos hacia abajo para hacer pequeñas maniobras en la cubierta del kayak. 3) El tambucho es necesario para guardar lo pescado, pero cuidemos de no recargarlo porque el kayak pierde estabilidad y queda con la popa más hundida y la proa levantada, lo cual es de riesgo en un mar agitado. Para llevar mucho peso es necesario suplementarlo con estabilizadores (que describimos más adelante). El tambucho tiene que estar reasegurado por tensores y mosquetones para que con el peso de los pescados no se suelte si se da vuelta el kayak al volver. Mientras estoy pescando dejo siempre la tapa del tambucho abierta para guardar los peces sin lastimarme la mano al levantar la tapa con el pez vivo sacudiéndose. En el caso de pescar brótolas grandes, pescadillas y pejerreyes grandes que son de boca muy frágil y muy saltarines, conviene embocarlos directamente sin desengancharlos, adentro del tambucho, que estará con la boca completamente abierta. Luego sin sacarlos de ahí, agarro firme los peces, les tiro para atrás la cabeza para quebrarles la columna y recién después le saco el anzuelo. Cuando hemos guardado en el tambucho más de 30 corvinas y pescadillas de buen tamaño, hay que saber que aunque cerremos la tapa, lo mismo pueden abrirla, saltando y escapando de adentro, volviéndose al mar. Por tanto, conviene a partir de esa cantidad, matarlos uno por uno antes de guardarlos. 4) Dos líneas “corredizas”, hechas con nylon 0.65 cada una con dos brazoladas de 35 centímetros y con plomadas cucharita de 80 gramos. Pues si los peces no encuentran resistencia de plomada pesada toman la carnada más confiados. Los mejores anzuelos que probé para este tipo de pesca son los japoneses: OWNER 3/0 SSW para camarones y calamaretes; y para anchoitas y filet: los OWNER 4/0 K-Hook. Son muy resistentes a la oxidación, morrudos y de puntas facetadas y sumamente afiladas, que no requieren volver a afilarlas. Las dos líneas en uso las envuelvo en un mismo tergopol y adentro del bolsillo del salvavidas; y llevo otras 2 líneas enrolladas de repuesto dentro de la bolsa seca junto con el Nextel para no tener que estar lavándolas cada salida. 5) Si la pesca está floja uso dos cañas enterizas de 1.80 metros, con dos reels Escualo Bacota (porque son sumergibles y fáciles de lavar) llenos de grasa de litio, con carretel chico de casting o suplementado y cargado de 100 metros de multifilamento del 40. En días de abundante pesca, con una sola caña es suficiente. Uso continuamente los reels sin el antirevers, para no ser sorprendido por fuertes tirones y poder pelear dando hilo pero cansándolo al ofrecerle constante resistencia. Cuando los peces son grandes y saltan mucho, o con aletas con púas, conviene levantarlos a la pequeña borda del kayak recién cuando están cansados de luchar. En caso de un pez muy grande, si lo quiero traer, le ensarto la boca con los dos anzuelos asegurados y ato la línea al costado en una de las sogas de nylon para que quede atrás y al costado del kayak. Y sigo pescando con otra línea. 6) Las cañas se pueden agarrar del costado del kayak contrario al que usamos para subirnos, con dos sogas elásticas que terminen en ganchos de plástico, que engancho hacia arriba, para que sea mas fácil para sacar las cañas desde arriba. También se puede agarrar el remo con otros tensores iguales del otro lado, pero que enganchen hacia abajo, lo cual me facilita su manejo cuando estoy en el agua abajo del kayak, al entrar o salir al mar. Mejoramos el manejo de las sogas elásticas con ganchos, si en lugar de engancharlas en los tensores que pasan por los imbornales, las enganchamos de aros de plástico cerrados, de colores bien visibles. Lo importante es que podamos hacer movimientos rápidos, seguros y con una mano, cosa que con el velcro y los broches no es tan fácil. De este modo, evitamos usar mosquetones costosos, su peso, su oxidación, y la dificultad que presentan los mosquetones a resorte, que se traban con el agua salada. Hay que llevar la menor ferretería posible. 7) Dos cajitas plásticas transparentes con carnadas de tapa a rosca, que guardo dentro del tambucho y sólo saco afuera una, cuando estoy encarnando. Llevo la carnada en trozos pequeños. Nunca las ato. Uso anchoa salada cortada en tres pedazos, o calamaretes; el camarón en sal parrillera congelado es el preferido pero lo sacan más fácil y hay que revisar las carnadas cada diez minutos como máximo por reloj. Para la pesca variada se puede usar un rulero cebador como utilizamos en las líneas de pejerrey de fondo, pero el cierre es preferible que sea a rosca y el tamaño del rulero más grande. Para la pesca de pejerrey es necesario llevar una lata de caballa perforada, o ceba preparada y puesta en un recipiente agujereado y atado costado del kayak que vaya drenando poco a poco el aceite de bonito y restos de pescado desecho, para el lado que va la corriente, donde dejaremos caer nuestra línea paternóster a un metro de profundidad. La línea conviene que sea hecha con nylon grueso del 60 de un color y brazoladas cortas de otro color; yo uso una boya zanahoria y sólo dos anzuelos para evitar enredos.
Como la correntada suele ser rápida conviene que tenga una plomada que no levante las carnadas a la superficie. Las carnadas para el pejerrey son tiritas de filetes finitas y angostas ya preparadas y saladas de magrú, dientudo, pejerrey chico, lisa. A veces, cuando hay grandes, conviene agregarle camarón. 8) Si está parcialmente nublado conviene usar filtro protector 15. Si el cielo está despejado y es verano hay que usar filtro solar 30. Si es verano al mediodía y está despejado evite exponerse al sol. Recordemos que el reflejo de los rayos en el agua aumentan en un 90 a 100 % por tanto en el kayak estamos a la barbacoa. Los labios también se queman, para ellos hay barritas de pantallas labiales. 9) Cambiar carrito del kayak las ruedas pequeñas, duras y angostas de fábrica, por ruedas patonas, inflables y con rulemanes, y más separadas para transportar el kayak con mayor estabilidad por el asfalto y tierra, y para que las ruedas no se entierren al pasar por la arena. Yo llevo el kayak de esta manera, a tiro, con la bicicleta, atado al portaequipaje y es sumamente liviano y maniobrable, aún con todo el equipo arriba. 10) Es indispensable el uso de una bolsa seca para llevar celular o handy, y las líneas de repuesto que se pueden poner dentro del tambucho de proa. Dentro de esta bolsa transparente llevo en un cartón con grandes números de los teléfono del balneario en que entro al mar, celulares de los guardavidas, el de prefectura, hospital y bomberos. Pescando arriba del kayak todo tiene que ser fácil y simple, hay que prevenir todo tipo de galletas. Cuando estamos haciendo equilibrio, por el movimiento de las olas, si nos concentramos en una galleta mirando para abajo podemos perder el equilibrio y volcar. Todo tiene que ser preparado de antemano para que no haya ningún enredo de sogas, líneas, tensores y mucho menos de anzuelos. Las líneas hechas con nylon fino y con varios anzuelos, son desaconsejables. Al preparar el kayak hemos de cuidar que no quede ninguna punta o borde afilado, porque pueden causarnos heridas cuando las olas nos golpeen con el kayak o nos revuelque junto con él, con gran fuerza. INSTRUCCIONES BÁSICAS PARA USAR EL KAYAK: Generalmente la mejor hora para entrar en nuestra costa a mar abierto, es a la mañana temprano cuando hay poco o nada de viento, y mar tranquilo, pues a medida que se acerca el mediodía el viento suele ir aumentando. También conviene salir después que amanece hasta las 11.30 horas, para no sufrir insolaciones. Para entrar cuando hay olas altas conviene llevar el kayak tomado de la proa, levantándolo de punta en cada ola, hasta pasar la segunda rompiente y recién allí, subirnos cuando venga una serie de olas bajas y en el momento en que el agua nos llegue lo más cerca de la cintura. Para subirnos tomamos con una mano en cada borde lateral y mandamos el traste para arriba y luego nos acomodamos y paleamos inmediatamente. Cuando subimos o bajamos del kayak hemos de cuidar el remo, pues no siempre podemos sujetarlo con una mano. Si tenemos una abrazadera instalada en el kayak podemos fijar el remo allí. Sólo en condiciones de aguas muy serenas podemos dejarlo cruzado en la popa para tomarlo inmediatamente que subimos. Cuando entramos lo hacemos enfrentando las olas, perpendicularmente a ellas, no dejando de remar con máxima fuerza, manteniendo la dirección y tirando el cuerpo y el peso para atrás de manera de levantar la proa cuando viene la ola. Si cuando creemos que hemos pasado la última rompiente, nos sorprende una gran ola que se levanta de más atrás y no podemos escapar de ella, hemos de palear lo más fuerte hacia ella, tomando el mayor envión posible, y cuando comienza a levantarse frente nuestro como un plano inclinado, trepamos por ella tirando el peso hacia atrás y levantando la proa, pero en el momento que vamos a chocar con la cresta o el gran espumón, tiramos todo nuestro peso hacia delante, como para clavarnos de frente en la ola, de modo que la cabeza nos quede casi entre las rodillas, y luego nos bajamos y deslizamos del lomo de la ola, hacia un costado aprovechando la corriente de la deriva, para evitar caer desde arriba y de frente dando un panzazo. De esa manera, si no nos envuelve el tubo de la ola, o no nos rompe justo encima, por más que sea alta como una pared, podremos atravesarla sin darnos vuelta. Cuando venimos de mar adentro (con el tambucho cargado de gran cantidad de pescados) primero, observemos con cuidado y esperemos la serie de olas bajas y pasada la primer gran onda, y antes de la primer rompiente, es preciso desmontarnos del kayak deslizándonos suavemente por el costado que no llevamos las cañas. De esta manera, nos pararnos donde hacemos pie, para evitar que esa gran ola nos vuelque de costado o nos clave de punta al llegar al escalón donde rompe. Cuando nos bajamos, inmediatamente agarramos el remo con los tensores, y tomamos el kayak con las dos manos de la manija de proa haciéndolo girar hasta que quede perpendicular a la rompiente. Después seguimos llevándolo de espalda a las olas, saltándolas y guiándolo desde a proa y levantándolo en cada rompiente, como cuando entramos para pasar atrás de la segunda rompiente. Si las olas rompen muy fuertes hay que tener cuidado con el tirón violento y brusco que nos pega en brazos y hombros, al golpear la rompiente con el casco del kayak. Nunca nos pongamos adelante del kayak pretendiendo guiarlo tomándolo de la proa, pues seguramente se volverá ingobernable, se puede dar vuelta, venírsenos encima y golpearnos. Cuando volvemos con el kayak y la primera ola es alta, grande, en tubo y estruendosa, generalmente si nos bajamos antes de la rompiente no vamos a hacer pie y la cosa se complica. Por tanto si la ola se levanta mucho, quiere decir que hay abajo, la misma profundidad que la altura de la ola, por tanto en esa ocasión, no nos queda otra que largarnos a la gran rompiente sabiendo que caeremos de 1 metro con 50 de lo alto de la ola, a unos 30 o 50 cm. de agua que hay en el banco, justo delante del escalón. Sabiendo esto levantamos la proa, tirando todo el peso hacia atrás, para no clavarnos de punta en el banco, pero estando bien dispuestos para el panzazo, lo mas relajados posible para la caída, sin rigidez ni resistencia, pero tratando de seguir sin desviarnos de costado. Nunca el kayak ha de quedar suelto, ni dando el costado a la rompiente. El mayor peligro de accidentes con el kayak en el mar, se presenta al entrar y al salir, cuando se nos escapa y queda suelto poniéndose de costado a la rompiente, ya que si lo revuelca y arrastra una fuerte ola orillera, lo convierte en un arma que sale disparada y produce graves traumatismos, (y hasta rompe huesos) a los niños primero, y también a los adultos, por más fuertes que sean. Cuando hay rompientes, el kayak tiene que estar siempre bajo nuestro control y en una zona sin gente, para no causar daño a los que están por ahí, o a los que vienen a recibirnos, sin darse cuenta de este peligro. Por eso, cuando vuelvo a la costa y hay grandes olas tubo, y gente por la zona, aunque estén a bastante distancia, ato una pita de surf rígida pero elástica de 2 metros 70 a la proa del kayak y la otra punta al tobillo de mi pierna derecha, (también puedo agarrarla al salvavidas a la altura de mi hombro) y así me aseguro que voy a tener el kayak a dos metros y pico como máximo, y que siempre va a quedar de proa, de frente y perpendicular a las olas, presentando menos superficie de impacto y arrastre. Si el kayak al recibir el impacto de la rompiente, tira de la pita no lastima. Luego si hay gran profundidad vuelvo a subir por el costado tirándome cruzado de panza encima y si no hay tanta profundidad, dejo que las olas me arrastren con el kayak de frente hacia la playa. Cuando regresamos sin carga y llegamos a las rompientes sin bajarnos, la dificultad consiste en mantener el kayak en ángulo recto con las olas, ya que desviarnos hacia cualquiera de los lados provocará un vuelco casi seguro. Para mantener la dirección, usamos la pala poniéndola hacia atrás como timón, para evitar que la rompiente nos desvíe. A la vez, cuando entramos en la rompiente nos tiramos hacia atrás, para levantar la proa y evitar cualquier clavada. Para evitar vuelcos por olas, mar adentro o al salir, cuando estamos en riesgo de ser volteados, extendemos la pala lo más lejos posible del kayak, apoyándonos y presionando sobre el agua, haciendo una remada larga hacia atrás o para adelante, a la vez que tiramos el peso de cuerpo para el lado contrario al que se hunde, lo cual evitará que el kayak se de vuelta. Para entrar y salir, es mejor ubicar un chupón, y durante la bajante fijar puntos de referencia donde comienza y termina, para acceder por esa calle sin olas altas que forma por la falta del banco. Si no hay chupón, pueden encontrarse calles de acceso entre las olas, donde son mas bajas y no tienen tanta fuerza, pues hay sectores donde el banco está a mayor profundidad. Tanto para entrar y como para salir, hay que esperar las olas más bajas que vienen después de las olas mas altas. Generalmente las olas vienen en una serie de 6 o 7 y van aumentando progresivamente su tamaño, por tanto hay saber esperar y tener paciencia hasta que rompa la séptima: la última, más grande y poderosa, para arrancar con todo cuando comienza la nueva serie con olas más pequeñas. Entonces paleamos a toda potencia, cortando las olas de frente y aprovechando la succión del mar dada por la deriva que hay en ese momento. También es importante tener en cuenta con que frecuencia y dirección vienen las olas, en ese día y lugar, para no ser sorprendidos por choques de olas oblicuas que se entrevaran, rompientes encimadas, o los choques entre las olas que llegan y las que vuelven. CÓMO SUBIR AL KAYAK EN AGUAS PROFUNDAS Y MAR AGITADO - De costado tomarse con las dos manos en el borde más cercano (o bien tomando con las dos manos las ataduras de soga que pasan por los imbornales del lado contrario). Para luego pegar un fuerte envión con las piernas en el agua y levantarse de golpe tirándose de panza, arriba de la borda, cruzado en el kayak. Mediante un solo salto, hay que colocar el peso del cuerpo atravesado sobre la mitad del kayak. Después girar boca abajo, hasta quedar a lo largo de la cubierta, y luego darse vuelta hasta ubicarse en la posición de sentado para palear. - Montarse por la popa, tipo salto de rana, colocándose a horcajadas sobre la cubierta y tirando el cuerpo hacia delante y arrastrándose rápido hacia la proa para que no se levante de punta al cargar todo el peso atrás. Si se lleva la pala delante de uno, esta servirá como una especie de barra de equilibrio, pudiendo también realizar algún repaleo o cinglado para ayudarse a mantener el equilibrio. Poner 2 flota-flota o rollos flotadores de cada lado, de un metro sesenta y cinco centímetros como estabilizadores a los dos costados, pues cada uno sostiene 75 kilos de peso, o sea que así tendremos un soporte adicional de 300 kilos. Los 4 flota-flota se pueden sostener fijos debajo de la línea de flotación en los laterales atándolos con soga de nylon rígida y soga elástica para reasegurarlos, que se pasan por los imbornales laterales. Ato los flotadores de manera que el de más abajo quede libre y no pegado al casco, para que quede como pollerita y aumente su acción estabilizadora. Hay que tener en cuenta, que hay que reasegurar las sogas que unen por abajo (tipo cincha) los estabilizadores laterales (flota-flota) pues son las que más fuerza hacen. De este modo, aumentamos el ancho del kayak (la manga) de forma tal que si la nave rola, los flotadores se apoyan en el agua, y le impiden escorearse más. En nuestros kayak de pesca, el mayor peso recae desde el medio hacia la popa, por tanto, esa sección es la que hemos de asegurar con los flota-flota. Y esto es aún más necesario cuando pescamos sentados de costado con las piernas en el agua, porque al pelear con peces grandes con la caña, nos pueden hacer perder el equilibrio. Los peces de más de cuatro kilos nos sacuden, tironean fuerte y por un momento tenemos que aflojarle hilo para que no nos hagan perder el equilibrio; y los de más de ocho kilos, nos mueven la nave y nos ponen en riesgo darnos vuelta. Pero también es cierto, que el uso de estos flotadores no son prácticos para remar por largos tramos, y además presentan alguna resistencia hidrodinámica al avance. Últimamente estoy probando en la popa, en la última tercera parte del kayak, tres flotadores de cada lado, que funcionan como grandes patonas que no permitan que se hunda de atrás cuando lleva sobrecarga y a la vez las dos terceras partes de adelante corten mejor el agua y las olas. Si compramos un motor para navegar en lancha, tenemos que hacerle un mantenimiento semanal, porque si lo dejamos en el garaje, cuando lo queramos usar en el mar, por falta de un mantenimiento constante no funcionará correctamente, o nos dejará a la deriva en el momento que más lo necesitemos. Con el motor de nuestro kayak (brazos, pulmones y cuerpo) sucede lo mismo. Aunque si lo mantenemos en forma y a full, el beneficio será completo y no sólo para cuando salimos a navegar. El kayak ayuda a cambiar hábitos sedentarios y vicios que aumentan la corrosión y el desgaste del motor. Siempre recuerdo que después de entrar paleando con mucha dificultad un día de mar picado, ante una ola que como una pared que se levantaba ante mí, mi instructor de kayak me gritaba ¡Dale gas, dale gas, dale gas! pero como yo sólo tenía entrenamiento de computadora, no me quedaba más gas, y agotado, pistoneaba. Para no perder la fuerza y capacidad respiratoria para remar en el kayak, seleccioné una serie de ejercicios específicos para hacer a periódicos de manera que no se necesiten las máquinas de un gimnasio, al que no siempre podemos acceder. Con pesas de 2 kilos y aumentar su peso con la práctica y mayor capacidad muscular. * Con los pies paralelos y abiertos a la distancia de los hombros. Brazos extendidos hacia delante (a la altura de los ojos) con las pesas, bajar y subir en 3 series de 15 o 20 (trabajo de hombros) * Con los pies paralelos y abiertos a la distancia de los hombros. Fijando los brazos a los costados pegados a las costillas, flexionar los antebrazos hacia arriba y hacia abajo en 3 series de 15 o 20 (trabajo de los bíceps contrayendo también los músculos del abdomen y los gluteos) * Levantar extendiendo el brazo con la pesa, hacia arriba y bajarlo, primero de un lado después del otro. Bajar y subir en 3 series de 15 o 20 (trabajo de tríceps) * Acostado con los pies paralelos y abiertos y las rodillas flexionadas, levantar los brazos extendidos verticalmente con las pesas y bajar los brazos en cruz hasta la posición horizontal y luego volver a subirlos en 3 series de 15 o 20 (trabajo de los pectorales) Para aprender más sobre la pesca en kayak, lo mejor es ver videos por Internet, pues esas imágenes enseñan más que muchas palabras.
- Los artículos y gráficos que hice sobre el relieve costero de nuestras costas de arena y sus accidentes más comunes (bancos, canales, canaleta, chupones, ollas, costa a mar abierto sin banco) nos ayudan a movernos con mayor seguridad y pericia, cuando entramos y salimos del mar con el kayak. - Practicar la pesca nocturna con lámpara de minero y copo de acero, nos asegura variedad y abundancia de carnadas frescas y gratis, para guardar en el freezer ya preparadas en porciones justas para cada salida. Cuando entramos hasta 600 metros mar adentro cada tanto encontramos nuevos compañeros. Focas, lobos marinos, elefantes marinos, escualos, delfines, orcas y ballenas. Algunos asustan por su tamaño. El 29 de octubre del 2009 de mañana, frente a Windy tuve 2 horas a mi lado una orca negra y blanca de 9 metros con una aleta tipo vela negra de 1.80. Sacaba la cabeza fuera del agua con los dientones. A mi regreso la orca me acompañó hasta los 3 metros de profundidad y luego siguió su viaje. Los que vieron este espectáculo desde la costa, estaban asustados y me decían que la “ballena asesina” prefiere los animales de sangre caliente. No hay que hacerles caso. En estos mares no se ha registrado ningún ataque de orca a un hombre. Son animales curiosos. Es cierto que los lobos de mar, son molestos porque nos ahuyentan los pescados y están esperando que pesquemos algo para arrebatarlo antes de que llegue a nuestras manos. La única de la que debemos alejarnos inmediatamente es de la ballena y no ponernos en su camino, porque en sus movimientos gigantescos y sin darse cuenta puede causarnos un accidente. Es imposible que cuando salgamos al mar con el kayak para pescar, no recibamos consejos de los que son experimentados en el kayak para surfear olas, o los kayakistas que hacen largas travesías. Pero aunque nos dan sus enseñanzas con amor y su mejor experiencia, muy pocos de esos consejos nos sirven, pues nosotros como pescadores en kayak tenemos otros propósitos, técnicas e instrumentos diferentes. Esto hay que tenerlo muy en cuenta, para que sin querer, nos hagan cometer errores, o nos confundan en lo que aprendemos y experimentamos como pescadores en kayak. Si querés pescar en kayak, lo mejor es que te enseñe otro pescador de kayak de ese mismo lugar donde vas a pescar.
Para Pezcalandia
Por Basilio Agustin Benitez
Villa Gesell