viernes, 30 de marzo de 2012

Derrame de agroquímicos provocó una matanza de peces en Tunuyán

En Pezcalandia, te contamos que 30.000 ejemplares de amur y unos 60 peyerreyes murieron en las aguas de un coto de pesca privado contaminadas por la negligencia de un agricultor. Los dueños del lugar demandarán a Irrigación. Hace 27 años que Miguel Astorga trabaja en piscicultura y jamás vio nada igual. La escena con la que se encontró el viernes de la semana pasada era de "miles de peces que subían todos a la superficie, saltaban y se chocaban como enloquecidos". Lo mismo había sucedido el día anterior en la pileta de las mojarras, que sirve como termómetro. Enseguida se dieron cuenta de que la situación era irreversible. En cuestión de horas, estaban todos muertos.
El descuido o negligencia de un agricultor que vertió herbicidas y pesticidas en alta concentración sobre las aguas del arroyo Salas Caroca provocó la muerte de más de 30 mil peces en un coto de pesca de Tunuyán. Los dueños de esta piscifactoría calculan que la pérdida económica asciende a 300 mil pesos, ya que cada ejemplar de estos herbívoros que se usan para el control de malezas tiene un valor de 10 pesos en el mercado y mide entre 6 y 8 centímetros.Pero las consecuencias no alcanzaron sólo a las 5 hectáreas de agua y las 21 represas que posee esta estación de piscicultura privada.
El vertido de agroquímicos afectó aproximadamente unos 10 kilómetros del arroyo Carocas, acabando con la fauna y la flora en ese tramo del afluente. "Gracias a Dios que no afectó a la gente, porque hay personas que se bañan en este cauce", apuntó Emiliano Calatayud, delegado de Recursos Naturales Renovables en el Valle de Uco. El arroyo Salas Caroca nace de aguas de vertiente, cruza gran parte del territorio departamental -por ejemplo, es el que pasa por el conocido Camping La Riojita- y desemboca en el río Tunuyán.
"Con todo lo que ha llovido, no creemos que haya afectado al Tunuyán, pues los químicos se diluyen por el gran volumen de agua", apuntó Calatayud.
La investigación
Apenas constató lo ocurrido, Rodolfo Moscuen, dueño del coto que funciona en la calle Melchor Villanueva, radicó la denuncia en Irrigación y en la Comisaría 15 de Tunuyán. Desde el fin de semana pasado, técnicos de Policía del Agua, de Científica y de Recursos Naturales trabajan en las lagunas y en los animales muertos para tener precisiones sobre los tóxicos que provocaron la matanza. Ese fin de semana comenzaron con las pericias.
El sábado se realizó un rastrillaje sin éxito, pero el domingo llegaron a un sitio (a unos 4 kilómetros del coto) donde encontraron hasta los bidones de fuertes pesticidas y herbicidas a la vera del río. "Según se pudo constatar, utilizaban las aguas del arroyo para surtir sus sulfatadoras", comentó uno de los dueños.
Incluso, el estado de las huellas del vehículo que llegan hasta el cauce mostraría que esta práctica irresponsable no fue algo ocasional, sino repetido. Miguel Astorga, encargado y uno de los socios del coto de pesca, señaló que -además de los 30 mil ejemplares de ?amur'- también murieron 60 pejerreyes que cultivaban como prueba para sembrar en otros sitios. "En las tres represas (de una hectárea cada una) donde funciona el coto, creemos que los tóxicos no hicieron tanto daño porque los peces allí son más grandes, pesan entre tres y once kilos", apuntó el hombre.
De todas maneras, el lugar permanecerá cerrado por los próximos 60 días. Los dueños del emprendimiento han puesto a sus letrados a que evalúen la magnitud del daño, porque exigirán un resarcimiento a su proveedor de agua, que en este caso no es otro que Irrigación. "Las pérdidas no sólo llegan casi al total de la producción, sino que tardaremos de dos a cinco años para obtener peces para la venta. Esta especie sólo se reproduce en diciembre y crece muy lentamente", explicó Astorga.
Todo indica que el responsable y la propiedad donde se produjo el vuelco ya estarían identificados, pero son datos que se preservan por el secreto de sumario judicial. Todos los organismos afectados han labrado sus actas correspondientes y los autores del hecho podrían recibir fuertes penas encuadradas dentro del delito civil y penal.
Fuente losaandes.com