Desde Pezcalandia, difundimos éstos contenidos que nos remitieran los colegas de Desnivel.
Los expertos en la práctica del montañismo conocen muy bien el
significado de la
palabrariesgo. Sin embargo, no todos los
que organizan y dirigen actividades en el medio natural conocen el alcance de
la palabra liderazgo. Descúbrelo en el último libro de
Alberto Ayora.
La montaña es y debe seguir siendo un espacio de libertad personal, los
beneficios que obtenemos creciendo y viviendo en su seno son invalorables, pero
eso no es óbice para que aquellos que guían actividades en este medio se
esfuercen por intentar liderar con el mayor grado de seguridad posible, y hacer
todo lo que esté en su mano para evitar los accidentes.
Alberto Ayora te lo pone fácil, compartiendo contigo su amplia
experiencia en el campo de la prevención y seguridad en montaña, con el
propósito de proporcionarte herramientas para que nunca tengas que enfrentarte
a un accidente, y si por desgracia así fuera, tengas en este libro un lugar
donde puedas encontrar tus respuestas.
Te ofrecemos a continuación uno de los mejores capítulos del libro:
Plan de emergencia
En muchas ocasiones, los incidentes y accidentes que se producen en el
medio natural nacen de una falta de planificación y preparación previas que,
conjugadas con determinadas condiciones inseguras del medio y nuestros propios
actos sobre el terreno, conducen a ese resultado no deseado e inesperado.
Cuando ante la aparición de esa emergencia no tenemos una respuesta
previamente preparada, el resultado final puede tener consecuencias aún más
imprevisibles y dramáticas.
El objetivo principal de todo Plan de Emergencia es reducir la
complejidad que se genera en toda situación de emergencia, tener previstos los
roles y misiones de todos los posibles actores, y disminuir lo máximo posible
las consecuencias negativas que conlleva un acontecimiento así.
No busca restringir la capacidad de decisión de los implicados, sino que
más bien intenta incrementar la rapidez y eficacia de las respuestas, tanto
propias como las de la organización, proporcionando puntualmente la información
necesaria y estando en disposición de poder anticiparse a las posibles
situaciones consecuentes que puedan afectar a este objetivo.
Debe existir un Asesor de Seguridad que tenga la responsabilidad de
supervisar, actualizar y mantener el Plan de Emergencia, junto con los planes
de acción correspondientes.
Además, hay que considerar tener permanentemente constituido un Comité
de Emergencias, con las responsabilidades claramente delimitadas en el Plan de
Emergencia, y conviene que esté compuesto por el siguiente personal:
Un Coordinador de Emergencias.
Una persona de enlace con los medios de comunicación.
Un experto jurídico.
Un experto médico.
Un gerente o persona de enlace con las aseguradoras.
Como miembro no permanente de este Comité debe nombrarse, con carácter
temporal y en función de su afinidad y cercanía con los participantes de cada
actividad:
Una persona de contacto con los familiares.
ANÁLISIS DE POSIBLES SITUACIONES DE EMERGENCIA
El primer aspecto que debemos considerar como organización es determinar
cuáles son las posibles situaciones de emergencia con las que nos podemos
encontrar, y en función de estos diversos escenarios determinar el plan de
actuación general y las posibles respuestas específicas que pudieran ser
necesarias.
Podemos considerar una primera clasificación de las emergencias en
función de su gravedad y del nivel inicial de respuesta exigido, definida por
la siguiente escala:
Incidentes menores. Grado 1. Se solucionan con facilidad por el
propio responsable sobre el terreno y no requieren de la prestación de primeros
auxilios. No exigen la activación del Comité de Emergencias.
Emergencias leves. Grado 2. Accidentes leves que requieren la
prestación de primeros auxilios, o situaciones que producen interferencias
mínimas en el desarrollo normal de la actividad. Puede
recibirse ayuda externa pero no es necesaria la activación del Comité de
Emergencias.
Emergencias críticas. Grado 3. Accidentes graves o
incidentes críticos que pueden repercutir de alguna forma directa o
indirectamente sobre los responsables de la actividad o en nuestros programas.
Exigen un apoyo por parte de la organización, por lo que es necesaria la
activación del Comité de Emergencias.
Emergencias catastróficas: Grado 4. Todo aquel accidente con resultado de
lesiones irreversibles o muerte. Exigen la activación del Comité de
Emergencias.
Igualmente, es conveniente tener analizadas, atendiendo a su tipología,
las situaciones de emergencia que en el seno de las actividades desarrolladas
consideramos que comúnmente se pueden producir. Estas pueden ser las
siguientes:
Emergencias de tipo médico: enfermedades, lesiones por accidente…
Emergencias por limitaciones físicas o psíquicas: agotamientos,
rechazo a participar y abandono de la actividad.
Emergencias por extravío o desaparición de un participanteen una actividad.
Emergencia por accidente en medio de transporte terrestre o
aéreo.
Fallecimiento de un participante.
Emergencias de tipo jurídico: por ejemplo, que alguien sea
inculpado por un delito o por un accidente con retención por parte de las
autoridades de otro país o del mismo.
Otras emergencias extraordinarias: incendios, terremotos, raptos,
atentados terroristas...
El estudio de estas posibles situaciones y clasificaciones que acabamos
de definir nos indica que cada una de las mismas puede conllevar respuestas
diferentes. Sin embargo, esto no es óbice para que consideremos más eficaz
establecer para todos los casos un plan general de actuación, que deberá
complementarse en función de las características de cada situación, conforme a
unos procedimientos específicos concretos para cada una de ellas.
Consideramos que es preferible tener un único plan de emergencia para
simplificar, así como para evitar duplicidades y confusiones.
Guía para formular un plan de actuación general para todas las
situaciones de emergencia
RESPUESTA INMEDIATA
DEL RESPONSABLE DEL GRUPO SOBRE EL TERRENO
Cronológicamente, los principales factores que debe tener en cuenta y
considerar con carácter inmediato el responsable del grupo son:
Establecer la naturaleza y el alcance de los hechos lo antes posible.
Asegurarse de que todo el grupo está reunido, a salvo y atendido.
Recabar, si es necesaria, la atención médica inmediata.
Recopilar los nombres de los afectados y las víctimas.
Asegurarse de que un responsable acompaña a las víctimas al hospital con
la información que pudiera ser de interés para los médicos.
Notificar los hechos a las fuerzas de seguridad si fuera necesario.
Notificar y asegurarse de que el Comité de Emergencias está al tanto del
incidente.
Asegurarse de que todos los miembros del grupo están siguiendo los
procedimientos de emergencia y los roles asignados.
Igualmente, es conveniente que en cuanto sea posible, se busque un lugar
donde tener reunido al grupo con comodidad, y donde se pueda contar con medios
de enlace para contactar con facilidad. Asimismo, es importante ir anotando, en
cuanto sea factible, los hechos y decisiones que se vayan produciendo.
Unos muy buenos tips de Pezcalandia, para nuestra
comunidad.
Fuente Desnivel.com