viernes, 12 de abril de 2013

Las islas del Delta, sin barrios cerrados

Nos llega a la redacción de Pezcalandia la novedad que, según el nuevo plan de ordenamiento de Tigre, ya no se podrán construir ese tipo de emprendimientos ni puentes que no sean peatonales; estará prohibida la circulación vehicular; los isleños, satisfechos con la nueva normativa.


En las islas del Tigre ya no se podrán construir barrios cerrados ni construir puentes que no sean peatonales. Tampoco estará permitida la circulación vehicular. Las casas particulares y otros emprendimientos podrán tener, como máximo, dos plantas y deberán seguir los lineamientos de la arquitectura sustentable.
Éstas son sólo algunas de las características que delinearán la fisonomía de la primera sección de islas del Delta, tal como lo establece el flamante plan de ordenamiento aprobado por unanimidad por el Concejo Deliberante del municipio la semana pasada, luego de un debate amplio y participativo que se extendió por dos años.
El plan, que será presentado oficialmente hoy en Tigre, pretende proteger el humedal del Delta para conservar la identidad insular y permitir la urbanización en el marco del desarrollo sustentable.
"Uno de los principios rectores del plan es respetar la inundabilidad del suelo y debe funcionar así para que se preserve el humedal. Quien vaya a residir allí tiene que acostumbrarse a esa inundación. Algunas inversiones que estaban apareciendo construían por encima de ese suelo inundable. 
En ese sentido, se incorporó la prohibición de barrios cerrados en la primera sección de las islas del Delta. Se puede hacer un condominio, con administración común, pero no un barrio cerrado. Con respecto a las construcciones para pasajeros, no se puede hacer un hotel de cinco pisos de altura, pero sí uno extendido de dos plantas", detalló Norberto Iglesias, de la Fundación Metropolitana, que asistió técnicamente este proceso de formulación de leyes del Concejo Deliberante.
El plan de manejo fue aprobado junto a otras ordenanzas que establecen las características de las construcciones, así como la regularización dominial de la zona.
"Estamos frente a un acontecimiento inusual, histórico, porque, en general, los concejos deliberantes no legislan desde una concepción de planeamiento de mediano y largo plazo. Desde la Fundación Metropolitana tenemos una gran expectativa de que éste sea el punto inicial de un trabajo de planeamiento participativo para todo el delta del Paraná", dijo Pedro del Piero, presidente de la Fundación Metropolitana.
En la nueva legislación se incorpora y se aconseja el uso de la madera en las construcciones y se establece que las estructuras deben estar sobre palafitos (los típicos pilares en los que se asientan las viviendas del Delta), y las casas, elevadas. No se pueden rellenar los albardones ni construir en el centro de las islas. "Esos espacios deben preservarse inundables porque son los que sostiene el humedal isleño", agregó Iglesias.
El intendente de Tigre, Sergio Massa, dijo a LA NACION: "Lo más destacable es la constitución de una política de Estado, el fijar reglas de manejo de un lugar y plantear que su eventual modificación requiera de mayorías especiales no sea una cosa de un gobierno de turno, sino algo permanente". Agregó:
"Lo segundo en importancia es que se escuchó a todo el mundo, por eso llevó dos años el proceso; participaron los isleños, los operadores turísticos, los hoteleros. Y eso permitió lograr una norma lo más adecuada posible para cada uno de los sectores", agregó.
El plan también establece la transparencia hidráulica, lo que asegura la libre circulación de las aguas entre los centros de isla y los cursos de agua circundantes. Por eso no se admitirán alteraciones del perfil natural de las islas, ya sea mediante rellenos, movimiento de suelos, endicados, alteos y canalizaciones, así como tampoco la creación de lagunas artificiales, marinas y espejos de agua.
Preocupación por la propiedad
Los isleños están satisfechos con el plan de manejo. Sin embargo, algunos miran con desconfianza la ordenanza que establece la regularización dominial.
"Es una lucha de muchos años, y las cuestiones de fondo que pretendíamos se consiguieron. Pero interpretamos como expulsivas las medidas para adecuar las construcciones. Nosotros no tenemos las herramientas técnicas para poder hacer las reformas, de ser necesarias. Igualmente siempre estamos abiertos a un diálogo constructivo", dijo Martín Nunziata, que vive en las islas hace 35 años.
El intendente Massa indicó que "de ningún modo" se pretende que esto se transforme en un gravamen, sino, por el contrario, en facilidad. "Estamos trabajando con los consejos profesionales para que puedan ayudar a los isleños y darles las herramientas que necesiten.".



Fuente Nuestro Mar