Desde
Pezcalandia te contamos éstos buenos tips si en éste verano decidís acampar.
Caminar sobre el césped y descansar a la sombra
de un árbol, o bien nadar en algún lago solitario en la naturaleza, es una
experiencia que todos deberían poder permitirse.
Y nada mejor que acampar para acercarte a esas
maravillosas experiencias. Siempre hay algo digno de recordar cuando pasamos la
noche cerca de esos lugares y nos probamos a nosotros mismos en un entorno más
agreste. Pero para esto resulta imprescindible contar con una buena carpa.
Para encontrar lo que buscas debes informarte
muy bien de lo que necesitas. Para cualquier gran o pequeña necesidad del
outdoor, existe hoy en día una salvaje infinidad de soluciones. Llámalo
deporte, hobbie, profesionalismo o fetichismo de la acampada. Hace unos años
atrás tu viejo acampaba con botas pesadas, tiendas de acampar tipo militar de
lona y mochila onda expedicionario, pero hoy en día puedes encontrar ropa con
fibras nanotecnológicas con la que no te mojas o abrigo que te mantiene cálido
aún en temperaturas por debajo de cero grados.
Lo mismo se aplica para las carpas (o “tiendas
de campaña” como se le llama en algunos lugares). La cantidad de materiales,
marcas, diseños y tecnologías aplicadas es abundante.
Es en ese momento donde la inagotable oferta
de modelos y diseños de carpas con distintas características confunde en vez de
ayudar. Medidas,
grosores, tamaños, materiales y un gran rango de precios parecieran formar
parte de una difícil ecuación que pone en apuros incluso a los más expertos.
Todos queremos que una carpa sea ligera, duradera, impermeable, cálida; pero…¿realmente puede serlo todo a
la vez? ¿Vale la pena invertir en una carpa carísima que sobrepase nuestras
necesidades? ¿O estamos en frente a una decisión a largo plazo que afectará
nuestros viajes?
No te preocupes, sigue leyendo. Aquí te decimos
cómo comprar la carpa de la vida.
El
test de la Prioridad.
Revisa esta lista y compárala con tus
verdaderas necesidades.
Peso: “Necesito la carpa más ligera y flexible que no haga bulto en mi
mochila ni entorpezca mi caminata o largo viaje”. Hay muchas que
cumplen con este requisito, pero a veces sacrifican robustez y seguridad a
cambio de menos peso.
Humedad: “Necesito la carpa con el mejor aislamiento contra la lluvia”.
Excelente criterio a considerar si vamos a las montañas, a un lugar con nieve o
de clima tropical.
Precio: “Una carpa básica como para pasar el día en la playa sería
suficiente”. ¿Por qué no? Hay carpas de supermercado que cuestan
demasiado barato. Suficiente si lo tuyo es acampar muy esporádicamente y a
lugares que no sean exigentes como el jardín de campo de un amigo o un día
entero sin pasar la noche en un lugar frío.
Temperatura: “Necesito una carpa que mantenga la temperatura al interior”.
¿Te vas a las altas montañas nevadas? O bien eres un fotógrafo de National
Geographic explorando el Himalaya. Considera una carpa que no condense al
interior pero que mantenga la temperatura. Aún así, la mayor responsabilidad de
tu calidez la tiene una excelente bolsa de dormir.
Durabilidad: “Necesito una carpa de material muy resistente, en especial contra
los fuertes vientos”. Seguro que sí, especialmente si vas a lugares
descampados con vientos que pueden desgarrar tu carpa o terrenos pedregosos y
agrestes.
Espacio: ¿Necesito una carpa para entrar con mis amigos, para mí y mi pareja
o para mí solo?. O de repente quieres viajar con tu bicicleta y
ponerla al interior. Sea como sea una carpa grande implica más peso, eso a
veces importa y a veces no. Si no viajas en compañía lo mejor sería una carpa
para una sola persona y si viajas en bici puedes considerar más espacio para
guardarla dentro.
Otras
consideraciones al elegir tu carpa
Las costuras: Son un punto
elemental a revisar ya que a partir de ellas se pueden desgarrar, romper o ser
paso de entrada para el agua. Mirar que sean dobles y/o termoselladas para
bloquear el acceso del agua.
El piso: Que sea firme
y lo suficientemente denso para no dejar pasar el agua. Es recomendable
protegerlo colocando la carpa en un lugar blando o bien poniendo algun material
debajo como una lona. Puede usarse la lona o nylon para darle una protección
adicional contra la humedad, en especial cuando hay lluvias.
Las varillas o parantes: Hay de varias
calidades pero se sugiere y prefiere que sean ligeras y resistentes. De ellas
depende la firmeza de la carpa, especialmente contra los fuertes vientos.
Pueden ser de duraluminio (ligeras y resistentes, en especial ante climas
fríos) o bien de fibra de vidrio (las más comunes del mercado, más económicas
pero resisten menos).
Sobre
los Materiales:
Nylon Poliamida: Se usa en las
paredes internas de la carpa pero se sugiere el uso de sobretecho para proteger
de los rayos solares. Pros: Material resistente y liviano, perfecto para
soportar fuertes vientos debido a su elasticidad y no se pudre. Contras: No es
lo suficientemente resistente ante los rayos ultravioleta.
Poliéster: Se usa en el
sobretecho, en el piso con recubrimiento y en las paredes interiores de la
carpa. Pros: Tela muy liviana (60-80gr x m2) y no absorbe mucha agua además de
resistir los rayos solares, desgarro y abrasiones. Contras: Muy poco elástica
por lo que no maneja bien la tensión.
Algodón: Se usa en las
paredes internas y requiere un sobretecho adicional para hacerse cargo de la
impermeabilización. Pros: Excelente respirabilidad, no condensa. Contras:
Demasiado peso (180-300gr x m2) y se honguea o pudre fácilmente.
Una vez que has adquirido tu carpa, solo
necesitas cuidarla de los típicos archienemigos:
La humedad. Guarda
siempre tu carpa seca de lo contrario se puede podrir u honguear. Despues de
una lluvia sacúdela bien antes de guardarla y en tu siguiente parada déjala
secar un poco.
El viento. Siempre
ejerce tensión sobre los materiales de la carpa y puede terminar por
desgarrarla. Trata de colocarte en un lugar donde puedas protegerte del mismo.
Suciedad. Si no la vas
a usar por un largo tiempo procura quitarle materiales orgánicos, restos de
comida, o cualquier elemento que contribuya a su deterioro. Nunca uses una
lavadora. En su lugar una esponja y jabón suave serán suficientes para quitar
la suciedad sin echar a perder sus propiedades impermeables.
Consejos
extra de emergencia:
Si se te rompe una varilla puedes tener siempre
contigo este kit de reparación que te sacará del apuro o buscar
creativamente una solución parecida.
Ante un desgarramiento es imperativo parchar el
agujero de inmediato. Usa cinta para ductos (esa plateada con fibra de tela) ya
que funciona excelente y no deja entrar el agua.
Para reforzar la impermeabilidad existen muchos
sprays en el mercado que pueden mejorar la resistencia frente al agua.
Considéralo especialmente si tu carpa es económica y no lo suficientemente
impermeable.
Fuente
Mochileros.org