viernes, 8 de enero de 2016

Montañismo, un deporte para conectarse con el medio ambiente


En Pezcalandia difundimos que la excursión hacia el Pico Duarte es, quizás, para muchos dominicanos, uno de esos recorridos que se deben hacer aunque sea una vez en la vida. Y no es para menos. Los excursionistas aprenden del trabajo en equipo, el apoyo mutuo y el buen compartir en medio de la naturaleza.
“Montañismo” es el término correcto para nombrar la práctica de escalar montañas. Sin embargo, a veces se comete el error de remplazarlo por “alpinismo”, el cual está denominado estrictamente para los Alpes. Así lo explica Antonio Morales, escalador y dueño de la tienda ARM Climbing, especializada en artículos para este deporte.
“La máxima altura a la que llegamos en República Dominicana es de 3,085 metros, por lo que aquí realmente no hay montañas, sino senderos. Se practica el senderismo”, explica Morales.
Dice que las montañas se dividen en tres: alta montaña (de 6,000 metros en adelante), media montaña (de 4,000 a 6,000 metros) y baja montaña (4,000 metros hacia abajo). Menciona al Pico Bolívar en Venezuela, el cual alcanza los 4,000 metros, como una de las montañas en las cuales suelen iniciarse los aficionados de este deporte por su altura.
Para practicar el montañismo, o el senderismo, se necesita una buena condición física.
“Muchas personas subestiman el subir un sendero, pero tener un buen sistema cardiovascular y piernas resistentes es primordial”, afirma.
Señala que los picos más altos del país comienzan a partir de 1,500 metros. Menciona como los 10 con más altura: Pico Duarte, Loma Barraco, Pico Barraco, Rusilla, Pelona, La Viuda, Loma Fría, Monte Cigua, Monte Tina y Alto Bandera.
Ayuda
Algunas personas se ayudan de mulas o de otras personas para escalar, práctica de la cual los aficionados tienen distintos puntos de vista.

“Hay algunas partes del mundo donde se utilizan porteros que son personas que llevan el equipo de los escaladores. En el punto de vista de ecología y ética, es poner a un animal o persona a trabajar por beneficio propio. Cada quien tiene sus propios sentimientos al respecto. Muchos montañistas tienden a ser autosuficientes. Yo no uso mulas, por ejemplo”, agrega.
María José Fernández, escaladora de 21 años, es la primera dominicana en escalar el Kilimanjaro, “el free standing mountain” más alto del mundo, ubicado en Tanzania, con una altura de 5,895 metros. “Un free standing mountain es una montaña que no está en una cordillera, sino que está de pie por sí sola”, aclara.
Entre los detalles que cuenta de su experiencia, recalca que existe una cosa como “mal de altura”, la cual tiene distintos efectos en las personas.
“Algunas personas comienzan a reírse de todo y les da una sensación como si estuvieran drogados. A otros les da insomnio y a otros se les quita el hambre”.
Otro de los detalles que señala es el cambio abrupto de clima en la travesía hacia la cima. Relata cómo se siente pasar de un clima húmedo a uno árido y terminar en uno frío.
Comenta que en el Kilimanjaro no existen animales peligrosos, por lo que no hay riesgos de envenenamiento ni ataques.
“Se ven muchas aves, como palomas, algunos cuervos, y un roedor muy peculiar (rhabdomys) que existe sólo en esa zona”.
Fernández es voluntaria de una fundación llamada Siempre Más, cuyo lema es “lo que tú no conoces, no lo puedes querer”. Siempre Más está compuesto de aficionados y entre sus proyectos buscan educar sobre la importancia del cuidado del medio ambiente, al igual que sacar a personas de escasos recursos de su cotidianidad para que vivan algo diferente.
“Un muchacho que se crió en Los Guandules, viendo la contaminación ambiental, no concibe la idea de que la naturaleza es algo que se puede apreciar. Nosotros buscamos que ellos la aprecien”, comenta.
Joel Román, parte del equipo Siempre Más, dice que cada estudiante a los que llevan a las excursiones tiene una opinión positiva en cuanto a la experiencia que viven.
“La mayoría sigue apoyando las actividades de Siempre Más luego de que participan en las excursiones”.
Fernández toma como ejemplo a un grupo de Boca Chica al que Siempre Más llevó y que luego de la experiencia continúan haciendo limpiezas medioambientales y dando clases de reciclaje donde viven.
“Siempre Más nace luego de que Karim Mella, quien es el fundador, sube al Monte Everest y visualiza la idea de que jóvenes de escasos recursos puedan aprender de las aventuras y las actividades que se realizan al aire libre”, relata Román.
En cuanto al mecanismo de educación, señala que “en cada excursión, Karim imparte charlas de motivación, biodiversidad, ecología y geografía”.

Fuente El Dinero