Para quienes disfrutamos de la naturaleza, la
bolsa de dormir es parte esencial de nuestro equipo. Una buena bolsa de domir
será nuestro abrigo en las frías noches disfrutando de la
naturaleza, en la montaña y puede llegar a hacer la diferencia entre una
buena o una
mala experiencia.
Entendiendo que la adquisición de un saco de dormir es una
inversión, la elección del modelo adecuado debe ser hecha a conciencia y
de acuerdo a nuestras necesidades y aspiraciones. En ese
sentido, hay varios factores que influyen en la decisión final: peso,
volumen, precio y por supuesto el rango de temperatura en el que su
rendimiento es óptimo. En el siguiente artículo nos detendremos en este
último punto y vamos a explicar cómo se calcula la resistencia de un
saco de dormir, qué quieren decir los rangos de temperatura señalados
en las etiquetas y además entregaremos algunos consejos y
consideraciones que te pueden ayudar a optimizar el abrigo de tu saco. Claro ejemplo de la información que entrega un saco de dormir bajo norma europea.
Hoy en día, todas las marcas reconocidas someten sus sacos de
dormir a las pruebas que establece la norma europea EN 13537, la que
fue aprobada y aceptada por los países asociados al Comité
Europeo de Normalización (CEN) en el año 2002. Desde entonces, todos los
sacos de dormir comercializados en Europa cuentan por obligatoriedad
con dicha
certificación. Esta estandarización supuso un gran avance ya
que permitió hacer una comparación objetiva entre los productos, a diferencia de lo que sucedía antes de su creación, en donde
varias marcas, sobre todo de los Estados Unidos, “estimaban” el
rango de abrigo de sus sacos de dormir basados en los resultados
obtenidos en las distintas pruebas que propone la ASTM, una organización
que desarrolla estándares de consenso voluntario para una amplia
gama de industrias. El problema de este estándar es que las pruebas
miden tan sólo la resistencia de los materiales y no del producto en
sí, por lo
que la temperatura otorgada por los fabricantes era un tanto
subjetiva ya que quedaba a su criterio y muchas veces distaban bastante
de la realidad.
Pero, ¿Cómo la norma europea establece los
rangos de temperatura?
La norma europea EN 13537 define un procedimiento
que determina los límites de temperatura ambiental para el uso seguro de los
sacos de dormir con respecto a sus propiedades térmicas, además de
regular el correcto etiquetado de cada modelo. Vale la pena señalar que
esta norma solo se aplica a sacos de hasta -24°C de confort, ya
que el
procedimiento no considera vestimentas utilizadas para
condiciones polares o de altitud extrema, por lo que muchos sacos de
dormir diseñados para el Himalaya, por ejemplo, no cuentan con esta certificación.
Medición de un saco dormir.
A grandes rasgos, podemos señalar que la prueba
se realiza en una cámara de ambiente controlado en donde es posible variar la temperatura, la humedad y la velocidad del aire. A la fecha
existen tres laboratorios en el mundo (Francia, Alemania y Noruega)
en donde
se certifican los sacos de dormir. Para determinar las
propiedades de cada modelo se utiliza un maniquí estandarizado que es
vestido con una camiseta y pantalones de primera capa delgada. La norma
hace una diferencia por género y para efectos de homogeneizar el
proceso considera que una “mujer estándar” tiene 25 años, mide 1,60m
y pesa 60 kg y un “hombre estándar” tiene 25 años, mide 1,73m y pesa
73kg. Al maniquí se le colocan calentadores y varios sensores de
temperatura para luego ser colocado dentro de un saco de dormir sobre una colchoneta. Una vez que el maniquí se calienta a la
temperatura corporal, se mide la temperatura del aire dentro de la cámara
y en la
superficie del maniquí durante varias horas. A partir de las mediciones realizadas se calcula el valor de aislamiento del
saco de dormir y se establecen cuatro rangos de temperatura que, si
son bien interpretados, ofrecen una buena ayuda a la hora de escoger
el modelo correcto. Los cuatro rangos son: Límite superior: la temperatura a la cual un
hombre estándar puede dormir sin transpiración excesiva. Se establece con la cabeza
fuera de la capucha, con los brazos fuera del saco y con los cierres
abiertos.
Generalmente este rango no es informado por los fabricantes. Temperatura de Confort: es el rango de
temperatura en el que un individuo de sexo femenino puede dormir plácidamente y con
comodidad, sin la necesidad de ropa adicional y sin sentir frío,
utilizando la capucha y con los brazos dentro del saco.
Temperatura de límite inferior o de transición: es la
temperatura límite en la que un individuo de sexo masculino puede dormir
sin tener que abrigarse, sin temblar y sin despertarse durante ocho
horas en una posición curvada.
Temperatura extrema: es la temperatura en la que una mujer
estándar puede permanecer al menos seis horas sin riesgo de sufrir
hipotermia.
Se puede decir que es la temperatura de supervivencia. Cuando
se alcanza la temperatura extrema no se puede conciliar el sueño
y el cuerpo es incapaz de descansar.
La EN 13537 proporciona un estándar comparable y objetivo que
sirve para poder establecer diferencias de desempeño entre
distintos modelos y fabricantes; no obstante, existen variados factores que
influyen en la percepción del frío o en el rendimiento real de cada saco
de dormir en distintos escenarios que son importantes tener en cuenta.
Consideraciones de equipo
Colchoneta: un porcentaje de la pérdida de calor se produce
por conducción hacia el piso, por lo que, si tienes pensado
ocupar tu saco en condiciones de frío o humedad, debes escoger una
colchoneta de un factor R idóneo, de esa manera optimizarás el confort de tu
saco. Más información sobre el Factor R puedes encontrar haciendo
Carpa: una carpa puede llegar a ofrecer cerca de 5° C de
abrigo extra respecto al exterior.
Vestimenta: las pruebas de la norma europea estiman el rango
de temperatura tan solo con una primera capa delgada. En casos
en los que el frío es intenso es normal dormir con segundas capas o
incluso más abrigo, lo que aumenta considerablemente el rango de confort.
Liners: existen en el mercado fundas internas para el saco de
dormir que permiten aumentar el rango de confort en varios grados.
Tamaño del saco de dormir: si el tamaño del saco es demasiado
grande respecto al tamaño del usuario, el calor en vez de retenerse
tiende a disiparse, por lo que la recomendación es que el tamaño de la
bolsa sea acorde a la estatura de quien lo ocupará.
Consideraciones fisiológicas
Género: la norma establece una diferencia por género ya que en promedio una mujer siente más frío que un varón
(aproximadamente 5°C más frio) debido a que, por lo general, poseen menor cantidad
de masa muscular, la que ayuda a producir calor corporal y que
propicia un metabolismo más rápido. Edad: las personas mayores generan menos calor y sienten más
el frío que la gente más joven. En particular los hombres bien
alimentados entre los 16 y 24 años tienen una alta tasa metabólica y se
puede
decir que sus cuerpos bombean el calor para que no sientan
frío. Así que para un varón joven la temperatura de confort podría
fácilmenteser 5°C más fría que para un hombre mayor. Los niños pequeños
no tienen los mismos controles de calor natural que los adultos.
La velocidad de su metabolismo disminuye a medida que crecen,
por esta
razón, es muy difícil definir clasificaciones de temperatura
para niños.
Grasa corporal: objetivamente, una persona con sobrepeso
tiene mayor grasa corporal lo que la hace un poco más resistente al frío
que unapersona magra.
Estado físico: una persona entrenada y de buena condición
física estará mejor preparada para el frío. El agotamiento físico
limita la generación de calor.
Experiencia: una persona acostumbrada a dormir en el aire
libre está más familiarizada con el frío, el equipo y con su propio
cuerpo. Un principiante o personas que viven la mayor parte del tiempo
en la ciudad, y con las comodidades que ello implica, suelen sentir
más frío que alguien experimentado o que está yendo constantemente a
los
cerros.
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Fuente: Usuario Pezcalandia
Imágenes: Usuario Pezcalandia