En
Pezcalandia no salimos del asombro. Esta semana se recibió un comunicado de la
Secretaría General de Pesca que les anunciaba, sin muchos detalles, «la
reapertura de la pesquería de atún blanco del norte capturado en aguas del
océano Atlántico» gracias a un intercambio de cupo con Portugal, según
informaba ayer La Voz de Galicia. En los muelles de la región empezó el trajín
y algunos barcos comenzaron a prepararse. «Un caramelo», explica el patrón
mayor, Miguel Fernández. Sin embargo, ya por la noche, y ante el mar de
interrogantes abierto, les enviaron un correo electrónico que, en la práctica,
según los pescadores, dejaba sin efecto la posibilidad de volver a salir.
Hablaba de
«pesca accidental», de cantidades mínimas y dejaba en el aire
la necesidad de tener licencia para volver una vez que su validez concluyó al
dar por terminada la costera. «Mandamos preguntas, pero no nos han respondido.
Dieron el caramelo a la flota, pero se lo han quitado. Esto ha sido una
tomadura de pelo. Abren, pero no autorizan». Fernández dice que el sector «ha
puesto el grito en el cielo». Un anuncio sin concretar, ambiguo, con poca
publicidad (pasó de puntillas por los medios)... Por ejemplo, aunque no dan el
valor de notificación oficial al correo que recibieron ya por la noche, se
habla de 73 toneladas. Y eso es muy poco. «Eso lo cogen dos barcos de
vivero de mi casa en cuatro días. Para eso no abro una flota completa con el
sector ya más o menos tranquilo a estas alturas. Es que no queda nada claro». Pero
no es lo más importante. Según tienen entendido, se permitiría «la pesca
accidental -para entenderse, la que da la posibilidad a los que van a atún
rojo, por ejemplo, y capturan accidentalmente bonitos- y con licencia de
túnidos». «Y aquí en Cantabria todas las licencias de ese tipo están caducadas
desde que se dio por cerrada la costera». Sin licencia no se puede salir, lo
que deja en tierra cualquier opción. De hecho, Fernández cuenta que en su
puerto, Santoña, tuvo que avisar a los que ya se preparaban para hacerse a la
mar ayer por la mañana. A los que habían estado poniendo a punto los barcos
después de estar amarrados desde hace tiempo. «Sí que había barcos ayer con la
idea de volver a salir». El patrón mayor de la Cofradía explica que remitieron
a Pesca varias preguntas para intentar aclarar las condiciones. «Les pedimos
que aclarasen si para esta apertura hay que tener licencia y si nos la
autorizan si la pedimos. Y si la reapertura es para profesionales o también
para los 'turistas' (aficionados, pesca deportiva...). Es que hay muchas
dudas». Pero ayer a media tarde aún no tenía respuesta y hoy es festivo en todo
el país. «La ilusión ha durado unas horas. Nos han puesto un caramelo en la
boca y resultaba que estaba amargo», apunta. En todo caso, y con la fiesta y el
fin de semana de por medio, anuncia la intención de solicitar las licencias el
lunes, por si existe finalmente una opción y se aclaran todas las condiciones.
Cabe
recordar que la costera del bonito se dio por cerrada un minuto después de la
medianoche del pasado 22 de agosto. Fue, según se dijo, la campaña más corta
que se recuerda en el Cantábrico. Buena en cifras y también en rentabilidad,
pero muy corta, lo que supuso enviar a los barcos al paro antes de tiempo y
descuadró la actividad pesquera. Más que nada, como contó este periódico,
porque otras especies de pescado -chicharro o jurel- podían acusar entonces el
repentino interés que despertaban en gran número de barcos. Los que ya no
podían estar al bonito.
Fuente
Diario Montañes