miércoles, 13 de febrero de 2019

Protesta contra la pesca ilegal de tiburones


Difundimos en Pezcalandia que fue difundido por medios periodísticos y redes sociales un video que muestra a pescadores, supuestamente recreativos, en una embarcación con una captura ilegal de ocho tiburones de la especie Carcharias taurus, más conocido como escalandrún (un tiburón inofensivo), en aguas frente a Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires. En respuesta, unos cuarenta científicos nacionales, pertenecientes al Conicet y a diversas instituciones a lo largo y ancho del país, emitieron un comunicado en el que advierten sobre la necesidad de respetar la reglamentación vigente y conservar a los tiburones del mar argentino.Según los profesionales, los últimos análisis científicos indican que la abundancia de esta especie ha disminuido drásticamente en el país. La población de este tiburón, compartida entre Argentina, Brasil y Uruguay, está catalogada como “en peligro crítico de extinción” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la principal organización internacional dedicada a la evaluación y conservación de la biodiversidad.En diálogo con La Izquierda Diario, Luis Lucifora, del Instituto de Biología Subtropical de Iguazú declaró que “sin dudas, el principal factor detrás de la disminución en la abundancia del escalandrún es la sobrepesca. Pero debemos tener en cuenta que se trata de una especie que es afectada no sólo por pescadores recreativos, sino también por buques comerciales”.Según Lucifora, quien fue el principal coordinador de la iniciativa impulsada por estos cuarenta científicos, “en Argentina, la pesca comercial de tiburones grandes es menor, pero el escalandrún se mueve entre Argentina, Uruguay y Brasil. Por lo tanto, también es susceptible de la presión de pesca que encuentra en aguas de esos países, en donde sí hay pesca dirigida a tiburones grandes o estos son captura incidental de barcos que buscan otras especies, como atún o pez espada. Es un problema administrativamente complejo porque hay muchas jurisdicciones nacionales, subnacionales y hasta comisiones internacionales”.
Actividad ilegal. Los efectos de la pesca recreativa en las poblaciones marinas y los ecosistemas han aumentado la preocupación mundial en los últimos años. En Argentina, la pesca con caña, la pesca con redes y la pesca submarina de peces costeros, tiburones, rayas y quimeras son actividades de pasatiempos muy populares con más de 50 años de historia. “A pesar de la relevancia tradicional y económica percibida de estas actividades en el país, las pesquerías recreativas marinas no estaban reguladas en gran medida, y no se han implementado programas oficiales de monitoreo de pesquerías a nivel nacional”, señalaron en su investigación Review of marine recreational fisheries regulations in Argentina, los especialistas Paula Cedrola, de la Dirección Provincial de Recursos Naturales de Santa Cruz, y Leonardo Venerus, del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos de Chubut y también firmante del reclamo.  A excepción de algunos sistemas particulares para los cuales las instituciones de investigación y las ONG recopilaron algunos datos, no se han realizado encuestas exhaustivas para describir los aspectos ecológicos, sociales o económicos de estas pesquerías. Cedrola y Venerus señalan que “de las cinco provincias costeras que abarcan ca. 8400 km y unos 20 grados de latitud de costa, solo la provincia de Buenos Aires tiene una legislación completa para todo su territorio, que incluye 15 áreas protegidas. En las provincias restantes, las regulaciones para la pesca recreativa marina están limitadas a unas pocas áreas protegidas (siete de las 37 áreas costeras bajo jurisdicción provincial, nacional o compartida). Esta falta de legislación alienta a los presuntos pescadores recreativos a desarrollar operaciones de pesca comercial a pequeña escala que ni se controlan ni se monitorean como tales, lo que contribuye a la sobreexplotación de algunas poblaciones costeras clave”.


Según indican los cuarenta científicos del Conicet, “en principio, la pesca que se muestra en el video es ilegal porque viola la Disposiciones Nº 217/2007 y 78/2014 de la Provincia de Buenos Aires. Estas reglamentaciones establecen la devolución obligatoria de los tiburones capturados de las especies escalandrún, bacota, gatopardo, martillo y cazón, limitan el número de cañas por pescador y también estipulan la modalidad de armado del aparejo de captura”. También se encuentra vigente la resolución del Consejo Federal Pesquero Nº 04/2013, “que establece que los buques de pesca comercial no pueden desembarcar tiburones mayores de 1,6 metros de longitud total en ningún puerto argentino”.
Según los profesionales, “estas reglamentaciones tienen como objetivo conservar y hacer un uso sustentable de las poblaciones de grandes tiburones del mar argentino. Se basan en conocimiento científico de la biología de esas especies en aguas argentinas acumulado durante muchos años, que indican que estos tiburones tienen un muy bajo ritmo reproductivo y que sus poblaciones han sufrido disminuciones severas”.
Fuente Izquierda Diario