Nos llega a la
redacción de Pezcalandia, éste triste relato en primera persona.
Les escribo
desde Salta, mi provincia. Yo sigo
trabajando a distancia, como todo el equipo de Greenpeace.
Hace algunas
semanas, cuando el gobierno nacional suspendió los desmontes por la cuarentena pensé que nuestros bosques
tendrían una esperanza. Tal vez algo más de vida, al menos un respiro
por un tiempo.
Pero me equivoqué. Los que destruyen la naturaleza no descansan ni durante un aislamiento social obligatorio.
Gracias al
monitoreo que realizamos comparando imágenes satelitales descubrimos que se desmontaron más de 6.500
hectáreas en el norte del país entre el 15 de marzo y el 15 de abril pasado.
Parece
una burla. Mientras la mayoría nos
quedamos en casa para frenar el coronavirus, las topadoras siguen avanzando.
Por eso, pedimos que los gobernadores de Salta (Gustavo Sáenz), Santiago
del Estero (Gerardo Zamora), Chaco (Jorge Capitanich) y Formosa (Gildo
Insfrán) decreten la emergencia
forestal y prohíban los desmontes de manera inmediata.
En nuestro
monitoreo detectamos la cantidad
de hectáreas que fueron desmontadas en cada una de las cuatro provincias, a
pesar de la cuarentena. Arrasaron 3.222 hectáreas en Santiago del
Estero, 1.194 en Salta, 1.132 en Formosa, y 1.017 en Chaco. Allí se concentra el 80% de la deforestación
del país.
Como ves, no solo estamos en emergencia sanitaria, también en emergencia
forestal y climática.
Más desmonte
significa más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e
indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más
enfermedades.
Destruir bosques es un crimen y no podemos perder ni una hectárea
más. Seguí cuidando la
naturaleza desde tu hogar. Ayudame a defenderla.
Fuente Green
Peace
Noemí Cruz
Campaña de Bosques