miércoles, 16 de septiembre de 2020

Clínica de señuelos


Informamos éstos excelentes  tips a nuestros seguidores de Pezcalandia.
Cómo reparar los señuelos que ya tuvieron sus grandes batallas?. Triples o simples: cuáles son mejores y por qué. Anzuelos in-line: qué son? El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos”, canta Pablo  Milanés. Y bien podría ser el ruego de los que permanecemos en cuarentena sin pescar o de los señuelos que están en nuestra misma situación. Algo hay que hacer por ambos. Los primeros estamos en manos de las decisiones gubernamentales. Los segundos, en las nuestras y, por tanto, preparándolos para cuando salgamos a pescar, tenemos la buena oportunidad de ponerlos en condiciones. Estos son algunos consejos al respecto.
En los últimos años se impuso el uso de anzuelos simples en los señuelos. Sin embargo, esta moda ha causado confusión y muchos pescadores quieren aplicarla a cualquier artificial. No debe ser así sino que hay que analizar por qué se elige uno sobre otro. Lo principal es saber cuál será más efectivo, cuál atrapará más peces: va en línea con la definición de pescar. Para llegar a esta respuesta debemos pensar de qué manera come el pez que busquemos y cómo es el lugar donde pesquemos. Una vez decidido el uso de triples o simples, veremos cuál yerra menos piques y cuál evita que se nos escapen o se suelten. En todo esto radica el equilibrio que cada pescador debe buscar.
¿Triple o simple?
El anzuelo simple es más beneficioso cuando se trata de pescar dorados grandes. ¿Por qué? El anzuelo simple no se abre con tanta facilidad, pues se usan medidas bastante grandes y, como tiene una sola punta, con la muerte más alta y mayor rebaba en comparación con un triple, se entierra más profundo, ya que este último, en definitiva, no deja de ser lasunión de tres anzuelos más chicos.
Por esta causa, al dorado cuando salta, uno de sus principales métodos de defensa y que tanto nos gusta contemplar, le cuesta más sacárselo, ya que esa conexión del pez con el equipo está más sujeta, más metida en su carne. Hablamos de dorados grandes, porque, para que no pierda eficacia, el simple debe entrarles en la boca. Un dato no menor es que el anzuelo simple también puede extraerse fácilmente de lugares difíciles, simplemente cortándolo, sin dañar al pez.
Los peces chicos, por el contrario, no abren tanto sus fauces. Por lo que, en el choque contra el señuelo, los triples, por tener tres puntas cada uno y ser más finos que un simple, se clavan en su parte externa. Estos peces chicos tienen menos masa que los grandes y, por ende, al clavar es probable que se arrastre al pez y no se entierre, si es un solo anzuelo. En conclusión, el triple cumple mejor esta función de aprehenderlo de cualquier parte.
No tiene mucho sentido usar anzuelo simple para pescar tarariras, pues la única función del anzuelo simple es que no se desprendan los peces y resulta muy difícil que una tararira se desprenda de un triple. Es un pez muy voraz, glotón. Las excepciones se dan en las gomas, donde se necesita una simple y tipo offset para armar un señuelo antienganche y trabajarlo entre la vegetación, o los spinner bait o slider, que también precisan un simple por el mismo motivo: funcionan como antienganche.
Tampoco es cuestión de ponerle al señuelo cualquier anzuelo simple. Existen en el mercado los anzuelos in-line, a los que se los engancha de la panza del artificial con una sola anilla. No obstante, no todas las marcas los fabrican, algunas no los hacen de buena calidad y cuesta conseguir los ideales. Por consiguiente, recomendamos un anzuelo simple común, de pata corta para que no se enganchen entre sí, con doble anilla para que quede derecho.
Es importante que la anilla no se trabe en el ojo del anzuelo simple o triple, pues lo coloca de costado y le complica la adecuada y fina natación del señuelo, ya que queda como un pequeño timón. El ojo del anzuelo o el triple deben hacer bastante juego en su anilla.
El tamaño de la anilla, como sucede con cualquier elemento del equipo de pesca, debe ser equilibrado. Una anilla pequeña, pero de buena calidad, soporta mucha tensión sin deformarse. El anzuelo de la panza debe exponer la punta para abajo; de lo contrario no la clava. El de la cola es indistinto.  
¿El gordo o el flaco?
Durante muchos años tuvimos la idea de que, para que no se escapara un buen pez, el triple tenía que ser grueso, machazo, como le llamaban en el norte. Sin embargo, por una cuestión lógica, física, un anzuelo fino penetra más fácilmente que uno grueso. Una simple demostración: ¿qué se te clava más rápida y eficazmente en la palma de tu mano, si lo presionás: un alfiler o un clavo gordo?
Sin embargo, un anzuelo o triple fino puede abrirse, también por una cuestión física, ya que es más fácil curvar un alfiler que un clavo. Para compensarlo conviene utilizar una caña más blanda, sin que sea lenta, no exagerar cañando reiteradas veces al pez y dejar un poquito más libre el freno para compensar esas fracciones de milímetro de delgadez de los anzuelos o triples elegidos.
Auxiliares de engaños
Los snaps y cables de acero deben ser de buena calidad, ya que esta condición permite achicar el diámetro escogido. El snap, mosquetón o cambiador más chico hacen que mejore el trabajo del señuelo, pues no le suministran mucho peso adicional. Nuestros peces dentados, sobre todo los dorados, cortan el fluorocarbon y, por tanto, recomendamos el cable de acero. El primero solo tiene sentido en aguas muy transparentes, donde los peces muy sensibles, como las truchas de los lagos del sur, pueden huir al ver la sombra o figura de un cable opaco. En las pescas en el Paraná, el Uruguay o el Plata no se necesita ya que, por más limpia que esté, el agua siempre tiene sedimentos en suspensión que les quitan visión a sus habitantes.
Tengamos en cuenta también que, si pescamos con elementos muy livianos, podemos arribar a dos malas consecuencias: que el pez se vaya con el señuelo clavado, lo que, probablemente, lo llevará a la rápida muerte; o que lo agotemos por prolongar la lucha, lo cual le provocará un daño similar.
Para realizar los arreglos en casa son indispensables una pinza abreanillas (con muesca en el extremo distal), un alicate para cortar el cable de acero, anzuelos y una pequeña piedra de afilar, que se consigue por todos lados y es barata. Siempre hay que afilar los anzuelos, ya que pescamos en estructuras (piedras, palos, etc.) y cualquiera que toque el anzuelo lo va desgastando y desafilando. La mismísima boca dura de los peces (los dientes, especialmente) los desafila. Sacás un par de pescados y ya no pinchan igual que al principio. Es más sencillo, entonces, darle un toquecito con la piedra que cambiar de anzuelo. Aconsejamos llevarla en la caja de pesca y no solo tenerla cuando preparamos los elementos en casa.
Todas estas pequeñas grandes ideas tienden a cuidar la hidrodinámica del señuelo, punto fundamental de su creación. El cable debe estar bien armado, prolijamente; el snap debe ser chico para que nade bien; las anillas y los simples o triples tienen que ajustarse al tamaño adecuado para que no moleste la natación.
Nello Príncipi solía decir que el tiempo que se pierde fuera del agua luego se gana en el agua. Aprovechemos entonces a dejar todo listo para retornar a nuestra pasión señuelera, no bien se baje la bandera de largada. Que nos encuentre bien parados, de salud natural y de salud artificial.
Taller de reparación
Las mordeduras de los peces terminan rompiendo los flecos de los señuelos. A veces, al engancharlos con los triples de otros artificiales los arrancamos. Entonces es una buena época para repararlos, especialmente en spinner buzzers, spinner baits y sliders, donde se los puede ceñir.
Los flecos de goma pueden comprarse o hacerse, cortando banditas elásticas finas e, incluso, colorearse con fibrón indeleble. Para atarlos, se forma un manojo consistente pero no exagerado y se los agarra al señuelo con unas vueltas de multifilamento que se ciñen con un nudo y la Gotita. Es importante que cumplan su función de cubrir al anzuelo.

Pezcalandia
Fuente Weekend