miércoles, 30 de septiembre de 2020

La mexicana que rompió un Récord Guinness



Desde Pezcalandia les contamos la gran historia de ésta alpinista. Viridiana Álvarez llevaba 10 años trabajando en la industria automotriz, pero no se sentía satisfecha. 
Era una experta en su rama en su natal Aguascalientes, donde el sector es muy fuerte, pero sentía que algo le faltaba: Pasión
Se puso a pensar qué le llenaba y lo primero que le vino a la mente fue su hobbie de montañismo. Así, un día simplemente renunció y se fue a escalar la montaña Manaslu en la cordillera del Himalata. 
“Fue una decisión que condujo otro parteaguas en mi vida, pero fui consciente del costo que se tiene que pagar por los sueños, realmente no fue un sacrificio tan grande, sino que es poner a un lado la certidumbre”, explica Álvarez..
El cambio valió la pena porque hoy Viridiana Álvarez es la una alpinista mexicana y latinoamericana que ha conquistado la cima de las cuatro montañas más altas del mundo y además poseer el Récord Guinness por el tiempo en el que ascendió al Monte Everest (8 mil 848 metros), el K2 (8 mil 611 metros) y el Kanchenjunga (8 mil 586 metros). 
“Mi última expedición fue al Kanchenjunga, que es la tercera montaña más alta del mundo en mayo de 2019 y con la que logre el Récord Guinness”, afirma Álvarez.  
Su primera montaña fue el Pico de Orizaba en México y a partir de ese momento no se ha detenido. A los 10 meses posteriores decidió irse al Aconcagua, porque ella consideraba que la siguiente etapa en su carrera era conquistar la cima más alta de América. Con esta expedición logró mezclar lo que hasta entonces era un hobbie con un trabajo profesional en el montañismo. 
“La gratificación de subir montañas viene en la manera en que yo vivo el montañismo. Para mí la montaña es un espacio donde he podido crecer, desarrollarme, encontrar a Dios y a mí misma”, señala la alpinista quien describe que la satisfacción la encuentra en la pasión que siente a pesar del alto riesgo que hay en las montañas como el Himalaya.   
“Si yo no hago algo por mis sueños, nadie más lo va a hacer”
Álvarez expresa, “la pasión para mí no está en la razón, o sea, en analizar esos factores de riesgo de una manera fría, sino que la pasión es una emoción que se vive en las entrañas, en lo más íntimo de cada uno y eso hace que cada quien de nosotros hagamos diferentes locuras, pero con base en eso, a la pasión”.
Además de dedicarse al alpinismo, Viridiana tiene una empresa de consultoría que se llama Liderazgo de Altura y ella describe que las conferencias son una parte muy gratificante y apasionante, porque cambia de manera positiva sus vidas.
Algunos de los temas que incluye son los valores que se aplican para todos los ámbitos de la vida, ya sean personales, profesionales o deportivos. De igual manera, el romper paradigmas, de confiar en uno mismo, pagar el costo, actitud positiva, que ella considera que son universales.
Tener control sobre el miedo 
Viridiana es una de las pocas mujeres que ha conquistado la cumbre del K2. La propia alpinista señala que la montaña le hizo conocer todos sus límites, desde la parte del autocontrol del miedo hasta pasar por muchos obstáculos y seguir hacia arriba. Para ella, conquistar estas cumbres no solo se trata de subir a la cima, pues eso solamente es la mitad del camino. 
“El miedo es una emoción que nos ha ayudado a sobrevivir a lo largo de toda la historia del ser humano en la evolución. He tenido miedo en esas montañas, porque si no lo tuviera no estaría midiendo el riesgo, el reto es poder lidiar y tener ese autocontrol del miedo, cada uno lo vive de manera diferente, es una emoción que se requiere, pero que no tenemos que dejar que nos sobrepase, debemos de controlarlo”.
Álvarez cuenta que cuando bajó del K2 y era consciente de que había sobrevivido fue un momento muy grande de empoderamiento y de entender que todo lo podía lograr con esfuerzo, pasión y determinación. “Es una montaña que para mí representa romper con todos los paradigmas”. Tal vez, por como dice Viridiana, es que, por estadística, de cada cuatro personas que logran llegar a la cima del K2, uno no baja.
En ese momento todo era estaba en contra de la hidrocálida, pues apenas tenía cuatro años de experiencia subió al K2, mientras que sus compañeros llevaban hasta 20 años de experiencia en el montañismo e iban por su tercero o cuarto intento, en tanto que ella por el primero. Aún así logro superar el gran reto y salir triunfadora. 
El montañismo representa para ella el reto donde cada quien enfrenta sus propios “demonios” y el K2 le hizo ver parte de sus límites y suerte en momentos de mucho riesgo. Describe que la mente juega mucho y el autocontrol que se debe tener en la montaña es impresionante. 
Cada expedición tiene un valor especial para ella, pues cada una le ha brindado una experiencia distinta y grandes logros. 
“El Everest siempre va a ser una montaña muy especial para mí porque es la más alta del mundo y creo que subirla fue un parteaguas en mi vida. Cada montaña tiene su momento especial y el año pasado en el Kanchenjunga llevé la bandera de México y me convertí en la primera mexicana en conquistarla. Además, la llegué a la cima el día de mi cumpleaños y superé Récord Guinness”, expresa con mucho ánimo Álvarez. “Fue un regalo precioso”.
 
Pezcalandia
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Fuente Entrepreneur