Les contamos a nuestros seguidores Pezcalandia que la pesca recreativa cuadruplica las licencias, los ciclistas se asocian a más clubes y los nadadores apuestan por el mar abierto.
Esa es una de
las derivas que está teniendo esta pandemia del coronavirus por la que los
gimnasios han caído su clientela bajo mínimos por el temor a estar en un lugar
cerrado, y por contra se han disparado los deportes al aire libre. Por ejemplo
se han cuadriplicado las licencias de pesca recreativa, los ciclistas que
salían más por su cuenta ahora se están asociando a clubes para entrar en el
mismo círculo y poder hacer salidas
en grupo por carretera o a la montaña más días a la semana. El mar
también ha conseguido nuevos seguidores y son más los profesionales e incluso
usuarios que nunca antes habían nadado en otoño los que están comprando trajes
de neopreno para despejar la mente lejos de la orilla.
En cuanto a la
pesca recreativa, pasa por un momento álgido a pesar de que en los últimos años
las restricciones de las distintas administraciones cada vez limiten en más
puntos esta práctica que pasa de abuelos a nietos. Las tiendas de venta de
cañas y equipamiento deportivo han anotado que se ha llegado a cuadriplicar en
meses la renovación de licencias para poder echar el anzuelo ya que se ha
disparado el número de nuevos pescadores que quieren probar suertes. La
explicación a este nuevo «boom» puede ser clara, ya que muchas familias optan
por planes al aire libre y alejados de terrazas y zonas de ocio donde puede
haber más riego de contagio.
«La salida del
confinamiento se ha notado en que mucha gente se ha ido a pescar e incluso
quienes nunca lo practicaban», reseña Cristian Candela, de la tienda Dimar
Pesca de Elche. Sin embargo, están notando que ya se está estabilizando la
tramitación de estas licencias, que desde la mayoría de establecimientos
gestionan. Se está recuperando este interés como herramienta contra el estrés y
la ansiedad que a muchos les produce la crisis sanitaria. Paco Gambín, presidente
del grupo ilicitano de Pesca y gerente de la tienda «El rincón de los
pescadores» coincide en que ha crecido esta tendencia pero lamenta que en
algunos municipios como Santa Pola sean grandes las restricciones de espacios
para tirar la caña. Andrés Baeza, de 22 años, apunta que ha potenciado su
afición a tirar la caña desde que empezó a practicar a los ocho años. «Ahora que el ocio está más limitado hay
más ganas», apunta.
Nuevo perfil
Sobre la
natación, los expertos señalan que con el confinamiento hubo más personas que
se federaron para poder nadar sin restricciones pero con la segunda ola se
están renovando las licencias pero bajan los socios. Hay menos niños pero se
apuntan nuevos grupos de adultos que optan por esta práctica para relajarse en
estos momentos difíciles, señalan desde el club de natación de San Vicente del
Raspeig. Aún y así, «el nadador recreativo que no se federa no está
contabilizado pero su número es mucho mayor. Ese ha dejado de hacer uso de las
piscinas cubiertas en un porcentaje muy alto al igual que los niños, se han
retenido y optan más por nadar en el mar, correr...» apunta Rafael Aledo,
presidente del club ilicitano de triatlón Natura Sport. En este sentido las
tiendas de equipamiento para nadadores han apuntado un aumento de hasta un 30%
de la compra de neoprenos para sumergirse en estas fechas.
De igual forma, los grupos de ciclistas han
aumentado considerablemente. Si antes solían organizar encuentros
los fines de semana, ahora las quedadas cubren casi todos los días y se
adelantan por las tardes las salidas para procurar que haya más horarios y
menos grupos numerosos. «Incluso hemos creado un grupo de noveles que se
inician, o que habían abandonado la costumbre y ahora la retoman» expone Miguel
Picher, presidente del club Ilibike, que asegura que ha aumentado un 20% el
número de socios desde que el covid nos acompaña. De igual forma, apuntan que a
raíz de la pandemia las tiendas especializadas apuntaron un repunte de ventas
de algunos elementos como rodillos de entrenamiento, que en algunos
establecimientos se quedaron sin stock.
Fini Vera Espejo
es una apasionada del deporte. Esta ilicitana de 45 años dejó de acudir al
gimnasio cuando empezó la crisis sanitaria por las limitaciones de aforo y de
horarios que le complicaban practicar ejercicio, por lo que se animó a hacer
salidas de grupos al aire libre. Hace dos años se compró una bicicleta para
complementar su rutina de «running»» pero no es lo mismo hacer 50 kilómetros
sola que en grupo. Mi finalidad es conocer gente. Ayuda porque cualquier
deporte que practiques para todo el mundo es una vía de escape», expresa esta
deportista que ahora forma parte del club Ilibike y que está intentando limitar
el ocio aumentando la práctica deportiva.
En entornos
naturales también se aprecian más montañistas que optan por planes con la
familia al completo mientras hacen rutas senderistas. Los guías de la Unión
Excursionista de Elche señalan que hay más interés por parte de grupos de
descubrir los parajes de la provincia, aunque hay ciertos socios que por temor
al virus están limitando las salidas.