Habíamos suspendido este viaje a la laguna de Cuero de Zorro
(del lado de Trenque Lauquen) dos veces por culpa de los fuertes vientos, a los
cuales se les ocurría soplar a más de 40 kilómetros justo los fines de semana,
fecha en que solamente por la veda se podía ir a pescar pejerreyes en la
Provincia.
Queremos dar un consejo a los pescadores que visitan lagunas
y van a pescar en forma particular, antes de comenzar la jornada de pesca es
muy importante hablar con lugareños o guías que tienen muy clara la situación
de las lagunas por estar pescando muy seguido en ellas, ellos podrán darles dos
datos al menos que les serán muy útiles a la hora de pescar: en qué sectores de
la laguna está picando el pejerrey y a qué profundidad de brazolada pico el día
anterior.
Estas respuestas les harán ganar horas de pesca y podrán
hacer que la pesca sea buena o no, el domingo algunas embarcaciones salían con
10 pescados y nosotros cumplimos la cuota en cinco horas de un pescado
espectacular y al consultarlos ellos habían pescado en el centro de la laguna
con bajadas de 25 centímetros, mientras nosotros lo habíamos hecho muy cerca de
la costa y con bajadas a 80 centímetros, y eso al final del día marca una
tremenda diferencia.
Comenzamos a pescar, algunos con las bajadas a 80 cm. como nos
habían aconsejado y otros que queríamos lograr piques a 20 cm., lo cual es
mucho más lindo, pero menos efectivo en este caso.
Los piques comenzaron a producirse muy seguidos en las
líneas con la bajada profunda y muchísimo más espaciados en las de bajada corta
por lo que a la media hora todos hicimos caso a lo que él nos decía.
Los piques eran muy tímidos y contrariamente a lo que
siempre da resultado, en esta oportunidad no había que clavar cuando la boya ya
se había sumergido sino cuando la misma hacía ese movimiento sutil hacia un
costado, caso contrario el pique se erraba.
La carnada que utilizamos fue mojarra viva, pero una vez
logrado algún dentudo fileteamos y el rendimiento de este fillet tanto como el
de pejerrey daban el mismo resultado. Las boyas más livianas en este caso
dieron mejor resultado que las más pesadas, y anduvieron muy bien las que
tenían alguna combinación con color negro.
Luego de dos horas de pesca y haber logrado unos 50 pescados
fuimos en busca de los grande.
Navegamos para un sector casi al final del espejo y otra vez
anclamos muy cerca de la costa, moviéndonos los últimos 50 metros con el remo
para no hacer ruido que espantara a los pejes.
Equipo recomendado: https://www.pezcalandia.com/productos/combo-pejerrey-shimano-3m/
Lo que fuimos a buscar lo logramos, en este lugar los portes
eran mucho más grandes y todos muy parejos y el pescado comía con más firmeza,
no se erraban tantos piques como en el primer lugar elegido.
El pejerrey es muy bien alimentado, tremendamente vital, en
muchos casos saltaban fuera del agua y no largo, pero sí grueso, promedio 350
gramos con varios de 600 gramos.
Al llegar a la costa contamos los pejerreyes y habíamos
logrado 124 (a pesar de haber devuelto más de 20 en la media jornada) por lo
que habíamos logrado la cuota fácilmente.
Como en cada nota queremos aconsejarles que cuiden cantidad,
medidas y vedas de las especies que vayan a pescar, y además que cuidemos entre
todos de dejar limpios y no contaminar los lugares que visitamos, para de esta
manera asegurar que nuestros hijos y nietos en un futuro puedan disfrutar de
esta pasión tal como lo hacemos hoy nosotros.
Pezcalandia
Prensa & Difusión
Fuente: Verte TV