Esta inundación fue similar a la que arrasó con el pueblo de
Epecuén, pero a diferencia de este, el agua comenzó a descender en Chapalcó y
la localidad pudo ser habitada nuevamente. Según relatos de la época, solo se
podía ver una casa sobre el nivel del agua perteneciente a la familia Dallavia,
y el único edificio que resistió fue la delegación municipal.
Con el paso de los años, las aguas de la Laguna Chasicó
fueron bajando gradualmente y en la década de 2000 la situación comenzó a
mejorar, ya que muchas zonas que antes estaban sumergidas emergieron
nuevamente. Además, se descubrió que la laguna era un buen lugar para la pesca
de pejerrey, atrayendo a pescadores que se acercaban en bote para disfrutar de
esta actividad.
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Este resurgimiento de Chapalcó también trajo consigo un
desarrollo en su infraestructura. Actualmente, unas 50 personas viven de manera
permanente en el pueblo, que cuenta con un destacamento de policía, una sala de
primeros auxilios, una escuela rural y un jardín de infantes.
Aunque pequeño, Balneario Chapalcó es un lugar con una gran
historia y un futuro prometedor. Si bien la tragedia de la inundación dejó su
huella, la comunidad ha sabido reconstruirse y seguir adelante, haciendo de
este lugar un destino turístico para aquellos que buscan tranquilidad y belleza
natural.
Prensa & Difusión
Fuente: calamuchitaya