La caminata por tierras tucumanas inicia con un trayecto a bordo de un vehículo por la ruta 307 desde la capital: son 130 kilómetros y alrededor de dos horas y media hasta divisar el dique La Angostura, que sugiere el comienzo de la aventura. Allí, emplazado en la avenida de Los Franciscanos, surge el Pie de la Cuesta, donde se puede disfrutar de la primera panorámica de la localidad.
Las montañas de Tafí se ascienden realizando zigzag, durante la primera etapa de la travesía, de baja dificultad, es necesario ascender realizando zigzag por la elevación del terreno. A los costados, los arbustos y los pastizales se adueñan del ambiente; un rato después, se puede disfrutar de la vista del cerro Nuñorco y el principio de las cumbres Mala Mala y Las Calchaquíes.
Mientras tanto, el periplo, que usualmente se efectúa con un guía, permite apreciar los restos arqueológicos de la cultura tafí, que data del 300 al 500 a.C. El tiempo aproximado de la jornada, que precisa una serie de paradas para la merienda y la cena, es de seis horas en 700 metros de desnivel positivo. Las estadías son en refugios lugareños, aunque otros optan por alquilar habitaciones compartidas o hasta dormir en carpas para recuperar energía antes de continuar. Además de las mulas para el equipo personal, los paquetes contemplan animales de carga que llevan las ollas, los alimentos y las bebidas, que son de uso grupal.
Mochila perfecta para hacer trekking:
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Ya en el día 2, se ingresa al Valle de la Ciénaga, donde los matorrales se abren paso entre los cordones montañosos: las pircas, utilizadas por los baquianos para guardar el ganado, forman parte del espacio. Después de 10 kilómetros de trekking, en el que se arriba al punto más alto, se observa el refugio situado en la parte interna, aunque el valle de Anfama es el segundo destino previsto.
Luego de atravesar las cumbres de Raco y la Cabra Horco, una expedición clave para el senderismo en la zona, la casa de Doña Petrona es un paraje ideal para parar y descansar: ocurre que, posteriormente, es necesario cruzar el río Grande en varias oportunidades -al menos ocho-, que se vuelve agotador debido a las oscilaciones en el terreno y el puente colgante por el que hay que continuar.
Ya en el día 2, se ingresa al Valle de la Ciénaga, donde los matorrales se abren paso entre los cordones montañosos: las pircas, utilizadas por los baquianos para guardar el ganado, forman parte del espacio. Después de 10 kilómetros de trekking, en el que se arriba al punto más alto, se observa el refugio situado en la parte interna, aunque el valle de Anfama es el segundo destino previsto.
Luego de atravesar las cumbres de Raco y la Cabra Horco, una expedición clave para el senderismo en la zona, la casa de Doña Petrona es un paraje ideal para parar y descansar: ocurre que, posteriormente, es necesario cruzar el río Grande en varias oportunidades -al menos ocho-, que se vuelve agotador debido a las oscilaciones en el terreno y el puente colgante por el que hay que continuar.
Bastones para trekking:
Las condiciones para hacer trekking pone link bastones y pone alguna mochila mas El vadeo del Río Malo es una de las grandes dificultades, así como también los 50 kilómetros a transitar en tres días diferentes. Sin embargo, para afrontar el desafío, las empresas que proponen las expediciones exigen algunos documentos. En principio, es obligatorio tener entre 14 y 60 años, aunque casos particulares de mayor o menor edad son evaluados de acuerdo al estado físico de los individuos.
Pezcalandia s.a.
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