miércoles, 15 de septiembre de 2010

Reconquista-Los primeros pasos en la pesca deportiva

Hola amigos y seguidores de Pezcalandia, como es costumbre nuevamente les traigo una nota de pesca deportiva, que realice con un amigo de la ciudad de Freyre, en esta oportunidad vino con su hijo Juan Cruz, un chico que por primera vez salía a pescar y nada mejor que probar con los famosos tigres de Reconquista por dos razones:
1) La gran cantidad de piques que se tienen -
2) Por sus portes, que oscilan entre los 2,500 kg. y los 6,00 kg. es una medida muy buena para los chicos, por un tema de fuerza, ya que no es tan potente, es una medida que ellos pueden manejar en forma independiente.
Les relato la jornada, me levanté temprano para ver como estaba el clima, ya que había llovido con viento toda la noche y me sentía un poco preocupado, porque tenía que rendir un nuevo examen ante un amigo que había confiado en mí, para traer a su hijo a pescar por primera vez, al majestuoso Paraná, y todo dependía de que la pesca sea segura en todo sus aspectos. Tales como navegar con mucha seguridad, no hacer que el niño tenga miedo al navegar y algo muy importante que, mas haya de que pesque mucho, entienda el significado de la pesca deportiva, que es fundamental, para que el futuro no sea incierto, y que cuando ellos sean grandes, sigan haciendo escuela.
Los pasé a buscar por la posada, los acompañé con el desayuno, para que el nuevo amigo entrara en confianza y luego nos fuimos rumbo a puerto donde "EL BANANON" nos esperaba anclado en el muelle.
Llegamos, nos embarcamos y salimos rumbo a unos arroyos, ya que había un poco de viento, tomé la decisión de empezar en un lugar con reparo. Al aproximarnos a la entrada del arroyo, notamos poca actividad, pero no habíamos hecho el viaje para no pescar; le digo a Carlos...vamos a entrar pescando al golpe, yo me encargo de Juan Cruz....y así los hicimos.
Bueno amigos, les tengo que decir que nuevamente los dorados nos estaban esperando, solo tuvimos que arrojar las líneas contra los camalotes y esperar los pique...parecían que estaba escondidos y los despertamos, fue un pique tras otro.
Al llegar a la primera curva, ya habíamos hecho debutar a Juan Cruz, y Carlos estaba palo y palo con los doradillos; sacamos las fotos y le explicamos al nuevo pescador, el porque de la devolución, cosa que entendió de una.
La mañana prosiguió con pocar variantes, entonces tomo la decisión de salir al Paraná, ya que el viento soplaba con menor intensidad, buscamos una costa con reparo y nos dispusimos a hacer la picada de salame y queso casero, nos atamos a un árbol caído y empezamos con la modalidad Bait Cast...no me lo van a creer, la diversión fue tal, que hasta Juan Cruz se animó y pescó varios doradillos, hasta que los señuelos dijeron basta, uno se quedó sin las patejas (anzuelos) y el otro sufrió la rotura de su paleta dejándolos inservibles.
La jornada transcurrió entre filmaciones, fotos y devoluciones (que tanto nos reclama nuestro amigo el King, desde Buenos Aires).
Cuando miramos el reloj, ya era la hora de la fritanga, remontamos el río varios metros, hasta encontrar una costa adecuada para hacer el campamento, cocinar el pescado y que nuestro amigo de 7 años, tenga un lugar para jugar en tierra firme.
Luego de reponer fuerzas y de saborear el frito de pescado, nos dispusimos a terminar la jornada, intentado capturar alguno grande, para ver la reacción que revocaría en Juan Cruz si capturaba uno.
Nos fuimos a un banco del Paraná, donde intentaríamos hacer pesca al garete o pinda; nos largamos bien arriba para tratar de pasar por la mayor cantidad de veriles posibles, antes devolver a subir el río. Habríamos hecho unos 300 mts cuando Carlos acusa el primer pique, deja llevar y pega la clavada, a unos 20 mts de la embarcación pega el salto y...el dorado brilla mas aun cuando se refleja con el sol de la tarde..- Es lindo...! exclamamos.
La lucha toma varios minutos, pero al final lo levantamos, sacamos las fotos de rigor y devuelta al agua...Esto era increíble, donde tirábamos teníamos un pique, el viento empieza a soplar y nos fuimos para la costa, donde estaríamos mas tranquilos, decidimos por la pesca al golpe, que es la que mejor anda para este tipo de lugares, ya que hay muchas ramas y arboles caídos en el fondo y los dorados suelen asechar entre los palos, donde se forman pequeñas correderas.
Remontamos la costa y nos largamos río abajo haber si podíamos tentar a los dorados, y así captura alguno más, fueron unos 50 o 60 metros cuando nuevamente Carlos tiene un pique...el dorado sale violentamente buscando la profundidad y mi amigo pega la calvada. La lucha fue tremenda, porque el dorado buscó en varias oportunidades, enredarse en los palos, pero Carlos lo trabajos muy bien y logro traerlo, lo izamos fotos y al agua, corregí el curso de la lancha y seguimos, pasaron 5 min. y ahora fue nuestro invitado de honor, el acusa el pique, lo veo y lo ayudo con la clavada, el dorado salta por sobre el agua a unos 10 mts. espectacular...ahora había que traerlo, para esto Juan Cruz estaba como loco, yo le daba instrucciones y lo ayudaba con la caña, ya que el dorado ejercía una resistencia mayor a la que el podía soportar, la lucha se hace larga, tomamos todas las precauciones para que no se escapara, ya que era el primer gran dorado de nuestro principiante pescador.
Al fin lo pudimos arrimar y lo levanté a la lancha.
Bueno queridos amigos, como explicar tanta emoción, no puedo expresar con palabras lo que Juan Cruz estaba viviendo, lo pesamos (4,100 kg.) le sacamos las fotos y le dimos su libertad, creo que nos abrazamos para festejar que se yo, las emociones nos sobrepasaba.
La pesca continuó, Carlos logró dos nuevas capturas que rondaron los 5,00 kg., que fueron como los demás devueltos a su lugar.
De repente el sol nos decía que era hora del regreso, no lo pensamos y salimos rumbo a puerto, con las ganas colmadas, el placer de haber cumplido con los requisitos de la naturaleza y con gran orgullo, porque Dios nos había dado otra jornada de exitante placer.
Cuando llegamos a puerto, ya con algunas luces encenididas, dimos gracias por lo vivido.
Solo me resta agradecerles por su deferencia Pezcalandia, he testeado la famosa Caña Sumax Kenzaki 2.10 de 20/40 Lbs., una de las pocas con pasahilos de titanio y a los chicos de la redacción Pezcalandia, darle las gracias por dejarme relatar éstas hermosas experiencias que me tocan vivir con amigos, y poder compartirlas con todos ustedes.
Un abrazo y hasta la próxima.
Para Pezcalandia
Por Carlos Tortul
Guía profesional de pesca deportiva
Staff Pezcalandia
Reconquista - Santa Fé