Reykjavik, Islandia — En un claro revés para la industria ballenera internacional, el Ministro de Pesca de Islandia anunció que no autorizará nuevos cupos para la caza comercial de ballenas.
El año pasado este país había retomado esta práctica permitiendo la caza de 30 ballenas Minke y 9 ballenas de Aleta. Pero debido a que el mercado interno es prácticamente inexistente y que en Japón continúa el temor de contaminación de la carne del Atlántico Norte, la cacería fue un desastre. Los balleneros islandeses sólo mataron 7 ballenas Minke y 7 ballenas de aleta, luego de no haber hecho públicos los resultados de las investigaciones sobre contaminación en la carne y no haber podido convencer a nadie de comprar su producto. Según declaraciones del Ministro islandés a Reuters, “la industria ballenera, como cualquier otra, tiene que obedecer al mercado. Si no hay rentabilidad, no existen fundamentos para retomar la matanza de ballenas”. El ministro aclaró también que no autorizarán nuevos cupos hasta que las condiciones del mercado de carne de ballena mejore y los permisos de exportación de productos de ballena a Japón estén asegurados. Un detalle que el ministro no aclaró es que tampoco hay un mercado para la carne de ballena en Japón. Este país está teniendo problemas tratando de vender los miles de toneladas de carne de ballena que ya tienen almacenadas producto de su “cacería científica” en el Pacífico Sur. Si bien la declaración del ministro es insuficiente para declarar un fin definitivo a la caza de ballenas de su país, es inverosímil que las condiciones de mercado para la carne de la ballena vayan a mejorar, y aún más inverosímil que Japón comprará la carne.Islandia aún conduce una caza “científica” de ballenas Minke, como parte de un programa de 2 años para buscar 200 ballenas, comenzado en 2003. A pesar de que ya pasaron cuatro años del inicio del plan aún restan cazar seis ballenas para finalizarlo. Mientras que el ministro islandés está reconociendo la inexistencia de un mercado para la carne de la caza comercial, también puso a la luz que no hay razón científica legítima que avale la matanza de ballenas. El comité científico de la Comisión Ballenera Internacional repasó el programa “científico” de Islandia, y decidió no apoyarlo. Expertos de todo el mundo han demostrado alternativas viables a la investigación mortal que hace innecesaria la muerte de las ballenas. La caza “científica” de ballenas científica es simplemente un atajo para la caza comercial. Frente a la ausencia de un argumento comercial o científico válido, Islandia debe anunciar urgentemente el fin de la cacería de ballenas.
Fuente: Greenpeace