

Finalizada la fase teórica, cada alumno recibió una (1) ración de supervivencia (agua y alimentos) para sobrevivir durante unos días en el terreno. Desde nuestro Centro ubicado en Ezeiza, iniciamos la marcha hacia un lugar con vegetación característica de bosque y monte abierto, aplicando las primeros técnicas básicas de orientación y navegación terrestre diurna (utilizando elementos artificiales vitales para navegación como una brújula, una carta topográfica y un mapa satelital, marcando, siguiendo rumbos y cubriendo distancias). Finalizada la marcha, donde debimos cruzar y sortear elementos naturales y artificiales, con presencia de algunos insectos conocidos y desconocidos que presentaban diferentes colores en sus estructuras, donde debíamos mantener precaución teniendo en cuenta precisamente el “código de colores” que indica ciertas peligrosidades derivadas de ellos, nos establecimos en un lugar apropiado del terreno para acampar y vivir unos días. A partir de ahí, los participantes comenzaron a realizar sus primeras prácticas en técnicas de supervivencia, quienes por primera vez estaban en contacto con una forma de vida, ajena a nuestras costumbres cotidianas.

Primeros Auxilios - Señalamiento - Refugio - Agua – Alimentos - Fuego - Orientación – Psicología en la supervivencia – Liderazgo – Comportamiento de grupos humanos - otros. Este curso mantuvo una riqueza en su enseñanza y en el aprendizaje que iba siendo experimentado por todos los participantes, debido a que iban acumulando sus primeras experiencias en prácticas reales en el terreno, acerca de no solo de técnicas y habilidades de Supervivencia sino que, hicieron prácticas de Primeros Auxilios mediante el tratamiento a heridos con diversas fracturas expuestas, traslado de accidentados en camillas de circunstancia construidas con elementos naturales, etc. Es de destacar la riqueza en información que recibieron por parte de Rubén, acerca de la vida de los ofidios y alimañas, como conocerlos y como mantener ciertos cuidados y precauciones para evitarnos y no entrar en contacto con ellos. Por otro lado, la construcción de trampas para cazar animales en una situación de supervivencia real tuvo una atracción particular por todos, debido a que muchos se abocaron a esta actividad, utilizando todo su ingenio y buscando recursos naturales para inventarlas. La finalización del curso significó hacer una nueva marcha para regresar a nuestro Centro, utilizando las mismas técnicas de orientación y navegación terrestre, pero esta vez en forma nocturna, por el mismo itinerario que hicimos anteriormente en horas diurnas. Fue fundamental que todos presten atención a los contra rumbos marcados en la brújula para volver, porque durante la noche, en algunos tramos se navegó “a ciegas”, es decir, sin referencias visuales pero confiando siempre en seguir los rumbos y llegar destinos intermedios. Un curso de supervivencia muy completo según nos manifestaron los alumnos, donde además de recibir cada uno un manual de curso integral manteniendo la riqueza en sus contenidos bibliográficos, el mismo sirve para que pueda ser transportado a cualquier lugar, desde el hogar a la oficina y desde la oficina a la montaña, al bosque, al río u otro lugar natural, para que pueda ser consultado ante una emergencia inesperada.
Fuente: Gabriel Esquivel