lunes, 1 de octubre de 2007

Curso de Supervivencia y técnicas básicas de Orientación y Navegación Terrestre

El amanecer del día sábado anunciaba que habría buen tiempo durante el fin de semana y así lo experimentamos durante todo el curso. Muy temprano, nos reunimos con un grupo de nuevos alumnos quienes asistirían a un nuevo curso de Supervivencia, para comenzar directamente la primera fase que consistía en la teoría. Durante la misma, recibieron los primeros conocimientos acerca del significado del concepto de Supervivencia, además de tener una breve introducción acerca de Búsqueda y Salvamento por parte de Sergio y Primeros Auxilios por parte de Leo, quien éste realizó una exposición acerca de la atención a personas heridas supuestamente ante una emergencia, haciendo participar a todos los presentes en prácticas de Primeros Auxilios, mediante un simulacro de atención a heridos.
Que importancia tiene los Primeros Auxilios en una situación de supervivencia? Demasiado, porque existen aquellas variables, por ejemplo, que por falta de conocimiento de un terreno natural, de características agreste y hostil en que nos encontremos caminando, nos podamos perder con la consecuente desorientación y al intentar buscar una salida, nos lastimemos mientras transitemos el lugar. Otro ejemplo es que seamos parte de la tripulación o pasajeros de una aeronave que se ha precipitado a tierra por fallas técnicas en medio de una zona montañosa, generando un desagradable espectáculo de ver personas heridas de distinta gravedad, donde lo primeros que debemos por sentido común es realizar la inmediata atención a personas heridas.
Finalizada la fase teórica, cada alumno recibió una (1) ración de supervivencia (agua y alimentos) para sobrevivir durante unos días en el terreno. Desde nuestro Centro ubicado en Ezeiza, iniciamos la marcha hacia un lugar con vegetación característica de bosque y monte abierto, aplicando las primeros técnicas básicas de orientación y navegación terrestre diurna (utilizando elementos artificiales vitales para navegación como una brújula, una carta topográfica y un mapa satelital, marcando, siguiendo rumbos y cubriendo distancias). Finalizada la marcha, donde debimos cruzar y sortear elementos naturales y artificiales, con presencia de algunos insectos conocidos y desconocidos que presentaban diferentes colores en sus estructuras, donde debíamos mantener precaución teniendo en cuenta precisamente el “código de colores” que indica ciertas peligrosidades derivadas de ellos, nos establecimos en un lugar apropiado del terreno para acampar y vivir unos días. A partir de ahí, los participantes comenzaron a realizar sus primeras prácticas en técnicas de supervivencia, quienes por primera vez estaban en contacto con una forma de vida, ajena a nuestras costumbres cotidianas.
Entre las actividades que llevaron a cabo fueron aquellas que dicta y enseña el “Pentágono de Supervivencia”, entre ellas:
Primeros Auxilios - Señalamiento - Refugio - Agua – Alimentos - Fuego - Orientación – Psicología en la supervivencia – Liderazgo – Comportamiento de grupos humanos - otros. Este curso mantuvo una riqueza en su enseñanza y en el aprendizaje que iba siendo experimentado por todos los participantes, debido a que iban acumulando sus primeras experiencias en prácticas reales en el terreno, acerca de no solo de técnicas y habilidades de Supervivencia sino que, hicieron prácticas de Primeros Auxilios mediante el tratamiento a heridos con diversas fracturas expuestas, traslado de accidentados en camillas de circunstancia construidas con elementos naturales, etc. Es de destacar la riqueza en información que recibieron por parte de Rubén, acerca de la vida de los ofidios y alimañas, como conocerlos y como mantener ciertos cuidados y precauciones para evitarnos y no entrar en contacto con ellos. Por otro lado, la construcción de trampas para cazar animales en una situación de supervivencia real tuvo una atracción particular por todos, debido a que muchos se abocaron a esta actividad, utilizando todo su ingenio y buscando recursos naturales para inventarlas. La finalización del curso significó hacer una nueva marcha para regresar a nuestro Centro, utilizando las mismas técnicas de orientación y navegación terrestre, pero esta vez en forma nocturna, por el mismo itinerario que hicimos anteriormente en horas diurnas. Fue fundamental que todos presten atención a los contra rumbos marcados en la brújula para volver, porque durante la noche, en algunos tramos se navegó “a ciegas”, es decir, sin referencias visuales pero confiando siempre en seguir los rumbos y llegar destinos intermedios. Un curso de supervivencia muy completo según nos manifestaron los alumnos, donde además de recibir cada uno un manual de curso integral manteniendo la riqueza en sus contenidos bibliográficos, el mismo sirve para que pueda ser transportado a cualquier lugar, desde el hogar a la oficina y desde la oficina a la montaña, al bosque, al río u otro lugar natural, para que pueda ser consultado ante una emergencia inesperada.
Fuente: Gabriel Esquivel