
Increíble.
La niebla: que había cubierto Buenos Aires y el delta generando puertos y aeropuertos cerrados y una ciudad cubierta por un manto espeso que privaba de visibilidad en la última semana, se había ido. La mañana presentaba una visibilidad buena para la época del año y las condiciones de temperatura y humedad reinantes.

A medida que se desarrollaba la navegación: se iban sumando otras embarcaciones e iniciando su marcha otros grupos que convergían hacia el encuentro en el Paraná Miní.
La navegación: fue entretenida. Intercambio de informaciones, tipo de picadas a bordo y una serie de acertijos para navegantes que amenizaron las cinco horas de marcha.Viaje con acertijos y adivinanzas.
El Objetivo: llegar al complejo Aulicino adonde su noble gente nos había aportado amarres gratis para todas las embarcaciones y concentrar la ayuda obtenida y aportes de los navegantes y luego llevarla a la Escuela 12 del Paraná Mini desde donde sería repartida a 3 escuelas y dos jardines de infantes.
Objetivo de Acción Solidaria Delta.
El arribo: del 99 por ciento de las embarcaciones se produjo a las 13.30 /14 horas. Colaboración con el personal del Complejo y entre nautas en el amarre y las ubicaciones. Guarda Costa 162 y Idefix cargado especialmente con alimentos y libros. Mérito de Freddy Martinez
El Ambiente: de fiesta, amistad y camaradería. Algunos volviéndose a encontrar. Otros presentándose. Todos impresionados por la cantidad de embarcaciones reunidas. El aspecto de las marinas sobrecogedor por el blanco de las embarcaciones.
Los participantes: desde pequeñas lanchas, Cruceros de porte, veleros pequeños y oceánicos y hasta una Chata delteña, la Pedro Juan Caballero con su capitana Cecilia al mando.En el asador: Carnes para delicia de los navegantes. Todo el mundo aterrorizado dando cuenta de gigantescas porciones de “vacio” que el equipo de colaboradoras y don Antonio Aulicino llevaban mesa por mesa a los comensales que estaban ubicados en el interior del quincho y en mesas al aire libre. Hasta un navegante de España participando en el evento.
El aspecto de las mesas: era algarabía pura. Todos mezclados con todos en un bullicioso ruido de charlas y masticación.
Los números: 220 navegantes, 65 embarcaciones, siete capitanes sumados a barcos ajenos, 6 (Seis) Toneladas de alimentos y diversos elementos de ayuda a las comunidades incluyendo muñecos gigantes y cochecitos para bebes. Un preocupado Antonio Aulicino pues temía se le acabaran las previsiones para la comida del medio día por la cantidad de participantes presentes y sentados en las mesas.
Fuente Nauticos.net