martes, 8 de julio de 2008

Al salvataje de la pesca

La problemática de la pesca en Corrientes, no es nueva; reconoce antecedentes de aproximadamente 20 años, cuando los habitantes de esta Provincia comenzamos a exteriorizar nuestra preocupación por el evidente estado de vaciamiento del que estaban siendo objeto nuestros ríos en lo referente a fauna Ictica.
Desde entonces hasta la fecha, han sido innumerables los debates, los foros, los proyectos de ley, etc., etc., etc. en los que abundaron las buenas intenciones y también los intereses económicos disfrazados. En Pezcalandia hemos llegado tambien a la triste conclusión, hoy nos encontramos mucho peor que hace dos décadas, no se hizo absolutamente nada concreto que haya podido paliar y mucho menos terminar con el problema.
Por un lado los pescadores comerciales (malloneros) haciendo uso y abuso del recurso que es de todos, utilizando artes de pesca prohibidas, no respetando medidas ni especies no autorizadas, evadiendo el pago de cánones establecidos, eludiendo controles etc., etc., etc., Por el otro lado los pescadores deportivos infringiendo muchas de las disposiciones legales que regulan la actividad, como por ejemplo: no respetar cupos de extracción, medidas mínimas, especies prohibidas, cupos de transporte, elementos prohibidos como bicheros, cebaderos, espineles, patejas, tarros, etc., etc., etc.
En el medio los operadores turísticos y cabañeros, junto a los guías de pesca, que irresponsablemente soslayan la mayoría de las normas legales vigentes mal informando a los turistas y permitiéndoles el incumplimiento del marco legal.
No olvidemos a los acopiadores, que guardan en cámara dorados (prohibida su comercialización), surubies y pacúes fuera de la medida autorizada, no pagando los precintos correspondientes, etc., etc., etc.
Como se desprende de todo lo anterior el problema evidencia causas concurrentes y consecuencias recurrentes. Todos en mayor o menor medida, somos culpables.
Obviamente hay excepciones que son realmente ponderables, pero no son muchas.
Entonces...¿Qué hacer? 1) Lograr a través de la cámara de representantes, unidad de criterio con las provincias y países vecinos para lograr uniformidad y semejanza legislativa en lo que hace al cuidado de los recursos naturales que compartimos. No es posible que Corrientes tenga prohibido el dorado y habilitado el pacú y Santa Fe tanga prohibido el pacú y habilitado el dorado. O que Corrientes tenga prohibido el mallón boguero y Chaco lo tenga habilitado por citar algunos ejemplos, como que Corrientes tiene prohibida la pesca del sábalo por considerarlo el “forraje del río” ya que de él se alimentan nuestros grandes peces, y Entre Ríos tiene habilitada su extracción para fabricar alimentos balanceados para aves, porcinos, felinos, etc. etc., etc. 2) Adoptar criterio científico respecto a la duración del periodo de veda (120 días) Se sabe que desde noviembre a marzo los peces están en aptitud de desovar. Por supuesto estas fechas son variables de acuerdo a la temperatura del agua, la altura de los ríos, etc., etc., etc. 3) Investigar y capacitar a los técnicos en el tema ‘cría y reproducción de peces en cautiverio‘ Brasil es pionero en esto, y lo ha logrado con éxito en especie ícticas como el pacú, dorado, surubí, manguruyú, manduré, etc., etc., etc. De esta manera el estado provincial podrá encarar un plan de explotación mixta del recurso, construyendo las Instalaciones adecuadas y otorgándole su manejo a los pescadores comerciales, que de esta manera dejarían el sacrificado y perjudicial trabajo con el mallón, sin hablar del valor agregado que se podría tener con la producción de peces elaborada (hamburguesas, pescados salados), etc., etc., etc. 4) Exigir a través del Estado, la capacitación en grado de excelencia, al personal de la Dirección de Fauna, como así también su permanente y efectivo control en ríos, rutas, puertos de desembarco, etc., etc., etc.
Para esto existen convenios de cooperación (que hay que actualizar) con fuerzas como P.N.A. G.N.A., P.F.A.y Policía Provincial en los que se explícita la participación de Fauna como organismo de aplicación y las fuerzas como apoyo en los procedimientos.
En fin, es mucho lo que se puede hacer, y es poco lo que se ha hecho. Si encaramos seriamente este tema, podremos disfrutar eternamente de los recursos que nos dio la Naturaleza, llevando a cabo un aprovechamiento racional para que el uso de los mismos sea sustentable. El que firma sólo está animado por el deseo de colaboración, sin intención de herir a ningún sector de los aludidos remarcando que cuando se hace la crítica, se aclara que hay honrosas excepciones.
Por Gerardo Díaz Colodrero - El litoral
Imagen mosca.com