Esto ocurrió en enero de 2005. Con la idea de realizar la preproducción de un programa viajamos con mi amigo Rolo Espósito de Canal 9 por Bolivia, Perú y Chile, y lo hicimos en camioneta.
En Pezcalandia, existe mismo circuito lo hicimos junto a mi hija Florencia en el 2006 y solo podemos decirles, no se lo pierdan, ya para los argentinos, lo tenemos cerca.
Era el mes de las lluvias y pasamos por Tiahuanaco (a 45 minutos de La Paz), las minas de Potosí (sudeste de Bolivia), Titicaca (el lago navegable más alto del mundo); en Perú, conocimos Cusco, Nazca y el Machu Picchu, una ciudad que toda mi vida quise conocer.Recuerdo que llegamos en un día espléndido a la base, a las termas llamadas Aguas Calientes y luego subimos los picantes 200 metros de altura hasta la cumbre donde está emplazada la ciudad. En el último escalón, cuando el paisaje de las montañas se te abre alrededor, sentí auténtica emoción.
A lo largo del día uno va armando un rompecabezas entre lo que te dicen los guías y lo que tu imaginación va diseñando a cada paso; una actividad que te mantiene alerta a las sensaciones de cada rincón en la que se fijan tus ojos. Es un lugar sin dudas sagrado, especial y se experimenta una sensación irreproducible.
Machu Picchu (del quechua machu, viejo, y pikchu cima, es decir, "cima vieja"), aún conserva sus esenciales características incaicas y eso lo hace más particular todavía.
No obstante, todo lo demás está en ruinas. De Cusco, por ejemplo, quedan sólo los cimientos.Pero el mayor shock lo viví cuando visité las minas de estaño de Potosí, cuando vi la explotación del hombre por el hombre. Al ver las condiciones de trabajo de los trabajadores a uno le agarra un ataque de angustia automático. Allí el promedio de edad es de 37 años y el obrero se sumerge en interminables pasillos oscuros.
Otra cosa impactante fue navegar por el lago Titicaca, fotografiar las islas flotantes de totora sabiendo que estás en las mismas aguas que creó el mismísimo dios Viracocha.
El mejor recuerdo de aquella odisea inolvidable estará plasmado en el libro "Viaje al nacimiento de las nubes", una crónica de viaje que escribí y será editada en octubre.A modo de síntesis recordemos que el 7 de julio de 2007, Machu Picchu fue elegida como una de las nuevas maravillas del mundo en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal. No se equivocaron.
Por Jorge Sosa Fuente Los Andes on line