domingo, 27 de julio de 2008

Seguridad para barcos por GPS

El pasado marzo, dos marineros canarios sobrevivieron a la deriva casi un mes en el Atlántico. Su barco, el «Saulo», no llevaba balizas ni GPS. Esta última tecnología, tan extendida en tierra, en los vehículos, también lleva tiempo instalada en las embarcaciones. Pero más allá de ser un mero guía, puede utilizarse como una herramienta para la seguridad en barcos de recreo y para la gestión de flotas en los de pesca. Las embarcaciones de particulares (unas doscientas mil en España, según la Asociación Nacional de Empresas de Náutica) están a salvo de intrusos con un servicio de localización en tiempo real. «Cuando el barco está atracado en el puerto, el sistema avisa al propietario por SMS o correo electrónico cuando sale de un perímetro virtual predeterminado», explica José Antonio Resco, director de la empresa que ofrece el servicio «Shiptracker». Esta plataforma, implantada primero en coches y camiones, permite, además de predefinir y fijar rutas, vigilar y controlar los barcos desde internet en un PC o a través del teléfono móvil. Si un día el dueño lo deja prestado o lo alquila, desactiva la alarma también «on line». Los avisos, a la vez, son recibidos por centros de asistencia, clubes náuticos y autoridades. Otro uso de «Shiptracker» es el del seguimiento. En una web es posible saber la posición de la embarcación, así como el recorrido. Además, colocando unos sensores advierte de vuelcos o de incendios. La plataforma sirve, además, para gestionar una flota de pesca. El servicio indica el trayecto y los tiempos parados. De estos datos se desprende dónde están situados los bancos de peces. Éstos pueden marcarse sobre un mapa, como un punto de interés. «Así tenemos información geolocalizada», apunta Resco. También es útil porque se generan informes de forma periódica. Los datos recogidos se descargan nada más llegar a la costa. Se guarda un histórico de los últimos tres meses. «La herramienta se personaliza en función de las necesidades», afirma Resco. El sistema se basa en la instalación de dos dispositivos en el barco. Los necesarios para poder comunicarse a través de la red de telefonía móvil GSM o, si no hay cobertura de ésta, vía satélite Inmarsat. «Es posible instalar un sistema mixto, aunque lo habitual es que en embarcaciones de recreo no sea necesario el satélite, que es mucho más caro», explica Resco. La cobertura GSM alcanza unas ocho millas desde la costa. Después de esa inversión inicial en equipamiento, debe abonarse una tarifa mensual con un precio que varía en función del número de posiciones indicadas al día y el sistema de comunicaciones utilizado (25 o 40 euros). En pezcalandia queremos agradecerle a Marta que desde nuestra madre Patria nos ha enviado este informe.
POR MARTA VILLALBA