Con devolución, la pesca del dorado cerró con éxito un fuerte desafíoEl rotundo éxito de la pesca fue una muestra de que primó el espíritu deportivo por sobre el consumo del ejemplar. La pieza mayor midió 104 centímetros.
La captura de un dorado de 104 centímetros de largo y aproximadamente 20 kilogramos de peso, fue reconocida ayer como la pieza mayor obtenida en esta 45ª edición de la fiesta pesquera más importante de la región. El bellavistense Juan Ramón Pernizza, integrante del equipo 26, fue el pescador que se adjudicó el premio y le puso el punto final al concurso nacional que contó con la participación de 180 embarcaciones que extrajeron alrededor de 250 ejemplares que, con la modalidad de la devolución, se evita el proceso de extinción.Desde la largada realizada a las 9.30, hasta la llegada después de las 16, las embarcaciones mostraron rostros de pescadores felices que, con banderines o no (cada banderín representa una extracción), eran el símbolo de que la pasión pesquera, o la ilusión por la pesca, estaban intactas.
Aunque muchos opinaban lo contrario, no era consumir el dorado lo que importaba, sino el poder pescar.
Mientras, la villa turística fue epicentro fluctuante de distintas actividades que convergían en su mayoría con la gran participación de gente acompañada por un día fresco pero con visos estivales. En todos los casos, la diversión en general primó por sobre cualquier otra.
Durante la primera jornada, los resultaros ya mostraron importantes números y daban cuenta de un muy buen pique en las aguas del Paraná, a lo que se sumaban las importantes medidas de las piezas extraídas. Ese primer día las medidas rondaron entre los 50 y 80 centímetros de longitud.La fiscalización de la actividad deportiva estuvo a cargo de la Federación Correntina de Pesca (Fecope), que dispuso de veintiún fiscales y un general que se dispersaron por la gran cancha del Paraná. Durante el desfile de las candidatas a reina, la pantalla levantada en el anfiteatro mostraba repetidas filmaciones de las capturas y sus posteriores devoluciones al río. Fueron la síntesis perfecta de una ecuación conservacionista y que mostraba que las reglas se cumplían.Mientras los concursantes se preparaban para la Cena de los Pescadores y la Nueva Luna hacía vibrar a miles de visitantes, Paso de la Patria comenzaba a despedirse de una fiesta nacional de la pesca que, no por ser exitosa, no fue igual a las demás. Las imágenes de las gancheras desaparecieron y con ella nació la nueva imagen de la pesca: la satisfacción de la práctica deportiva consumada y sin muerte del ejemplar.
Fuente La Republica