La situación se reitera desde hace más de seis meses, cuando comenzaron las quemas intencionales en islas de Entre Ríos.
Los productores agropecuarios utilizan entre otros accesos la conexión vial Rosario-Victoria para llegar fácilmente a los humedales.
Queman pastizales perjudicando al ecosistema, a los pobladores tradicionales, a las ciudades cercanas y a las rutas, movilizando cuerpos de bomberos y un enorme gasto en recursos públicos.
San Pedro, Victoria, Rosario, 15 agosto 2008 (prensa Proteger).
Pese a la insistencia constante de organizaciones ambientalistas y sociales, medios nacionales y organismos de gobierno, continúan los incendios intencionales en el Delta del Paraná, provocando daños irreversibles y un enorme gasto público.Productores agropecuarios utilizan –por ejemplo, la conexión vial Rosario-Victoria para acceder fácilmente a los humedales y generar quemas intencionales para “desmalezar” –sin atender al reclamo social concreto de un “alto el fuego”.Alentados por la ocupación de islas fiscales que avala la nueva Ley de Arrendamientos de la provincia de Entre Ríos, queman pastizales perjudicando al ecosistema, a los pobladores tradicionales, a las ciudades cercanas y a las rutas.
La fuerte sequía, que castiga la región desde fines de 2007, favorece que las quemas se extiendan sobre los bosques insulares y en galería, arrasando algunos de los últimos relictos de ambientes únicos en el Delta y amenazando especies –algunas de ellas consideradas en peligro, como el ciervo de los pantanos.
El Estado y la sociedad deben movilizar cuerpos de bomberos y grandes erogaciones de recursos públicos que terminan pagando todos los contribuyentes.Los videos que siguen a continuación –difundidos por TN esta semana, muestran imágenes que se han vuelto habituales pero a las que es imposible acostumbrarse: pastizales y bosques ardiendo, bomberos, y ningún responsable.