Un tiempo atrás escuche de un hermoso lugar denominado la Laguna de Yanaraman, un lugar con muchas historias y leyendas, en ese entonces me decían que ir al lugar era una ruta demasiado difícil, el camino de mucho riesgo.
Siempre tuve en mí las ganas de conocerlo, así que hace unos días decidí realizar esta ruta poco transitada, casi inexplorada.
Partí desde la capital del Perú, Lima, hacia la Provincia de Huaral (1 hora y media en bus). De allí continué hacia el siguiente destino la Sierra de Huaral, hacia un lugar denominado La Perla, para llegar aquí pasas por todo el Valle de Añasmayo, vas ascendiendo poco a poco dejando atrás la Costa e ingresando a la Sierra, pasé por el Pueblo de Huayopampa, hasta que después de 2 horas de viaje llegué al Pueblo de la Perla de Huaral, situado a 2200 m.s.n.m, lo primero ubicarme en el lugar, aclimatarse un poco, por este tiempo, es decir de Abril a Octubre es la temporada seca, un sol espléndido durante el día pero en las noches hace un frío intenso debido a la helada.
Descanse un par de días, tiempo suficiente para aclimatarse y buscar un guía, hacer las coordinaciones necesarias. El guía Jorge Padilla fue quien me acompaño en esta travesía, también Héctor Félix y Valicho, aventureros que se unieron para realizar el trek.
Partimos de la Perla a la 1a.m., provista en mi mochila Gibson´s, agua, alimentos, sleeping, todo lo suficiente, focos, linternas, era bastante oscuro, hasta que a eso de las 2:30 a.m. se decidió a salir una hermosa luna quien nos acompañaría durante toda la ruta.
El viento soplaba fuerte a medida que ascendíamos, pasamos por el Pueblo de Chaupis, cuesta arriba llegamos a un sitio denominado Rocro, significa roca, un lugar rodeado de enormes rocas propicias para realizar escalada, la temperatura en este lugar era bastante helado, seguimos ascendiendo, hasta que a eso de las 8 a.m. llegamos a un lugar denominado Quisquicancha, aquí encontramos a unos pastores de ganado quienes amablemente nos invitaron bebidas calientes, conversamos un poco, le pedimos si por favor podrían prepararnos una cena, probablemente regresaríamos a eso de las 5 p.m. Aceptaron nuestra petición, nosotros continuamos con el trekking cuesta arriba, pasamos por un lugar denominado Palcacancha, es una Pampa rodeado de abundante ichu, a medida que subíamos la temperatura iba disminuyendo, a pesar que el sol brillaba radiante, el viento era el peor enemigo. Luego de 10 horas de caminata intensa, a las 11:15 a.m. llegamos a la Laguna de Yanaraman, ubicado a 4350 m.s.n.m., en las alturas de los Pueblos de La Perla Chaupis y San Agustín.
Quede impactada por la belleza natural de la laguna, rodeada de cerros y un hermoso cielo azul, todo en rededor de la laguna es zona pantanosa sólo ay un pequeño espacio, especie de muelle donde puedes tocar el agua. Inmerso en la laguna se encuentran 3 champas de gran tamaño, una especie de islote compuesta de ichu y flores silvestres, que te invitan a subir. Cuenta la leyenda del lugar que las 3 champas son una familia que se quedo encantado y se convirtieron en ello, es un hermoso lugar, las champas cuando ven a una persona o animal, se acercan a la orilla invitándote a subir, si que lo comprobamos eh. Según la leyenda las personas o animales que suben a las champas son llevadas al centro de la laguna donde es imposible salir, ni siquiera nadando por la baja temperatura de sus aguas.
Así que como buena viajera respeto las historias y leyendas de cada lugar que recorro. En está laguna se puede pescar truchas, también ay patos silvestres denominados Huachuach, que recorren la laguna sin ningún problema. Permanecimos admirando la belleza del lugar, recorriendo de lado a lado un buen rato, hasta que a eso de las 3 p.m. Decidimos retornar hacia Quisquicancha donde los pastores nos esperaban con una buena cena, gente humilde de gran corazón. Ya era las 7 p.m., así que decimos pernoctar allí, en las casitas de los pastores hechos de paja, que nos protegió del viento, que daba grandes silbidos, la temperatura era de -7ºC.
Al siguiente día nos levantamos a las 6 a.m. y comenzamos el descenso hacia el pueblo de la Perla, sería más rápido pero a la vez más cansado para las rodillas y tobillos, la recomendación aquí es caminar apoyándose en los bastones, que sin lugar a duda son de mucha ayuda.
Valió la pena caminar 18 Horas, durante el trayecto de ida y vuelta, los paisajes que se aprecia durante la caminata son hermosos, pasas por precipicios, la ruta es ideal para la práctica de trekking, rafting, parapente. Todo aventurero tiene la posibilidad de vivir la adrenalina al máximo.
Muy buena ruta amigos de Pezcalandia, exigente, difícil, poco conocido, y en eso está la aventura buscar nuevos senderos, rutas, y dar a conocerlo a los demás.
Bien gentita con espíritu viajero nos vemos en la próxima ruta y cuidemos de la naturaleza para que siempre sea un lindo día como en Pezcalandia.
Desde Lima-Perú
Lilia Leon